¡Feliz cumpleaños! Este 1 de agosto cumples 16. Y como cualquier “sweet little sixteen” parecés eternamente joven.
Anoche un amigo y fiel parroquiano de La Ventana me hizo un recuento de todos los personajes que han desfilado por este lugar: presidentes como Armando Calderón Sol, Paco Flores; candidatos presidenciales como Schafik Handal, Héctor Silva, Rodrigo Ávila, Rubén Zamora, Facundo; Mauricio Funes mucho antes de convertirse en político; casi candidatos como Edwin Zamora, Ana Vilma, Oscar Ortíz, Arturo Zablah, Norman Quijano, el Chele Quiroz, Hugo Barrera y Hugo Martínez. Ex-comandantes guerrilleros a la par de generales y coroneles... Escritores, poetas, pintores, cineastas, músicos, bailarines, teatreros, intelectuales, académicos. Ministros, magistrados, diputados, jefes policiales. Periodistas, fotógrafos, caricaturistas, publicistas. Rectores universitarios como don Fabio Castillo y María Isabel Rodríguez.
Yo le dije: Pero más que esta lista de celebridades de todos los colores, que han desfilado durante 16 años por La Ventana, lo que realmente nos enorgullece son otras cosas. Primero, la cantidad y la calidad de personas que fundaron La Ventana con nosotros - y que a los 16 años todavía ahí están: Niña Elsa y Anita en la cocina, Guadalupe en la oficina, Mikol en mantenimiento, Tito a la par de Daniela en la parte artística. Otros que tienen 10, 12 o 14 años sosteniendo La Ventana...
Igualmente nos hace sentir privilegiado ver a los meseros y las meseras fundadores de La Ventana convertidos en médicos, abogados, artistas, actores, arquitectos. Se hicieron independientes y maduros en y por La Ventana, ganándose el respeto y cariño de los personajes que ahí desfilan. Un abrazo a todos ellos.
Y cuando digo que La Ventana es “eternamente joven”, me refiero a generaciones de estudiantes y profesionales emergentes que han adoptado La Ventana como punto de encuentro, para divertirse, pero sobre todo para comunicarse, para discutir, para generar ideas. De esta manera, en La Ventana nacieron o se nutrieron ideas como la de Don Ramón y El Barrio; asociaciones como la de los cineastas salvadoreños o de los vecinos de La Escalón, campañas electorales, movimientos ciudadanos, culturales y de jóvenes.
¿Qué no es objetivo todo lo que aquí escribo? ¡Claro que no! Lo digo con el orgullo del padre enamorado. Nunca los padres somos objetivos, mucho menos con sus hijas de 16 años.
¿Qué estoy abusando de esta columna para hacer un comercial? Sí. Pero nuestra querida Ventana, sos mucho más que un negocio. Esto quería decirte con tantas palabras.
Paolo Lüers
(Más!/EDH)