Lorena Peña, fiel vocera de lo que el
FMLN realmente pretende, escribió un mensaje en Twitter que
aparentemente nada tiene que ver con Venezuela, ni con la ruptura
constitucional que efectúa Maduro con su Constituyente, ni con el apoyo
solidario que el FMLN y el gobierno de El Salvador están dando a sus
socios chavistas. El apoyo a Maduro ya lo había hecho público Lorena
Peña, como todos los fieles funcionarios del partido y del gobierno.
Pero luego publicó esta frase en Twitter: “Si la sala no se metiera de estorbo donde no le toca, el país caminaría mejor. Y sin arena mucho mejor.”
Esta frase explica porqué el FMLN y su gobierno están apoyando a Maduro. No es porque se sientan obligados a ser solidarios con un régimen que tanto les ha apoyado financieramente. No son tan románticos. El FMLN apoya la manera cómo Maduro quiere salir de la crisis de la pérdida definitiva del apoyo popular, por que se siente en una situación similar, aunque obviamente no tan dramática, que el chavismo. Habiendo perdido el apoyo mayoritario popular, debido a los efectos de sus malas políticas, el FMLN identifica dos obstáculos para seguir gobernando: una Sala independiente, que insiste en someter a control constitucional las actuaciones del gobierno – y la existencia de una oposición fuerte que a pesar de todos sus problemas puede llegar a construir mayoría electoral.
Maduro tenía la suerte que Hugo Chávez, antes de heredarle el poder, ya había removido el primero de estos obstáculos: la justicia independiente. El chavismo controla el Tribunal Supremo en su totalidad, incluyendo su Sala de lo Constitucional. Esto le permite a Maduro seguir gobernando, apesar de que en 2015 salió electa una Asamblea Nacional con mayoría calificada de la oposición. Simplemente puso al Tribunal Supremo de Justicia a asumir todas las competencias de la Asamblea. Pero no pudo eliminar el segundo obstáculo: la oposición. Por lo contrario: Maduro logró quitarle las competencias constitucionales a la Asamblea, pero no logró deshacerse de ella. La oposición se atrincheró en la Asamblea, y el golpe de estado contra el parlamento convirtió el movimiento opositor en movimiento de defensa de la Constitución.
Precisamente este último obstáculo pretende Maduro remover con su Asamblea Constituyente, electa el 30 de julio de manera inconstitucional y además fraudulenta. Lo primero que hará esta Constituyente será disolver la Asamblea Nacional, usurpar sus funciones, y dictar una Constitución al estilo cubano, donde ya no cabrán partidos políticos de oposición, elecciones libres ni instituciones independientes. Ahí también se terminará de rebelión de la Fiscal General Luis Ortega, vieja militante chavista, que había osado a declararse independiente del gobierno de Maduro y defensora del Estado de Derecho – y para colmo de traición declaró inconstitucional la composición y la actuación del Tribunal Supremo de Justicia y la convocatoria de la Constituyente.
Regresemos a la frase de Lorena Peña, identificando como obstáculos para el gobierno del FMLN la existencia de una Sala de lo Constitucional independiente y de una oposición que no se alinea. Ahí encontramos la explicación del hecho, de otra manera difícil de entender, de la alineación incondicional del FMLN y del gobierno de El Salvador con Maduro y su golpe contra la Constitución. Se ven en la misma situación, enfrentando los mismos obstáculos, incapaces de recuperar el apoyo popular, y ambos están decididos a remover los obstáculos constitucionales para mantenerse gobernando. La Venezuela de Maduro sigue siendo el faro que ilumina el camino del FMLN.
(El Diario de Hoy-Observador)