¡Sobrevivieron! Les felicito. Al fin, no cerraron sus partidos por falta
de votos. Hasta ahí la buena noticia. Buena, porque soy un convencido
que son malas las leyes que cierran partidos, así como también son malas
las leyes que hacen tan difícil a partidos nuevos legalizarse y
participar en elecciones.
Lo malo es que la sobrevivencia de
estos dos partidos (supuestamente) de izquierda democrática no es
resultado de una batalla política ganada, sino de una maniobra poco
transparente de tres magistrados del Tribunal Electoral (yo lo de
“Supremo” ya no les concedo…).
Que bueno hubiera sido para el país
si la vigencia de la izquierda democrática se hubiera impuesto mediante
un debate nacional serio y transparente sobre el pluralismos y la
participación ciudadana. Pero nadie de ustedes ha impulsado este debate y
esta lucha, por lo menos no de manera una pública que hubiera permitido
a otros involucrarse. Qué lástima.
Ahora ustedes consiguieron la
sobrevivencia institucional de sus partidos, pero de una manera que no
es nada buena para el siguiente reto que enfrentan: ganarse la
sobrevivencia política.
Deber la sobrevivencia a una maniobra de tres magistrados significa debérsela al Frente y sus satélites. Y esto es una hipoteca muy seria para una izquierda democrática que por definición sólo tiene sentido si es independiente del FMLN y su gobierno.
¿Cómo
piensan ganarse su futuro y su vigencia política? Sólo tienen dos
opciones: o sobrevivir como unos satélites más del FMLN, condenados a
ser aliados y, en última instancia, compañeros de viaje y “tontos
útiles” – o hacerse independientes y competir con el Frente. Para hacer
esto, además de principios y coraje, se necesita fortalecerse. El primer
paso para esto sería fusionar a sus dos partidos – o más bien
refundarse en un solo partido-movimiento amplio, plural y renovador, e
invitar a este proyecto político a todos los sectores y personajes
progresistas que no aceptan la hegemonía del FMLN ni mucho menos su
monopolio de representar la izquierda salvadoreña.
Que esto es difícil ya todos lo
sabemos. Lo han probado varios de varias maneras, y no lo han podido
hacer. Por mi criterio, porque nunca se atrevieron a competir en serio
con (y al ser necesario: contra) el FMLN, el cual se ha quedado con las
banderas, la historia, los muertos y las leyendas de la izquierda. Claro
que es difícil, pero es lo único que tiene sentido. Sobrevivir en la
sombra del FMLN, debiéndole el favor de dejarlos sobrevivir, no tiene
ningún sentido.
¿Quién dice que una izquierda
democrática que abre una nueva línea de oposición al FMLN y su gobierno
no tendrá viabilidad electoral en el 2018?
En cambio, como partiditos satélites
no tendrán ningún futuro. Esto ya es cosa juzgada por los ciudadanos en
las últimas elecciones. Si no, ustedes no hubieran necesitado este
salvataje por parte del Tribunal Electoral.
Ánimo, amigos, si toman las decisiones correctas, no estarán solos. Saludos,
(Mas!/El Diario de Hoy)