Siempre he sido una persona de izquierdas, y siempre me gusta escribirlo en
plural, porque una de las riquezas de esta forma de entender el gobierno es que
es plural. Normalmente las izquierdas sufren por esto, pero últimamente las
izquierdas latinoamericanas han emprendido otro camino, la homogenización y
estandarización.
¿Dónde han aprendido? ¿Dónde salieron estas estratégicas? Pues francamente
todas parecen estrategias de derecha. Las izquierdas durante mucho tiempo han
luchado por la democratización del continente, luchaban contra las grandes dictaduras
militares del pasado. Parece que ahora esto ya no les molesta, más bien es algo
muy apetecible la permanencia en el poder a costa de cualquier cosa. Parece que
aprendieron la lección, lo importante es mantenerse en el poder, claro no
pueden ser trogloditas y comportarse como Somoza o Trujillo; han descubierto
que pueden manipular los instrumentos democráticos para lograr su mayor
cometido, mantenerse en el poder. La
derecha les enseño, que lo importante no era ser democrático, era parece
democrático.
La derecha que siempre ha parecido monolítica, a la hora de la duda siempre
se agrupa y apoya a su único candidato, aunque no les guste, pero siempre
unidos, no hay debate, no hay discusión, la cúpula designa y los seguidores
acatan. Lección aprendida. Cualquier disidencia adentro de los partidos de
izquierda ha sido eliminada, durante años no ha habido nada más importante que
la disciplina de partido. Se sustituyo el pluralismo de las izquierdas, por la rigidez
del mandato de cúpula. Lección aprendida.
Al final de cuentas a las izquierdas se les acusaba de antidemocráticas, la
derecha por lo menos en el caso salvadoreño siempre han tenido frases como “el
arma más poderosa de los hombres libres es el voto”. Lección aprendida. Pues
ahora la izquierda salvadoreña-Latinoamérica ha consagrado el voto como el
único instrumento válido de expresión popular. Tratando de meter el referéndum como un instrumento más poderoso que la constitución; más
importante que cualquier otro instrumento. Ahora lo más importante es controlar
a los tribunales de elecciones y las cortes supremas para que nadie pueda poner
en duda el resultado de una votación. La lección fue aprendida.
La derecha durante años fue aliada del capital, y las izquierdas fueron aliadas
de los campesinos y trabajadores. Lección aprendida. Ahora el bien más preciado
de la izquierda son sus empresas, son los seres corporativos socialistas. Ahora
se sienten que pueden competir de tú a tú porque tienen dinero. Ahora se
vuelven populistas. Las lecciones de Perón se ven pasar por todo el continente.
La verdad, por más que me expliquen, no veo porqué una empresa de izquierda
es mejor que una de derecha, la final lo que hay una persecución de generación
del capital para la manipulación de las instituciones democráticas. Parece que la
competencia real es quien puede generar el mejor regalo para la gente y el
pueblo gusto espera sus espejitos dorados, de izquierda y de derecha. Lección
aprendida.
La derecha durante años ha sido cínica; ha hablado de proyectos sociales y
transformación; y al final ha buscado solo privilegiar sus intereses. Lección
aprendida. La izquierda ahora es cínica, con toda facilidad dicen: “porque me
acusa ARENA, sí ellos también lo hacían así”; pues los acuso yo, que antes
detestaba el cinismo arenero y ahora detesto el cinismos del frente. No sé
quien es peor, sí el presidente actual o el pasado. Nadie debería de escudarse
en decir ellos fueron peores, porque eso significa que ahora también son malos.
Yo no quiero “al menos peor”, yo no quería una izquierda competitiva a costa de
perder su esencia, yo no quería una izquierda única sin posibilidad de debate.
Yo quiero una izquierda que desaprenda estas lecciones. Porque sí la cosa sigue
como va, hasta parece que más cercana la derecha actual al humanismo de las izquierdas
del pasado, que la propia izquierda. Qué tristeza de lecciones aprendidas.