El presidente de la República te está acusando de haberte robado 10 millones de dólares provenientes de una donación del gobierno de Taiwán.
Es obvio que Funes (quien ha asumido la
parte sucia de la campaña del FMLN, para que su candidato Sánchez Cerén puede
seguir perfilándose como abuelito buena gente) lanza esta acusación en el
contexto de la fase decisiva de la carrera electoral. Este me hace dudar de la
validez de la acusación.
Funes dijo que los documentos del
Departamento de Tesoro de Estados Unidos sobre el recorrido de estos 10
millones por diferentes bancos (documentos que él mostró en público y luego
filtró a varios medios digitales para su publicación) le fueron entregados por
la Fiscalía General salvadoreña. Pero el fiscal general dijo enfáticamente que
esto no es cierto. Otra razón para dudar.
El hecho que Funes lanza esta nueva
acusación en el momento en que se le comienza a caer al suelo el caso CEL,
tampoco le da mucha credibilidad. La jueza puso en duda todo este edificio de
acusaciones, que todo el mundo sabe que, más allá de la fiscalía, provienen de
Casa Presidencial. Otra razón para dudar de la nueva acusación...
Pero la razón más fuerte de desconfiar de
la credibilidad de Funes en su rol de investigador, acusador y juez de la
corrupción es el hecho que lanza esta nueva acusación en el momento en que él
se encuentra irremediablemente enredado en sus mentiras sobre los 3 millones de
dólares que recibió de Nicolás Salume: Antes dijo que era un préstamo que él
personalmente iba a repagar al empresario; luego declaró que fue una donación
de Salume a él como candidato; al fin dijo que no los recibió él sino el FMLN,
como préstamo, pero que luego fue condonado. Con el agravante que, una vez
investido de presidente, nombro al hijo del donante presidente de la CEL, y
luego al donante mismo primer designado a la presidencia. Hay quienes sostienen
que el hijo sacó de la CEL y negocios relacionados mucho más que los 3 millones
que su papá prestó-donó-condonó a Funes.
Claro que un presidente, enredado en sus
propias explicaciones, mejor pone a la nación a hablar de otros cheques, que
involucran a otro presidente, de otro partido.
Vaya, pero a pesar de todas estas dudas
que provoca la actuación de Funes, vos no puedes hacerte el maje y confiar que
nadie le va a creer. Por muy dañada que esté la credibilidad de Funes, así será
la tuya también, si no salís pronto al encuentro de la acusación y aclarás el
destino de los 10 millones de dólares de Taiwán.
Billy Sol Bang, con sus 86 años, dio el
ejemplo que ahora todos esperamos que sigás: Poner la cara, explicar lo que
pasó. Billy lo pudo hacer porque es inocente.
Aquí hay dos posibilidades, Paco: O el
destino que diste a los 10 millones fue legal - entonces lo único que hay que
hacer es explicarlo bien. O no fue tan legal - y en este caso el responsable
tiene que hacerse cargo y enfrentar la justicia, antes de que este problema se
lleve de encuentro a tu candidato, tu partido y tu país.
Si vos no das pronto una explicación
pública y clara (o probando tu inocencia, o asumiendo la responsabilidad), este
caso puede acabar de hundir la candidatura de Norman Quijano y el futuro de tu
partido.
Esperando tus palabras, Paolo Lüers
(Más!/EDH)