La creación de una entidad estatal dedicada a crear transparencia en la jungla burocrática y financiera del gobierno parece una excelente idea. Tal vez hubiera sido más consecuente crear esta oficina fuera de Casa Presidencial, con más independencia y más poderes.
Para que el hecho que la entidad dedicada a la transparencia esté bajo el control de la Presidencia no cause sospechas, su primera misión debería ser: hacer transparente cómo funciona el teje y maneje de la presidencia. Tomando en cuenta que en El Salvador la Presidencia siempre ha tenido extraordinarios poderes. Y además que el actual Presidente ha concentrado aún más instituciones del Ejecutivo directamente en Casa Presidencial: todos los medios de comunicación estatales (Canal 10, Radio Nacional, la editorial, una agencia de noticias por fundar) y toda la administración pública de cultura (anteriormente Concultura y supeditado a Educación, hoy Secretaría de Cultura de la Presidencia).
Además el presidente Funes ha creado un aparato nuevo dentro de Casa Presidencial, o sea bajo su control directo, sin intermediación ninguna del gabinete de gobierno: la Secretaría de Asuntos Estratégicos bajo dirección de Hato Hasbún, la cual junto (o en competencia) con la Secretaría Técnica de Alexander Segovia está asumiendo funciones que antes estaban asignadas a una entidad autónoma y plural como la Comisión Nacional de Desarrollo abolida por el "gobierno del cambio". Estas dos super-secretarías de la Presidencia concentran además muchas funciones que históricamente estaban ubicadas en ministerios como Economía, Planificación (mientras existía), Relaciones Exteriores y Cooperación...
¿Cuáles funciones? Con esta pregunta lógica comienza el problema: nadie lo sabe exactamente, ni siquiera los funcionarios que trabajan en estas secretarías. Hay duplicidad de funciones. Hay confusión de competencias y posiblemente luchas por el control dentro del aparato presidencial y con otras entidades del ejecutivo.
Además el presidente Funes ha creado otra superestructura dentro del aparato presidencial: la nueva Secretaría de Inclusión Social bajo dirección de su esposa, Vanda Pignato. De esta manera buena parte del trabajo social y sectorial del gobierno, entes bajo responsabilidad de diferentes instituciones con cierto grado de autonomía, queda bajo el control directo de la Presidencia: política hacia mujeres, juventud, niñez, tercera edad, discapacitados, etc.
Un gran campo para el subsecretario de Transparencia para generar transparencia, claridad, y confianza. La Subsecretaría de Transparencia debería contestar a la opinión pública una serie de preguntas:
1. ¿Quién es quién en CAPRES, a qué se dedica cada quién, y qué competencias tiene cada uno? En este organigrama de Casa Presidencial habría que incluir no sólo a los secretarios y subsecretarios, sino a todos los asesores contratados por Casa Presidencial para asesorar a los secretarios y a los subsecretarios...
2. ¿Por qué el sitio web de Casa Presidencial no provee un organigrama de las diferentes secretarías, ni los nombres de los secretarios y subsecretarios? Con la única excepción de la Secretaría que dirige la Primera Dama.
Esta Secretaría tiene una sub-página que contiene la biografía de la Secretaria, pero ninguna información sobre la estructura, la misión, los funcionarios de la Secretaría. Las demás secretarías, por más estratégicas que sean, no existen en la página oficial de CAPRES. ¿Por qué tanta compartimentación?
3. ¿Quiénes son los asesores en CAPRES y sus secretarías? ¿Cuáles son sus calificaciones? ¿Cuánto ganan y de qué fondos están siendo pagados?
4. ¿De qué forma los secretarios, subsecretarios y los asesores en Casa Presidencial intervienen en las decisiones de los diferentes ministerios?
5. ¿Ya ha hecho uso el presidente Funes del mecanismo de transferir a Casa Presidencial fondos aprobados por la Asamblea para otros usos en los diferentes ministerios? Estamos hablando del mecanismo que usó el presidente Saca para gastar en Casa Presidencial 219 millones de dólares extra sin rendir cuentas cabales, una buena parte en publicidad para mejorar su imagen...
6. ¿Cuánto ha gastado entre junio y diciembre de 2009 la Casa Presidencial de Funes en publicidad?
7. Para producir y para pautar las campañas de publicidad de Casa Presidencial, ¿se han hecho licitaciones entre las empresas publicitarias del país?
8. ¿Es cierto que una empresa a cargo de la publicidad del gobierno es propiedad de personas que al mismo tiempo tienen contratos de asesores en Casa Presidencial?
No estoy seguro si el señor subsecretario de Transparencia tiene la autorización, la autoridad y el acceso a información suficientes para investigar y contestar públicamente estas preguntas. Si los tiene y lo demuestra, habría que felicitar a él y a su jefe, el Presidente de la República, por su aporte a la transparencia. Si no, mejor renuncie de un cargo que más bien sirve para que se mantenga la falta de transparencia en el gobierno y en Casa Presidencial.
(El Diario de Hoy)