¿Para qué necesitamos enemigos, si tenemos un amigo como usted? Parece que usted se ha declarado amigo de El Salvador - y muy en particular de ARENA en su batalla electoral contra el FMLN. Pero su intervención, de todas formas indebida, resulta siendo contraproducente. En vez de ayudar, le hace daño a la oposición y al país.
Su último aporte a la campaña electoral
salvadoreña es el mejor ejemplo. Precisamente cuando Norman Quijano hace
esfuerzos serios para corregir los errores que le han costado un tan pésimo
resultado en la primera ronda, viene usted y echa leña a un fuego que Norman
Quijano ha logrado controlar.
En el New York Post usted publicó un artículo incendiario, que inmediatamente fue
retomado por algunas cabezas calientes dentro de la derecha salvadoreña: “La
MS-13 está apoyando al FMLN”. Es un vil refrito de las mentiras lanzadas desde
hace rato desde círculos de inteligencia norteamericana para desacreditar la
frágil tregua entre las pandillas.
ARENA, bajo la influencia de su
ex-presidente Paco Flores, retomó estas mentiras y diseñó para Norman una
campaña extremadamente agresiva contra las pandillas. El resultado: la
población rechazó estos mensajes – algunos por la simpatía y vinculación que tienen
con las pandillas, y otros por el temor que un gobierno de Quijano iba a
regresar a las políticas fracasadas de mano dura y generar una nueva escalada
de violencia-represión-más violencia en frente de sus casas. Este error de Paco
Flores le costó a Norman Quijano cientos de miles de votos. Porque los
pandilleros reaccionaron y tiraron la línea: Nadie vote por ARENA.
Luego de una revisión crítica de su
estrategia (ya con Paco Flores separado de la dirección de la campaña), Quijano
toma algunas decisiones correctas: Nombra como sus principales asesores para
Seguridad a Salvador Samayoa y Facundo Guardado, dos hombres de izquierda, que
tienen años de criticar las políticas de mano dura de ARENA; y presenta una
propuesta de seguridad nueva, enfocada en la fuerte inversión en los barrios,
que sufren la violencia y delincuencia. El mensaje de Norman Quijano en el
Estadio Cuscatlán: No voy a inyectar a tus barrios más violencia, sino más
inversión social, más educación, más oportunidades.
Resultado de esta importante corrección
de la propuesta de Seguridad de Norman Quijano, la situación en los municipios
conflictivos ha cambiado sustancialmente: Han desaparecido las amenazas de las
pandillas contra el voto libre. A diferencia de la situación tensa en los días
antes de la primera ronda, ahora los pandilleros distribuyen volantes diciendo
que cada uno vote con total libertad y seguridad. Y el país puede estar seguro
que su próximo gobierno no regrese a una política de Seguridad que incendie el
país y lo hunda en más violencia.
En este preciso momento, a usted le
invade el miedo que en El Salvador se puede apagar el fuego que la derecha
recalcitrante de Estados Unidos necesita para cocinar sus estrategias bélicas -
y para evitar que un país como El Salvador encuentre formas nuevas (e
independientes de Washington) de construir armonía social. Por esto, para echar
leña al fuego, las campañas de desinformación de personajes como Douglas Farah,
Elliot Abrams, y usted, Roger Noriega.
¡No nos ayude, compadre!
Paolo Lüers
(Más!/EDH)