La propuesta de negociación, a la cual este periódico tuvo acceso, pero cuyo contenido específico se mantiene reservado a petición de los mediadores, incluye propuestas detalladas de mejoramiento del sistema carcelario, cambio de ciertas normas del Código Penal y de la reinserción productiva de los pandilleros a la sociedad.
El vocero de la mara Salvatrucha, Borromeo Enrique Solórzano, El Diablito, hablando a nombre de ambas pandillas a nivel nacional, pidió al Secretario General de la OEA que acompañe este proceso de negociación y paz "como observador y garante", y expresó que ellos están dispuestos a llevar el proceso de reducción de la violencia y delincuencia en el país "hasta las últimas consecuencias".
El dirigente del grupo Los Revolucionarios, de la pandilla 18, El Duke, recluso en el penal de Quezaltepeque, dio lectura a la propuesta completa de negociación de ambas pandillas. Luego El Duke entregó el documento al secretario Insulza, con el pedido de entregarlo al Gobierno salvadoreño. El funcionario de la OEA expresó sentirse satisfecho y emocionado "con esta propuesta tan clara y racional, que señala soluciones dentro del marco de la legalidad". Aseguró a los dirigentes de las pandillas que "pueden contar conmigo, voy a entregar esta propuesta hoy mismo al presidente Funes".
Insulza ofreció sus servicios de "garante que esta propuesta de ustedes sea debidamente discutida y, a lo mejor, concretizada", y se comprometió de seguir apoyando los esfuerzos de monseñor Fabio Colindres y Raúl Mijango como facilitadores y mediadores del proceso. El secretario Insulza aseguró a los dirigentes de las pandillas: "Ustedes ya han logrado algo importante y bueno: ahorrar cientos de vidas. Ojalá que esto lo logren sostener. ¡Felicidades!"
Al final de la reunión en Mariona, Carlos Ernesto Mojica, El Viejo Lin, de la 18, entregó al secretario Insulza otro comunicado conjunto, en el cual las pandillas anuncian dos medidas concretas, como muestra de su "plena disposición, convicción y voluntad de contribuir en la búsqueda de una solución definitiva que recupere la paz tan anhelada por todos los salvadoreños": una entrega simbólica de armas, que Mojica llama "desarme parcial de nuestras estructuras". Las armas serán entregadas al Secretario General de la OEA para su posterior destrucción "por medio de los facilitadores monseñor Colindres y Raúl Mijango".
Los pandilleros proponen que "con los restos de las armas destruidas se construya una escultura que simbolice el inicio de este proceso de paz". La otra medida concreta que anunciaron los pandilleros es su decisión de "cesar todo tipo de violencia contra las mujeres." Mojica informó que las dirigencias de ambas pandillas "ya hemos girado instrucciones precisas" para que esta decisión se cumpla por parte de todos las clicas a nivel nacional.
El secretario general, José Miguel Insulza, está en el país por dos días a invitación de monseñor Fabio Colindres, quien en mayo le expuso en Washington el proceso de la tregua y le solicitó sus buenos oficios para convertirla en un proceso de paz. Aparte de la reunión con los pandilleros, Insulza sostuvo conversaciones con el Presidente de la República y con el ministro de Justicia y Seguridad, David Munguía Payés. En la mañana de viernes se reunirá con el Comité Humanitario, compuesto por empresarios e intelectuales, para darle sostenibilidad a la tregua como aporte de la Sociedad Civil, así como con dirigentes empresariales. A mediodía del viernes asistirá a un acto religioso en la plaza Barrios, donde supuestamente se va a efectuar la entrega simbólica de armas.
Varios de los voceros de las pandillas expresaron a El Diario de Hoy su satisfacción con la visita del funcionario internacional. "Esto abre una gran oportunidad histórica para avanzar hacia la paz", expresó El Viejo Lin. Otro pandillero, que pidió no publicar su nombre, dijo: "Lo de hoy es una gran muestra de unidad entre las dos pandillas. Pero una unidad no para delinquir, sino para desmontar conjuntamente la violencia. Esto hubiera sido imposible hace un año". Y El Viejo Lin agregó: "Si el señor Insulza dice en público lo que nos ha dicho aquí, en Mariona, que él se compromete como garante, esto cambiará la historia".
También el dirigente de la MS, Borromeo Enrique Solórzano, El Diablito, se mostró optimista: "Ya ves, viejo, hoy la cosa va en serio. Nosotros vamos con todo...".
Los voceros de las pandillas esperan un respuesta escrita de la OEA, definiendo el tipo de compromiso que puede asumir, y una respuesta formal del gobierno. Pero, sobre todo, esperan reacciones de apertura y apoyo de parte de la sociedad salvadoreña. "Apoyo no para nosotros, sino para la solución del problema, que tiene que involucrar a todos. Nosotros ya dimos el primer paso", resumió El Viejo Lin.
(El Diario de Hoy)