Estimados
señores:
No entiendo cómo ustedes hacen que siempre
sus virtudes sean percibidos como debilidades. Algo están haciendo mal, aunque
en el fondo están haciendo lo correcto.
Por ejemplo: El hecho que en su partido
exista espacio para una discusión abierta sobre el liderazgo, mientras que en
el FMLN ya está escrito en piedra que Medardo González y José Luis Merino van a
seguir conduciendo, es una virtud. Sin embargo, algo están haciendo mal para
que la gente lo perciba como signo de debilidad.
El mero hecho que un partido tenga toda
una gama de líderes con ganas y méritos de asumir la presidencia del partido y
otros cargos de dirección, es una virtud. Triste sería no tener de dónde
escoger. O que todos pensaran igual. Sin embargo, algo están haciendo mal para
que la gente lo perciba como signo de división.
Igual: El hecho que al hablar de la
próxima elección presidencial, en el caso de ARENA salgan un montón de nombres,
no sólo de figuras partidarias, sino también de figuras que nunca han sudado la
camiseta ni cantado el himno del partido, no tiene nada de malo. Por lo
contrario, debería llenarlos de orgullo. Sin embargo, algo están haciendo mal,
porque mucha gente perciben que hay una gran conspiración que pone en peligro
la unidad…
El hecho que en un partido exista la
decisión manifiesta de no seguir jugando a las mismas reglas del pasado poco
democrático, es tal vez la principal ventaja sobre el otro partido, donde
cuestionar las reglas es considerado traición. Sin embargo, algo están haciendo
mal, y ustedes no logran que la gente les aplaude por su audacia renovadora y
la apertura hacia la sociedad civil…
A mi me encanta que Neto Muyshondt y
Norman Quijano estén retando a Jorge Velado, porque esto es la oportunidad de
discutir abiertamente sobre las distintas visiones detrás de los distintos
liderazgos.
A mi me encanta que a esta altura,
faltando tres años y medio para las próxima elecciones presidenciales, varios
están posicionándose para la próxima candidatura, no sólo Ana Vilma de Escobar,
sino también Roberto d’Aubuisson, Neto Muyshondt, y a saber quiénes más. Es
más, yo alentaría a todos los interesados a levantar la mano y decir: Yo quiero
ser candidato, con este concepto, con esta visión, con este programa. Que bueno
que estén surgiendo nombres fuera del partido, como Carli Callejas, el Chele
Quirós. Deberían surgir aun más, siempre cuando vienen con una propuesta clara.
En el FMLN no es diferente: Todo el mundo
sabe que Oscar Ortiz, Hugo Martínez, Medardo González, Nayib Bukele y a saber
cuántos más tienen ambiciones presidenciales. El hecho que nadie de ellos lo
puede decir en voz alta, ni mucho menos presentar abiertamente sus ideas de
cómo hacer las cosas diferentes a Funes y Sánchez Cerén, porque esto no lo
permite la cultura centralista del Frente, debería llevar a ARENA a hacer
precisamente lo contrario: abrir espacios para liderazgos e ideas múltiples.
Así como los aspirantes dentro del FMLN
están condenados a conspirar, los de ARENA deberían sentirse obligados a
discutir abiertamente. Hay que abrir, desde ya la discusión de quién será el
candidato que va a retar a Bukele en la alcaldía de San Salvador. Y con qué
plataforma. Ya tiro yo la primera propuesta: Johnny Wright Sol debería entrar,
desde ya, en la carrera por San Salvador, por la juventud y por la renovación.
Luego que el partido define si es el candidato correcto o si en el transcurso
del debate salga alguien mejor…
Con tal que se definan reglas claras y
democráticas para definir las candidaturas y los liderazgos, la competencia
entre personas y sus programas es positiva. Ustedes tienen que comenzar a
abrazar sus virtudes, en vez de esconderlos. Apertura a liderazgos fuera del
partido es una virtud. Pluralismo interno es virtud, no es división. Debatir
las diferencias, en vez de esconderlas y dejar aflorar la conspiración, es
virtud, no es debilidad.
Lo único que tienen que temer, porque les hará daño, es la falta de transparencia, nunca el debate abierto y de sustancia. Saludos,
(Mas!/El Diario de Hoy)