sábado, 14 de julio de 2012

Carta a los pandilleros

Hace como dos años escribí un par de cartas bien agresivas sobre ustedes. Les dije que se comportan como machos, pero que son cobardes, porque atacan a mujeres, niños, vecinos indefensos. Les dije que si quieren defender al barrio, que dejen de hacerlo pedazos. Les tiré estas cosas, no tanto para hacerlos reflexionar a ustedes (que me pareció imposible), sino para hacer reflexionar a la gente para que les pierda el miedo. Porque vivir en miedo es lo más humillante que hay.

De repente ustedes aceptaron el reto. Reflexionaron. Y cuando fui a las cárceles para hablar con ustedes, me tiraron el reto de vuelta: Nos retaste que cambiemos, ¡ahora te desafiamos nosotros que nos escuchés!

Acepté el reto. Hemos venido conociéndonos. Hemos platicado. Hemos discutido. Yo les he escuchado y les he dicho lo que pienso. Hasta ahora, lo que ustedes me dijeron que iban a hacer, lo cumplieron. Dejaron de matarse entre ustedes. Dejaron de matar a jóvenes que nada tienen que ver con pandillas, sólo porque viven en el barrio equivocado. Dejaron de joder las escuelas, paralizando la educación. Dejaron de matar a transportistas y quemar buses. Dejaron de matar a policías, custodios y sus familiares.

Yo también les cumplí. Comencé a escribir sobre ustedes y la tregua, para que la gente les ponga atención y les dé el beneficio de la duda. Me han criticado por esto, me han dicho que ahora soy amigo de pandilleros. No me importa. Soy amigo de la paz.

Anteayer nos encontramos nuevamente en Mariona, en la reunión con el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza. Y anunciaron que van a prohibir la violencia contra las mujeres. Nada de violaciones. Nada de desaparecer muchachas.

Ustedes me explicaron que para los pandilleros “la palabra” es clave, es ley. Les tomo de su palabra, cuando dicen que quieren ser parte de la solución, porque están cansados de ser el problema. Les reto que sigan cumpliendo.

Si ustedes cumplen, juntos podemos trabajar para un país donde todos caben, también ustedes, con todo y tatuajes. No sé si se va a lograr, pero vale la pena intentarlo.

Nos vemos. Paolo
(Más!/EDH)
Postdata: El inicio de la carte original es como aquí reproducido. En el publicación en El Diario de Hoy se agregó "Estimados amigos". No lo había puesto, porque todavía no estoy seguro de cómo decirles: ¿amigos, chavos, señores pandilleros...?