sábado, 11 de agosto de 2012

Carta a Mauricio Funes

San Salvador, octubre 2012
Excelentísimo señor presidente:
Ya todos estábamos algo preocupados, porque en las últimas 4 semanas usted no dio sus acostumbradas declaraciones para informar al pueblo del progreso en sus reuniones con los partidos políticos.

Pero hoy, haciendo honor a su papel de presidente de la transparencia, usted habló. Nos informó que en ocasión de la histórica Reunión de Oro usted como mediador-estadista cambió el formato de las reuniones para mejorar el clima y crear las condiciones para un pronto desempate. Como ya todos los participantes mostraron señales de fatiga de estar sentados en la misma sala escuchando a los mismos diciendo lo mismo, el histórico 50avo cónclave no tuvo lugar en Casa Presidencial, sino en el ballroom de un hotel capitalino. A veces una buena fiesta, con buena música, buenos tragos y buena comida da mejores resultados que andar masticando secos conceptos constitucionales. Las más beneficiadas: Norma Guevara, Ana Guadalupe Martínez y Margarita de Escobar, las únicas mujeres en esta fiesta: Se sentían reinas de pueblo, porque todos querían bailar con ellas...

Nos alegra escuchar que ahora, resultado de su audacia como mediador, se estima que pronto habrá una solución satisfactoria. No importa que ya llevamos 4 meses con una Corte Suprema con una sola Sala funcionando. No importa que ya cumplimos un mes de no tener fiscal general. Entendemos que hubo que hacer estos sacrificios. Lo importante es que ahora hay un acercamiento humano entre los dirigentes partidarios: Sigfrido Reyes bailó tango con Margarita Escobar. A Normita le salió un viaje a Corea del Norte ganando en el concurso de break dance. Tendrá que viajar sola, porque su pareja Oscar Santamaría se desmayó. Ana Guadalupe bailó pegado con don Donato. La política se vuelve humana. Gracias a usted, presidente.

Hay otro logro que usted ha obtenido con la institucionalización del cónclave permanente, aunque tal vez no haya sido su intención: ARENA tuvo que suspender la selección de su candidato presidencial, dando tiempo a sus militantes y amigos a iniciar el proceso que en agosto estaban al punto de obviar: un debate intenso, sistemático e incluyente sobre el proyecto político a presentar a la nación en el 2014. Todo indica que este proceso, así como la composición del equipo de gobierno para implementarlo, camina más rápido y sustancial que las negociaciones sobre la Corte y la fiscalía. Así que la decisión que la oposición tomó en agosto de no romper las pláticas presididas por usted ha producido por lo menos un efecto positivo: Se salvaron del error de nombrar candidato sin tener proyecto. Hoy cualquiera que sea el elegido, tendrá un plan y un equipo.

Para el Frente, lamentablemente es al revés. Entraron a la negociación eterna con candidato definido y el proyecto de siempre, y al fin saldrán con el proyecto de siempre, pero con candidato inviable...

Así que nadie le diga a usted que nada está moviéndose, presidente.
Saludos de Paolo
(Más!/EDH)