Las pocas ciudades que se mantuvieron fieles a sus tranvías, fueron criticadas y ridiculizadas por retrasadas que no entendían el progreso. Sin embargo, 20 o 30 años después, las tranvías habían evolucionado hacia sistemas modernos, efectivos y ecológicos que combinaban los tradicionales rieles insertados en las calles céntricas con tramos propios y túneles reservados exclusivamente para las tranvías. Y al mismo tiempo las ciudades que habían apostado solamente a autobuses comenzaron a ahogarse en el tráfico.
En este viaje para Alemania llegué primero a Bonn y Essen, dos ciudades grandes que mantuvieron y modernizaron sus redes de tranvías y que hoy disponen de un sistema mixto de tranvías (principalmente en el centro), de metro (conexiones con la periferia) y buses (que conectan las colonias con las líneas de Metro y tranvía). Son los sistema de transporte urbano masivo más eficientes y modernos que he visto. Las tranvías, igual que los trenes del metro, pasan cada 5 o 10 minutos, dependiendo del horario, y con una puntualidad increíble.
Ahora estoy en Osnabrück. Es una de las ciudades que ahora se arrepienten de haber quitado su tranvía. Tiene un eficiente sistema de buses públicos, pero mucho más problemas de saturación de tráfico. Cuando las ciudades tienen un sistema realmente eficiente, seguro y cómodo de transporte público que garantiza la rápida comunicación entre las zonas residenciales, industriales y de comercio, la gente tiende a dejar sus carros y usar el transporte público. En este caso, las ciudades no se ahogan en el tráfico y tampoco en el humo...
Las ciudades grandes en Alemania, aparte de buses y tranvías, tienen sistema de metro (subway) o Stadtbahn (tren urbano) que usan rieles de ferrocarril. Pero muchas de estas ciudades, en vez de invertir cientos de millones en la ampliación de su red de metro, mejor han decidido invertir en un sistema complementario de tranvías que pueden circular tanto en los tramos especiales y subterráneos como en los tradicionales rieles insertados en las calles de los centros. Quiere decir, la tranvía circula, con moderada velocidad, en el centro (digamos de San Salvador) pero de repente se mete a un sistema de tramos especiales (algunos subterráneos) que permiten alta velocidad. Y al llegar a otra ciudad (digamos Soyapango o Santa Tecla) vuelve a incorporarse a las calles céntricas. De esta manera, la tranvía sirve para transportarse dentro de los centros (digamos San Salvador o Soyapango), pero también para mayores distancias.
Pensando en el caos vehicular de San Salvador, comienzo a pensar que un sistema de tranvía podría ser una alternativa realista. No requiere de las inversiones inmensas de un metro y supera en mucho la eficiencia de un sistema de buses.
Saludos desde Alemania, Paolo Lüers
(Más!/EDH)