miércoles, 21 de mayo de 2025

El mundo visto desde CAPRES y la Seguridad Nacional. Observador Político - Paolo Luers

 

Introducción tal vez innecesaria: A veces la única manera de comentar lo que hace este gobierno es con sarcasmo. El Salvador está lleno de ‘agentes extranjeros’, tan así que nuestro gobierno ya no puede garantizar la seguridad nacional. Está en peligro la patria.


Publicado en  El DIARIO DE HOY, jueves 22 mayo 2025

El Salvador está lleno de ‘agentes extranjeros’, tan así que nuestro gobierno ya no puede garantizar la seguridad nacional. Está en peligro la patria.

Varias de nuestras universidades reciben financiamiento de fundaciones o universidades extranjeras, disfrazado de fondos de investigación. Pero lo más probable es que se han convertido en agencias de fuerzas externas – con el riesgo que no sólo académicos sino los estudiantes se están convirtiendo en cómplices de intereses ajenos a los nacionales. Así se explica talvez la calma en las tradicionalmente rebeldes universidades: ¿Será que en vez de organizar protestas, los estudiantes e intelectuales estén trabajando en la clandestinidad para potencias extranjeras?

 

¿Y los periodistas? ¿Quién sabe cuántos de ellos, bajo la cobertura de la noble profesión periodística, operan como agentes hostiles contra nuestro gobierno y la nueva República que se está construyendo? En algunos casos que todo conocemos, son los mismos medios -los llamados medios alternativos- que funcionan como agencias al servicios de organizaciones como la Open Society Foundation, de la Rockefeller Foundation o incluso organizaciones como el National Democratic Institute for International Affairs (NDI), que con apoyo de muchos congresistas trabajan para subvertir países aliados con el presidente Trump. El gurú de esta subversión, que para tener éxito necesita de agentes nacionales a su servicio, es el magnate de Wall Street George Soros. Este inmigrante húngara-judío usó su fortuna, que había amasado apostando contra la libra esterlina, para subvertir los regímenes comunistas de Europa Oriental, interviniendo en las universidades y en los movimientos civiles – y luego trató de hacer lo mismo desestabilizando gobiernos de tendencia de derecha en América Latina. 

Sindicalistas que reciben fondos -y directrices- de sindicatos izquierdistas de Europa y antitrumpistas de Estados Unidos. Pastores que reciben fondos -y lineamiento político- de organizaciones políticas en el extranjero. Veteranos de la subversión guerrillera que con apoyo internacional organizan actos de resistencia, o sea de sabotaje.

 

Varios de los ‘medios alternativos’ en El Salvador se afanan abiertamente del apoyo financiero que reciben de George Soros, confesando así su condición de agentes de fuerzas oscuras. Nada es de choto. 

 

Algo parecido está pasando con las ONGs, en particular con las bajo al manto de la defensa de los derechos humanos, del medio ambiente o de derechos de mujeres minorías sexuales funcionan como sustitutos de los agonizantes partidos de oposición. Muchas de estas ONGs fueron financiados y dirigidos por la AID de los Estados Unidos, antes de que Donald Trump y Elon Musk desmantelaron esta agencia de intervención subversiva contra gobiernos aliados con Estados Unidos. Pero con esto todavía no está resuelto el problema de la subversión sistemática, aliado con intereses foráneos, que ejercen estas organizaciones. Hay bastante fundaciones en Estados Unidos y Europa que están interesados a mantener vivas, activas y a su servicio estas organizaciones subversivas que se oponen al Nuevo Orden construido por Nayib Bukele. Incluso hay gobiernos europeos que insisten tener agentes a su servicio en nuestra país, para promover ideologías de genero, del aborto y sobre todo la ideología obsoleta de la llamada ‘democracia liberal’ que cuestiona los logros de seguridad ciudadana del gobierno de Nayib Bukele.

 

Tampoco sabemos cuántos empresarios y sus gremiales salvadoreños están siendo usados por sus relaciones internacionales para promover intereses ajenos a los de nuestra país.

 

Es en este contexto que se hizo necesaria aprobar la Ley de Agentes Extranjeros, para garantizar un efectico control de los múltiples agentes extranjeros que operan en el país. 

 

Es necesaria esta explicación, ya que la que dio el presidente Nayib Bukele luego de que tuvo que encargar a la Policía Militar para controlar una manifestación que se dirigió a su residencia, no fue debidamente entendida. Lo que quiso decir con el ejemplo del caso de la cooperativa El Bosque es que las organizaciones al servicio de intereses foráneas están explotando los conflictos sociales para movilizar contra el gobierno, en vez de aportar a la solución de los conflictos y la armonía social. Por tanto, es necesario tomar control del trabajo de la ONGs. 

 

Se termina el libertinaje para los agentes foráneos.





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