Ana Vilma de Escobar y Lorena Peña luego de su elección a la Junta Directiva |
Soy necio. Y tal vez el único que cree,
al mismo tiempo, en ustedes dos, a pesar de todas las diferencias que las
marcan.
Soy necio. Ustedes (o sus partidos) no me
hicieron caso cuando, en mi primera carta, les planteé que ustedes dos, mujeres
con liderazgo y credibilidad, tenían que asumir –juntas- la dirección de la
Asamblea Legislativa – y el reto de devolverle la credibilidad perdida en el
quinquenio de Sigfrido Reyes.
Esto hubiera sido la mejor solución. No
se pudo, porque el FMLN tomó la decisión equivocada: comprar gobernabilidad en
un pacto oscuro con GANA y el PCN, en vez de construir gobernabilidad mediante
un acuerdo entre las dos fuerzas mayoritarias.
Pero soy necio. Insisto en que ustedes
dos, ya que tienen liderazgo comprobado, tienen que asumir la responsabilidad
de conducir la Asamblea hacia el fortalecimiento de la democracia. Si no
ustedes, ¿quién más? Guillermo Gallegos, Francisco Merino y Cia. ciertamente
van a jalar en la dirección opuesta.
Soy necio. Espero que producto de su
liderazgo y capacidad de concertación la Asamblea Legislativa se convierta en
un verdadero parlamento: tribuna de debates que desemboquen en las mejores
soluciones para los problemas que afectan a la gente.
Espero que bajo su liderazgo, a pesar de
la composición distorsionada de la Junta Directiva, se logre satisfacer las
siguientes expectativas de la ciudadanía:
· Transparencia y aplicación de criterios profesionales para todas
las plazas de asesores, tanto de la institución, como de las fracciones. Es
cierto que los asesores que emplean las fracciones tienen que ser de confianza,
pero la confianza no puede ser basada solamente en criterios ideológicos, sino
en méritos académicos. La contratación de ex diputados no reelectos y de
suplentes tiene que ser la excepción y estar respaldada por un sólido record
profesional que corresponde a las necesidades legislativas. Todos estos
criterios, no solo los nombres, tienen que ser argumentadas de manera pública.
· Austeridad estricta en los gastos de la Asamblea, de la Junta
Directiva y de cada uno de sus miembros. Esto aplica a viajes, viáticos, gastos
de representación y alimentación, seguridad personal, vehículos, compra de
obras de arte – a todo. En este contexto ustedes tienen que revisar el
funcionamiento de la Casa Dueñas, contratación de hoteles, e incluso el
proyecto de la construcción de nuevos edificios.
· Reforma Electoral. Ustedes tienen que asumir el liderazgo, dentro
de sus partidos y en la Asamblea, para que inmediatamente se discutan y
aprueban las reformas necesarias al sistema electoral: reforma del TSE,
separación de las funciones administrativas de las jurisdiccionales; creación
de distritos electorales que no elijan más de 4-5 diputados; reforma del Código
Electoral que asegura escrutinios confiables y transparentes.
· Construcción de acuerdos interpartidarios para asegurar la elección
de personas independientes, competentes y honestas para la Fiscalía General, la
Corte Suprema, la Corte de Cuentas y el los futuros organismos electorales.
¿Es
mucho que pedir? ¿Es necio pedirlo? Si es así, es porque son las insistencias de
la ciudadanía. Saludos, Paolo Lüers
(mas!/El Diario de Hoy)