jueves, 26 de agosto de 2010

Guía práctica para sobrevivir Aduana

Kafka se sentiría orgulloso de haber encontrado su proceso. ¿Alguna vez han tenido que retirar un paquete de aduana? Yo sí y les quiero dar algunos consejos para la próxima vez y si es su primera vez, está a punto de sumergirse en un universo absurdo. Me mandaron de Argentina un paquete con un DVD, quemado, da la casualidad que mi hermano se tomó el tiempo de quemar unos cortos que hicieron en su facultad y mandármelos. Además le puso portada al estuche con el DVD. Vamos, aunque valoro la calidad artística y cinematográfica de mi hermano, su obra todavía no vale nada (Hey brother tómalo del lado amable que el punto es otro). Bueno que todavía no tiene precio comercial, sobre todo los cortos de los otros estudiantes de Cine.

Bueno el punto es que FedEx me habla para informarme que la tarifa de desaduanaje es de $35 dólares, más 5 pesos por almacenaje, más un arancel del 0%. Porque los DVD de “video y audio” no pagan aranceles. Pero como es un DVD tiene que pasar por toda la inspección de aduana. Ya mi hermano me había pagado el paquete para que FedEx lo mandara a la puerta de mi casa, ahora yo tenía que pagar para que pasara el “proceso” de aduana. Me negué. Solución, vaya usted mismo al aeropuerto.

Preparación:

Se necesita haber leído a Kafka, haber sido burócrata (o sea hablar el mismo lenguaje) o tener el culo grande para que no le duela de estar sentado. Como preparación le recomiendo las sesiones de Tai Chi de la fundación Nueva Acrópolis, balance y estabilidad, el movimiento del “saludo al sol” por supuesto respirando correctamente. Sí ese no es su estilo, es factible utilizar el método de control mental que los salvadoreños generamos todas las mañana cuando lidiamos con el tráfico, buen músicon y la 102.9 con Pencho y Aida… ups… olvídense de ese método ya no existe (cualquier reclamo con don Tony).

Bueno es recomendable llevar un reproductor de mp3, un cdplayer o cualquier cosa para escuchar música. Si son metidos como yo, no lo necesitan, porque si no se pierden la conversación del vecino. Un buen libro, llevarse la prensa gráfica y el diario de hoy y dispuesto a leer hasta los clasificados. En fin un pancito para el hambre, unas moneditas para la máquina de gaseosas y un colchoncito de estadio para sentarse (todavía tengo el del día en que le ganamos a México).

Llegada:

La aduana del aeropuerto no está señalizada, bueno si, pero yo no sabía que la terminal de carga era la aduana. En fin, cuando lleguen a Comalapa sigan las señales hasta la terminal de carga. Ahí en mi caso fui a retirar la “guía” a la oficina de FedEx. Pasaron como media hora buscando la guía. A todo esto pensé que esto sería el documento más importante. Una guía: 1.-com. Persona que conduce, dirige, aconseja u orienta a otras. O también puede ser: 2.-Lo que dirige o encamina o 3.-Libro de indicaciones. Podemos seguir con los significados, en todo caso para la Aduana una guía es un papel completamente incomprensible que al usuario no le sirve de absolutamente nada solo para irlo a dejar de ventanilla en ventanilla durante varias horas de su vida.

El proceso en sí:

Llegue a la primera ventanilla, donde suponían indicarme en base a mi guía, cual era la ventanilla primera a la que tenía que acudir. Tratarán todo el día en aduana de confundirlo con este tipo de paradojas, no repare en ellas, es parte del proceso. Luego me indicaron que para mi caso tenía que ir a la ventanilla número 3, que esa era la primera ventanilla, o sea la segunda que visité. Después de explicarles que es lo que llegaba a traer, me dijeron que si tenía la factura del DVD, para poder calcular los aranceles que debía pagar. A lo cual les dije, el DVD no tiene ningún precio, pero el valor es increíble. Observación: los empleados de aduanas no hacen diferencia entre precio y valor, no ven anuncios de Master Card, ni les simpatizan los barbudos que se quieren hacer los graciosos. Recomendación sea claro y sin filosofías ni bromas.

Pasé a la ventanilla número 4, la tercera que visitaba. Ya habiendo aclarado que necesitaba una factura y que simplemente no la tenía. Solución: “pase a verificación”. Llegue al siguiente edificio a verificación, con un papel que decía “6”. Después de una hora en que la agente de seguridad no me decía nada más que sentado por favor. Llego un agente aduanal y dijo: “el cuatro… el cuatro”. Por lo menos estaba en el lugar correcto. El señor de enfrente, me contó que llegaba desde Moncagua: “cinco de la mañana salí”, eran las 11 en ese momento. Me contó que su sobrino le había mandado unas cosas del norte. “Miré ya pasé una vez adentro, ahí me hicieron abrir el paquete y que les dijera por su nombre que eran todas las cosas que están adentro” me dijo. “Yo que voy a saber que son esas cosas… están en ingles y en mis 76 años de vida no he visto cosas como esas, son cosas del norte, ahí hacen cosas bien bonitas”

Me contó de los trenes y que la gente no camina en Virginia, donde está su sobrino: “por eso todos son gordos”. Luego comenzó platicar conmigo una familia del Transito. Se trajeron a “pucky” desde el norte y tenían ya 5 horas de estarlo esperando. “Miré si Pucky es de raza, es maltes”. Pobre pucky, no traía todas sus vacunas, se tendrá que quedar en aduana hasta que llegue el veterinario y lo vacune.

A la una de la tarde, con el clima típico de Comalapa (34°C y 90% de humedad), el agente dijo: “el seis… el seis”. LOTERIA!!!! Observación: los agentes aduanales nunca han jugado lotería o si han jugado siempre pierden porque no les cae en gracia que la gente grite “lotería”. Pasé a revisar el DVD, ahí estaba, como oro puro. En su caja rectangular con sus bordes de plástico y adentro un circulo de plástico de otro color y con otro material. Pero con información valiosa. “Factura” me pregunto, disculpe señor pero no tengo factura le conteste. Después de explicarle la vida de mi hermano y el contenido del DVD, me dijo: “sin factura es la otra cola”.

Desenlace:

La cólera y la falta de compostura son muy malas consejeras, hay que saber llevar los procesos. Así que cuando me logré controlar, me dijo: “decime que vale cinco dólares y andate”. “Vale cinco pesos”. “Pasá a la ventanilla 2 de la terminal 1”. Mentirá, me mintió. No existe la ventanilla dos. Hay ventanilla 1 y 3, pero dos no hay. Supongo que está en proceso de aprobación. En fin, la final veo una ventanilla que dice: “facturación”, porque no me dije, ahí no he pasado. Llegue y me dijeron que efectivamente estaba en el lugar indicado. Me cobraron 5 dólares por almacenaje (de un DVD). Y me pidieron la factura, otra vez explique la vida de mi hermano, ahora incluí la historia de su novia y el porqué había hecho el corto. Ah ok, pero te tengo que cobrar los aranceles, ¿cómo hiciste en la inspección? Pues le dije al agente que valía cinco dólares. Ok, eso pondremos me contesta. Ahora sobre eso se aplica un arancel del….

CERO, 0%, el cálculo es sobre 0%.

En fin pague mis cinco dólares y me fui con todas los papeles a la ventanilla 3, pero no la tres original, sino que la ventanilla 3 que es para inspección. Donde una señora muy muy grande me dijo en tono muy ronco: “aquí dice que son dos bultos, pero en el almacén solo hay un sobre” y me señalo con su gran dedo grueso un letrero que decía: “si la documentación viene incompleta comience nuevamente”. Eran las 3 de la tarde y solo quedaban 30 minutos de trabajo en las oficinas de gobierno. Al final de rogar y rogar y ofrecer el cielo y las estrellas. Logre que Gladis pusiera su sello de aprobado y 15 minutos después tenía mi DVD.

Conclusión:

Mi brother no me mandes DVDs, te estimo mucho, pero la próxima se queda en Aduana.

Posdata:

Gladis traé palomitas de maíz para que el viernes veamos la película.