Estimado Douglas Meléndez:
Dicen que usted está limpiando la fiscalía de las malas prácticas que se hicieron comunes bajo el mando de Luis Martínez. Enhorabuena, ya era tiempo.
Dicen que usted está limpiando la fiscalía de las malas prácticas que se hicieron comunes bajo el mando de Luis Martínez. Enhorabuena, ya era tiempo.
También dicen que usted y su equipo están
revisando los ‘casos emblemáticos’, para asegurar que la actuación de
la fiscalía regrese al terreno del Estado de Derecho y de la estricta
aplicación de las leyes, para proteger a los inocentes y enjuiciar a los
culpables. Muy loable.
Urge, entonces, que revise una de las
prácticas más cuestionables de la fiscalía: el uso de los testigos
criteriados, no para aportar pruebas adicionales de comprobación, sino
para sustituir pruebas y para manipular casos.
Parece que en su revisión y corrección de
las prácticas fiscales se le ha escapado un caso que hizo titulares en
estos días, y donde observamos que continúan aplicando fielmente el
guión político escrito por Luis Martínez, quien trató de asegurar su
reelección con una campaña populista contra la tregua. Bueno, en
especial contra las personas que sirvieron como mediadores de la tregua.
En un juicio contra 67 pandilleros, sus
fiscales armaron un desfile de testigos criteriados. ¿Qué son
criteriados? Son criminales presos (condenados o bajo investigación por
crímenes serios, incluyendo asesinatos) que ofrecieron colaborar con la
fiscalía reducir sus penas. Lo extraño es que sus fiscales los ponen a
hablar de hechos ocurridos en 2012 y 2013, que no tienen ninguna
relevancia para el caso que se ventila: el ataque a la delegación
policial de Quezaltepeque de abril 2014.
Usted debería, con urgencia, ordenar una
investigación de los fiscales (Mirna Socorro Calderón Peraza y Antonio
López Rosales) e investigadores policiales que armaron este caso.
Básicamente cometieron dos pecados, que usted tiene que definir si son
delitos: armar con los pandilleros convertidos en testigos testimonios
falsos; y además sus fiscales pusieron a sus “testigos” hacer
acusaciones contra personas que no son parte del juicio, y que por tanto
no se pueden defender. Como estas acusaciones son irrelevantes en el
caso concreto, el juez no va a confrontar estos testimonios con otros
que podrían demostrar su falsedad. Sin embargo, las acusaciones contra
los mediadores, Raúl Mijango y monseñor Fabio Colindres, tienen un gran
impacto mediático, gracias a la extensa e irresponsable cobertura que le
da durante varios día seguidos La Prensa Gráfica. Los medios cometen el
pecado de divulgar estas acusaciones como si fueran pruebas, cuando no
son más que alegaciones de un par de criminales que dicen lo que los
investigadores y fiscales quieren escuchar para poner contento al Fiscal
General, quien juró llevar a juicio a los mediadores. Y como no lo
pudo, ya que más allá de los testimonios de asesinos no existe ninguna
prueba, Luis Martínez, como era su estilo, traslada el juicio a la
opinión pública y consigue condenas mediáticas fáciles.
Esto, estimado señor fiscal general, es exactamente el método que usted debe erradicar de la fiscalía.
Así que bajo su mando, siguen dándose
estas aberraciones en la fiscalía. Y de repente, sin pruebas, sin
oportunidad de defenderse, monseñor Colindres y Raúl Mijango (y mañana
posiblemente este su servidor) son exhibidos con acusaciones grotescas y
falsas. Según los testigos, estos dos señores, que nunca han sido
acusados en ninguna corte, metieron 3 mil celulares a los penales;
dieron a los pandilleros una arma nueva por dos inservibles; organizaron
orgías sexuales en los penales, y otras cosas absurdas.
Y la acusación más burda de todas contra
los mediadores: haber negociado un acuerdo con las pandillas para
hacerle al FMLN ganar las elecciones presidenciales del 2014. La verdad
es que los mediadores no tuvimos acceso a los cabecillas presos desde el
día que Ricardo Perdomo asumió el ministerio de Seguridad y comenzó a
desmontar, junto a Luis Martínez, la tregua. El acuerdo electoral con
las pandillas para la primera ronda presidencial 2014 lo negoció el
FMLN, con participación directa de Benito Lara, luego de sacar del
camino a los mediadores que nunca se hubieran prestado a esta maniobra
partidaria. Todo esto, usted debería investigar, pero sin recurrir a
novelas de testigos criteriados.
Espero que tome acción, señor fiscal, por el bien de la justicia.
Saludos,
(Mas!/El Diario de Hoy)