“San Salvador, a los cuatro días del mes de mayo del año dos mil
diez” se hace una reforma por medio del Decreto Legislativo No 326 que en su Art.
2 se hace la adición al Art. 117 del numeral 102-A, correspondiente a las
infracciones muy graves de la Ley de Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad
Vial de nuestro, esta adición ser refería a la siguiente infracción muy grave:
“Conducir manipulando o haciendo uso de teléfono celular, radio de
comunicación, agenda de cualquier clase, dispositivo o aparato electrónico, así
como sosteniendo en las manos, dedos o llevando entre los brazos o sobre las
piernas a otra persona, animales o cualquier otro objeto o cosa, que dificulte
el manejo, limite la visibilidad u ocasione o posibilite la distracción en el
conductor.” El infringir esta disposición se multará por un valor de $57.14.
Por un lado podemos decir que lo que busca esta disposición es
desincentivar una conducta no deseada ya que para el estado y en términos de
las estadísticas de accidentes de transito un gran porcentaje de estos se deben
por las distracciones al volante, como es el caso de llamadas por celular y
cualquier manipulación del mismo, lo cual se traduce muchas veces en gasto y
costo público para atender estos accidentes.
He tenido la oportunidad de participar de varias actividades de
recaudación de fondos en las calles de San Salvador y diariamente recorro gran
parte de San Salvador debido a la distancia de mi hogar al trabajo y viceversa,
en los semáforos uno tiene tiempo para pensar y observar muchas cosas, en
particular me ha intrigado la cantidad de personas que hablan por celular al
manejar y incluso manipulando sus celulares inteligentes(smartphones), en una
de las actividades de recaudación fondos en la que participé hice un pequeño
ejercicio en el cual al menos 4 de cada 10 personas hablaba por celular
mientras pasaba por el semáforo de la intercepción del casino colonial en
Antiguo Cuscatlán.
Actualmente no contamos con un sistema lo suficientemente fuerte,
eficiente y representativo de la policial de transito que pueda monitorear de
manera permanente esta conducta. En este momento puede hacer todas sus
valoraciones éticas pertinentes si es necesario tener al policía encima para
dejar de hacer esa práctica no deseada, la situación actual todo indica que un
gran porcentaje de los automovilistas sigue/seguimos haciendo esta mala
práctica.
Un cambio de enfoque para enfrentar el uso de celular mientras se
maneja sería que se cree un dispositivo de registro de llamadas en conjunto con
las telefónicas, Viceministerio de Transporte y cualquier instituto de
tecnología local o en el extranjero. Este dispositivo de bajo permitiría
registrar cualquier tipo de llamada entrante o saliente, mensajería, o
cualquier tipo de envió de información desde un teléfono o dispositivo móvil todo
con la finalidad de aplicarles un impuesto y que este impuesto se vea reflejado
en la factura de consumo telefónico. Los beneficios de este cambio de enfoque
es que estamos tomando como base la realidad de tener una escasa estructura institucional
y de personal para velar por el cumplimiento de la disposición de no hablar
mientras se maneja, y en segundo lugar que al taxar el uso del celular mientras
se conduce podría reducir considerablemente la conducta de hablar mientras se
conduce, ya que el conductor tendrá claramente dos opciones: pagar el impuesto que
se puede traducir en mas fondos para el sistema de salud, o la otra opción
sería parquearse y apagar el automotor para que el dispositivo electrónico de
registro de llamadas no le registre su llamada o envió de mensajería/datos.
Este tipo de dispositivos vinculados a cobros por uso de algún servicio público
o privado ya existe en otros países como en Chile en donde los automovilistas
para hacer uso de algunas carreteras privadas tienen que pagar por este
servicio, y el cobro se realiza por medio del control de un dispositivo electrónico
que registra las veces que uno ocupa esa carretera y esta factura llega a final
de mes a el hogar del conductor.
Habría que resolver problemas técnicos como por ejemplo de cómo
hacer que el que no conduce no se le cobre el impuesto, aunque siendo rigurosos
en el análisis, cuando sucede un accidente y van personas acompañando al
conductor las consecuencias las sufren todos, y por lo tanto el Estado invierte
en todos los afectados por igual y no
solo en el conductor, por lo que no descartaría que todos los que abordan el
vehiculo se sometan al registro de llamadas de este dispositivo electrónico.