lunes, 3 de marzo de 2014

Carta a Roger Noriega, ex-subsecretario del Departamento de Estado

Dear Mr. Noriega:
¿Para qué necesitamos enemigos, si tenemos un amigo como usted? Parece que usted se ha declarado amigo de El Salvador - y muy en particular de ARENA en su batalla electoral contra el FMLN. Pero su intervención, de todas formas indebida, resulta siendo contraproducente. En vez de ayudar, le hace daño a la oposición y al país.

Su último aporte a la campaña electoral salvadoreña es el mejor ejemplo. Precisamente cuando Norman Quijano hace esfuerzos serios para corregir los errores que le han costado un tan pésimo resultado en la primera ronda, viene usted y echa leña a un fuego que Norman Quijano ha logrado controlar.

En el New York Post usted publicó un artículo incendiario, que inmediatamente fue retomado por algunas cabezas calientes dentro de la derecha salvadoreña: “La MS-13 está apoyando al FMLN”. Es un vil refrito de las mentiras lanzadas desde hace rato desde círculos de inteligencia norteamericana para desacreditar la frágil tregua entre las pandillas.

ARENA, bajo la influencia de su ex-presidente Paco Flores, retomó estas mentiras y diseñó para Norman una campaña extremadamente agresiva contra las pandillas. El resultado: la población rechazó estos mensajes – algunos por la simpatía y vinculación que tienen con las pandillas, y otros por el temor que un gobierno de Quijano iba a regresar a las políticas fracasadas de mano dura y generar una nueva escalada de violencia-represión-más violencia en frente de sus casas. Este error de Paco Flores le costó a Norman Quijano cientos de miles de votos. Porque los pandilleros reaccionaron y tiraron la línea: Nadie vote por ARENA.

Luego de una revisión crítica de su estrategia (ya con Paco Flores separado de la dirección de la campaña), Quijano toma algunas decisiones correctas: Nombra como sus principales asesores para Seguridad a Salvador Samayoa y Facundo Guardado, dos hombres de izquierda, que tienen años de criticar las políticas de mano dura de ARENA; y presenta una propuesta de seguridad nueva, enfocada en la fuerte inversión en los barrios, que sufren la violencia y delincuencia. El mensaje de Norman Quijano en el Estadio Cuscatlán: No voy a inyectar a tus barrios más violencia, sino más inversión social, más educación, más oportunidades.

Resultado de esta importante corrección de la propuesta de Seguridad de Norman Quijano, la situación en los municipios conflictivos ha cambiado sustancialmente: Han desaparecido las amenazas de las pandillas contra el voto libre. A diferencia de la situación tensa en los días antes de la primera ronda, ahora los pandilleros distribuyen volantes diciendo que cada uno vote con total libertad y seguridad. Y el país puede estar seguro que su próximo gobierno no regrese a una política de Seguridad que incendie el país y lo hunda en más violencia.

En este preciso momento, a usted le invade el miedo que en El Salvador se puede apagar el fuego que la derecha recalcitrante de Estados Unidos necesita para cocinar sus estrategias bélicas - y para evitar que un país como El Salvador encuentre formas nuevas (e independientes de Washington) de construir armonía social. Por esto, para echar leña al fuego, las campañas de desinformación de personajes como Douglas Farah, Elliot Abrams, y usted, Roger Noriega.

¡No nos ayude, compadre!
Paolo Lüers
(Más!/EDH)