Los partidarios de Hugo Chávez -en Venezuela y aquí- pintan los
resultados de las elecciones de gobernadores regionales en Venezuela,
celebradas el 16 de diciembre, como un gran triunfo del gobierno y su
partido socialista.
Bueno, los chavistas ganaron. Exactamente en la misma proporción de votantes que dos meses antes ganaron las presidenciales: 55% de los chavistas contra 44% de la oposición. De todos modos, no era de esperar que el gobierno se iba a debilitar en sólo dos meses, mucho menos luego de la reelección de Chávez lograda en octubre y del resurgimiento de su cáncer en diciembre.
Ambos campos sufrieron serios reveses y lograron triunfos significantes en esta elección regional. Los chavistas no lograron su meta de derrocar a Henrique Capriles del gobierno del Estado clave de Miranda - y con esto debilitar (o destruir) su liderazgo en la oposición unificada. Chávez mandó a uno de sus lugartenientes más poderosos a competir contra Capriles: su ex-vicepresidente Elías Jaua. Capriles, en contra del consejo de muchos de sus amigos, aceptó este reto, asumió el enorme riesgo para su carrera, se la jugó toda... y ganó. Con esto Capriles queda más fuerte que nunca dentro de la oposición y frente a la población - y Jaua queda derrotado, así como 3 años antes el otro lugarteniente y ex-vicepresidente de Chávez, Diosdado Cabello, a quien Capriles desbancó como gobernador de Miranda.
Otro líder opositor que queda fortalecido es Henry Falcón, quien defendió su gobernación en Lara contra un inmenso intento de los chavistas de recuperar a este estado que perdieron hace tres años, no en elecciones, sino cuando Falcón, de hombre fuerte de la revolución, se convirtió en opositor y crítico del autoritarismo de Chávez.
En ambos estados, Miranda y Lara, el gobierno concentró subvenciones, becas, regalos de casas, electrodomésticos etc. para "comprar" votos. Igual que en Zulia, el otro bastión de la oposición. Y en este estado petrolero la oposición sufrió una sensible derrota. Un personaje y amigo muy cercano a Hugo Chávez desde el golpe de Estado del 1992, Francisco Arias Cárdenas, derrotó a uno de los dirigentes más respetados de la oposición, el gobernador zuliano Pablo Pérez.
Con esto, queda debilitado el partido UNT, de tendencia socialdemócrata, cuyo baluarte es el Zulia; y fortalecido el otro partido opositor fuerte, Primera Justicia, el partido de Capriles, que representa los sectores más innovadores de la oposición. Y como el otro gobernador ganador de la oposición es Henry Falcón, quien el año pasado llevó al bloque de izquierda dentro de la oposición a formar una sólida alianza con Primera Justicia para lanzar a Capriles de presidente, el verdadero ganador de estas elecciones es el ex-candidato presidencial Capriles, ahora reelecto como gobernador de Miranda. Nadie tiene dudas de que Capriles será el candidato opositor que en un futuro cercano se enfrentará a Nicolás Maduro, el actual vicepresidente que ya fue nombrado candidato presidencial por el mismo Hugo Chávez. Para el caso probable que no pueda asumir su cargo de presidente el 10 de enero 2013....
Nadie esperaba en serio que la oposición lograra revertir, a sólo dos meses de la reelección de Chávez y a sólo 10 días de su nueva operación en Cuba, los resultados de octubre. Es más, muchos esperaban que estas elecciones iban a dar el tiro de gracia a la oposición y al liderazgo de Capriles.
Otro resultado interesante de estas elecciones es que 12 de los 20 gobernadores electos del Chavismo son militares. Mientras Hugo Chávez puso el ejecutivo bajo control Nicolás Maduro, el exponente del ala civil del movimiento bolivariano, el aparto territorial del Partido Socialista Unificado PSUV ahora está más que nunca bajo control del ala militar. Y este está más ligado a narcotráfico y contrabando que a la ideología socialista y castrista.
Esto está profundizando las contradicciones del PSUV a la hora de la transición del liderazgo unipersonal de Chávez a un equilibrio de intereses y poderes de los diferentes sectores del chavismo. En esta situación hace perfectamente sentido la decisión tomada por Hugo Chávez de producir la transición del poder en vida, de forma organizada y controlada por él mismo. Sólo con Chávez detrás de él y controlando al chavismo Nicolás Maduro puede sobrevivir al mismo tiempo los dos enfrentamientos que le tocarán: el electoral contra el opositor Henrique Capriles y el interno dentro del chavismo por el poder, la plata y el control del crimen organizado.
Bueno, los chavistas ganaron. Exactamente en la misma proporción de votantes que dos meses antes ganaron las presidenciales: 55% de los chavistas contra 44% de la oposición. De todos modos, no era de esperar que el gobierno se iba a debilitar en sólo dos meses, mucho menos luego de la reelección de Chávez lograda en octubre y del resurgimiento de su cáncer en diciembre.
Ambos campos sufrieron serios reveses y lograron triunfos significantes en esta elección regional. Los chavistas no lograron su meta de derrocar a Henrique Capriles del gobierno del Estado clave de Miranda - y con esto debilitar (o destruir) su liderazgo en la oposición unificada. Chávez mandó a uno de sus lugartenientes más poderosos a competir contra Capriles: su ex-vicepresidente Elías Jaua. Capriles, en contra del consejo de muchos de sus amigos, aceptó este reto, asumió el enorme riesgo para su carrera, se la jugó toda... y ganó. Con esto Capriles queda más fuerte que nunca dentro de la oposición y frente a la población - y Jaua queda derrotado, así como 3 años antes el otro lugarteniente y ex-vicepresidente de Chávez, Diosdado Cabello, a quien Capriles desbancó como gobernador de Miranda.
Otro líder opositor que queda fortalecido es Henry Falcón, quien defendió su gobernación en Lara contra un inmenso intento de los chavistas de recuperar a este estado que perdieron hace tres años, no en elecciones, sino cuando Falcón, de hombre fuerte de la revolución, se convirtió en opositor y crítico del autoritarismo de Chávez.
En ambos estados, Miranda y Lara, el gobierno concentró subvenciones, becas, regalos de casas, electrodomésticos etc. para "comprar" votos. Igual que en Zulia, el otro bastión de la oposición. Y en este estado petrolero la oposición sufrió una sensible derrota. Un personaje y amigo muy cercano a Hugo Chávez desde el golpe de Estado del 1992, Francisco Arias Cárdenas, derrotó a uno de los dirigentes más respetados de la oposición, el gobernador zuliano Pablo Pérez.
Con esto, queda debilitado el partido UNT, de tendencia socialdemócrata, cuyo baluarte es el Zulia; y fortalecido el otro partido opositor fuerte, Primera Justicia, el partido de Capriles, que representa los sectores más innovadores de la oposición. Y como el otro gobernador ganador de la oposición es Henry Falcón, quien el año pasado llevó al bloque de izquierda dentro de la oposición a formar una sólida alianza con Primera Justicia para lanzar a Capriles de presidente, el verdadero ganador de estas elecciones es el ex-candidato presidencial Capriles, ahora reelecto como gobernador de Miranda. Nadie tiene dudas de que Capriles será el candidato opositor que en un futuro cercano se enfrentará a Nicolás Maduro, el actual vicepresidente que ya fue nombrado candidato presidencial por el mismo Hugo Chávez. Para el caso probable que no pueda asumir su cargo de presidente el 10 de enero 2013....
Nadie esperaba en serio que la oposición lograra revertir, a sólo dos meses de la reelección de Chávez y a sólo 10 días de su nueva operación en Cuba, los resultados de octubre. Es más, muchos esperaban que estas elecciones iban a dar el tiro de gracia a la oposición y al liderazgo de Capriles.
Otro resultado interesante de estas elecciones es que 12 de los 20 gobernadores electos del Chavismo son militares. Mientras Hugo Chávez puso el ejecutivo bajo control Nicolás Maduro, el exponente del ala civil del movimiento bolivariano, el aparto territorial del Partido Socialista Unificado PSUV ahora está más que nunca bajo control del ala militar. Y este está más ligado a narcotráfico y contrabando que a la ideología socialista y castrista.
Esto está profundizando las contradicciones del PSUV a la hora de la transición del liderazgo unipersonal de Chávez a un equilibrio de intereses y poderes de los diferentes sectores del chavismo. En esta situación hace perfectamente sentido la decisión tomada por Hugo Chávez de producir la transición del poder en vida, de forma organizada y controlada por él mismo. Sólo con Chávez detrás de él y controlando al chavismo Nicolás Maduro puede sobrevivir al mismo tiempo los dos enfrentamientos que le tocarán: el electoral contra el opositor Henrique Capriles y el interno dentro del chavismo por el poder, la plata y el control del crimen organizado.
(El Diario de Hoy)