lunes, 29 de julio de 2019

Un año por la República. De Erika Saldaña

Erika Saldaña, abogado constitucionalista

Publicado en EL DIARIO DE HOY, 29 julio 2019


El pasado 24 de julio fue mi último día como presidenta del Centro de Estudios Jurídicos. Fue un año lleno de una diversidad de experiencias que marcaron mi vida profesional y, sin duda, me motivan a seguir trabajando por el Estado constitucional de Derecho en El Salvador. En estos meses tuve la oportunidad de trabajar en varios ambientes con abogados y ciudadanos comprometidos: en labores propias del gremio de abogados, con la sociedad civil y participando en actividades de distintas instituciones públicas y privadas.
De todas las experiencias entendí que la lucha por la justicia es una tarea permanente a la que, desde el privilegio de la profesión del abogado, debemos sumarnos. En el ambiente fluyen tantas opiniones e intereses, que en muchas ocasiones es necesario sentar posturas técnicas y jurídicas sólidas que ayuden a la ciudadanía a entender las complejas realidades jurídicas.
Desde el Centro de Estudios Jurídicos trabajamos para que en la Asamblea Legislativa se llevara un proceso objetivo de selección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia; también fijamos postura en diversos temas jurídicos como la necesidad de nuevas leyes o reformas a las ya existentes; observamos de cerca el trabajo de las instituciones del Estado e impartimos conferencias y cursos para la formación de la comunidad jurídica.
La coyuntura suscitada por el retraso en la elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia nos dejó una lección valiosa que ojalá se mantenga en la mente de las diversas organizaciones de la sociedad civil: ponernos de acuerdo es posible. Aunque cada asociación tenga fines, miembros y pensamientos distintos, existen momentos en los que nuestra república nos necesita reunidos, juntando los puntos en común y firmes en la lucha por el cumplimiento del Estado de Derecho.
Esto se dio cuando pasaban los días y no veíamos clara la elección de magistrados de la CSJ, o cuando en varios de esos intentos se pretendió nombrar a personas que no eran idóneas para el cargo; poco a poco distintas organizaciones civiles se fueron uniendo en la exigencia a la Asamblea Legislativa de elegir de manera objetiva y transparente, llegando a sumar más de treinta organizaciones de la sociedad civil. En el camino comprendimos que unidos nuestra voz era más fuerte.
Otra de las cosas más valiosas que me dejó el último año fue conocer a profesionales que desde su trinchera trabajan por un mejor El Salvador. Miembros de FUNDE, DTJ, FUSADES, TECHO (estas organizaciones miembros de el Consorcio por la transparencia y lucha contra la corrupción al cual pertenece el Centro de Estudios Jurídicos), Acción Ciudadana, ISD, CEMUJER, entre otras, ponen su granito de arena para mejorar la institucionalidad en El Salvador. Además, la incidencia que ha logrado el Centro durante los últimos años no sería posible sin el esfuerzo de los miembros de la junta directiva. Trabajo silencioso, sin remuneración y sacrificado, pero que nos ha traído muchas satisfacciones.
Hay mucho que hacer para fortalecer el Estado de Derecho. Por ello es necesario que los ciudadanos comprometidos nos mantengamos firmes y vigilantes de las actuaciones de los órganos del Estado, haciendo valer nuestra voz frente a los funcionarios y el poder político, con el fin de mantener y fortalecer la institucionalidad en El Salvador.
El maestro Eduardo Couture, en los históricos “mandamientos del abogado”, resume dos de los aprendizajes que me dejó el último año al frente del Centro de Estudios Jurídicos: “La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia”; y “Tu deber es luchar por el derecho; pero el día que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia”. Ciudadanos y colegas, a seguir trabajando por el imperio del Derecho.