martes, 7 de septiembre de 2010

Carta a los coyotes guanacos

Estimados coyotes:

No es justo que ahora, con la matanza de 72 emigrantes en México, les echen la culpa a ustedes.

Así como hay ministros y ministros (periodistas y periodistas), hay coyotes y coyotes.

Si alguno de ustedes tiene responsabilidad en la masacre de Tamaulipas, hay que echarlo en la cárcel y tirar la llave al mar. Pero no es justo que echen la culpa a los coyotes por haber llevado a los emigrantes a México.

Es como culpar a la agencia de viaje cuando alguien muere en un accidente de avión. Nadie habla de los miles de compatriotas que a diario llegan sanos y salvos a Estados Unidos porque contrataron a un coyote eficiente y honesto.

Yo tengo ratos de decir: No seamos hipócritas. A los coyotes buenos hay que elevarles un monumento, en vez de perseguirlos. Y a los coyotes malos hay que sacarlos del negocio. Por más que criminalicemos el servicio que los coyotes dan a la sociedad, más este negocio va a caer en manos de criminales. Así de simple.

Ustedes, los coyotes, no tienen la culpa de que miles de compatriotas quieren emigrar, aunque sea mojados. Ustedes no tienen la culpa que en el camino acechen pandilleros, narcos, y redes de prostitución.

Yo no sé qué pasó en Tamaulipas y quién mató y porqué a los 72 emigrantes. Las explicaciones que hasta ahora han dado carecen de credibilidad. Algo feo está detrás de esto, algo que huele a la peste, de la cual adolecen las ‘autoridades’ mexicanas...

Es como que alguien bajó un avión con 72 pasajeros. No culpemos a la agencia de viaje. Busquemos a los responsables.

Saludos, Paolo Lüers

(Más!)