lunes, 4 de enero de 2010

El Cambio Climático

Con mucha atención leí el comentario del Dr. Luis Fernández Cuervo titulado: Copenhague y su calentamiento mediático, digo comentario porque no se le puede llamar ensayo a algo sin un fundamento científico y poder considerarlo un articulo serio. Sin embargo, por lo que representa merece ser desmitificado. Es curioso, se observa, que alguien con familiaridad en el rigor y entrenamiento científico pueda ignorar los fundamentos del quehacer académico y la ciencia.


La problemática ambiental no es algo nuevo. Entra en lo que se considera la esfera de la política en 1968 cuando Garret Harding en su ensayo la tragedia de los comunes[1] nos habla del dilema social cuando los intereses de algunos individuos entran en pugna con los intereses de la mayoría, en lo que respecta al bien común y particularmente en el manejo de los recursos naturales.


Sin embargo, fue en 1972 que la relación entre desarrollo económico y degradación ambiental es puesta en el contexto político internacional en la cumbre de Estocolmo auspiciada por la Naciones Unidas. La Cumbre de Rió en 1992, expone la complejidad de los problemas ambientales y las causas de estos. Particularmente, se enfoca el problema de la pobreza, los patrones de producción y consumo, la salud de los ecosistemas, transporte sostenible, hábitat, la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y el problema de la escasez del agua, entre muchos otros temas. El Protocolo de Kyoto trata específicamente de articular un programa sistemático de reducción de dióxido de carbono, como también implementa mecanismos para que la sociedad civil se integre en la búsqueda de soluciones.


Primeramente, quisiera aclarar a los detractores de la Naciones Unidas y el Estado como formas de organización social y política. Que el Estado y sus instituciones son lo más inteligente que el hombre ha creado para convivir en armonía. Las Naciones Unidas, el imperio del mal como le llaman, es la única organización en el ámbito global donde las naciones pueden discutir los problemas racionalmente.


Déjenme recordarles que aún con sus deficiencias e indeficiencias no existe absolutamente nada similar donde como especie humana podamos discutir los problemas globales de manera civilizada. Se necesitaron dos guerras mundiales y la vida de millones de seres humanos para formar una estructura como las naciones unidas y si existe un iluminado con una idea mejor, por supuesto que existe disponibilidad de escucharlo, de lo contrario me gustaría referirles a El Origen del Totalitarismo y la Condición Humana de Hannah Arendt para entender que pasa en la ausencia de mecanismos para resolver las disputas internacionales.


No se puede minimizar las iniciativas que emergieron de estas conferencias. El concepto de desarrollo sostenible producida por la Comisión Brutland[2] ha generado nuevas ideas y técnicas de producción y minimizado la degradación ambiental, específicamente con los ISO. Si se dan cuenta, gracias al protocolo de Montreal[3] su refrigerador ya no contiene fluoruro de carbono, químico causante del agujero en la capa de ozono, un mito por supuesto que seguramente sin el auspicio de las naciones unidad nunca hubiera sucedido. Similarmente, Agenda 21 fue fundamental en crear conciencia sobre el desarrollo sostenible y sus beneficios hacia la humanidad.


El IPCC o Intergovermental Panel on Climate Change fue creado por la organización metereologica mundial y el programa de la Naciones para el medio ambiente en 1989 y no por Margaret Tacher como se argumenta, de lo contrario lean la resolución 43/53 del 6 de Diciembre de 1988. Tacher fue inicialmente influida por Sir Crispín Tickell en la idea del cambio climático, lo mismo que por James Lovelock el autor de Gia, lo que ella hizo a instancias de estos fue dar una conferencia en la Sociedad Real de Londres en el tema e introducirlo en la agenda del entonces G7. Similarmente, lo hizo también James Hansen ante el congreso norteamericano[4].


IPCC esta compuesto por renombrados científicos de las mejores universidades del mundo, todos ellos expertos en diversas ramas y campos de investigación, especialmente paleo-climatología que es la ciencia que estudia la evolución del clima. Son estos, los que en ausencia de datos estudian los sedimentos en el mar y las capas de hielo en los polos, como también estudian las fluctuaciones de sequías y lluvias y sus efectos. Extraen muestras de las capas de hielo y estudian las burbujas de aire atrapadas entre las capas, estudian el crecimiento de los árboles y su constitución; aíslan y miden en décimas las partículas de carbonos atrapadas y publican los resultados en periódicos de investigación científica los cuales son revisados por otros científicos expertos en el ramo y no por articulistas[5].


Es así como sabemos que las partículas de carbono han aumentado desde que se comenzaron a tomar datos en 1958, de aproximadamente 315 ppm a 370 ppm en 2009. Lo cual contrasta con las 282 ppm encontradas en los estratos de hielo en el ártico los cuales se han extrapolados y se calculan pertenecen al año 1832.

De los trescientos y pico científicos estudiando los cambios climáticos hay solamente 4 o 5 que todavía disputan los datos no la ciencia del cambio climático. Notablemente hay un economista holandés que ha alcanzado notoriedad no como economista sino disputando la ciencia de cambio climático.


No se puede disputar ni discutir que el cambio de una economía basada en carbono a una economía mas limpia generaría un decaimiento económico, pero de eso a ignorar completamente lo que es visible y que esta a nuestro alcance es demagogia que en nada ayuda a resolver los problemas nacionales. Si se va discutir el tema especialmente del contexto Salvadoreño debemos de asegurarnos que los hacemos sobre una base de hechos y no del ilusionismo o malabarismo mediático.


Los efectos del cambio climático son reales y sin duda alguna afectaran a países en desarrollo como el nuestro. Somos un país con un alto grado de vulnerabilidad y con pocos recursos para protegernos de los cambios climáticos y la degradación ambiental. En otras palabras es poco lo que podemos hacer, sin embargo no podemos adoptar una aptitud nihilista y negativa cuando una lluvia intensa desnuda nuestra desorganización y vulnerabilidad.


No se necesita importar tecnología cuando la solución se encuentra en las semillas de los árboles que podemos plantar. No necesitamos hablar de Al Gore, hablemos de Verapaz y las muchas otras áreas afectadas y los muertos y los derrumbes para que se grave en nuestra conciencia que tenemos que mejorar.


No hablemos de Kyoto o Estocolmo como si fuera un pacto con el demonio, sino pensemos en nuestra realidad y vulnerabilidad. No somos firmantes porque emitimos cantidades de dióxido de carbono, sino por tenemos que ser vigilantes para que los contaminan se responsabilicen de sus actos. Y por ultimo cuando no hay nada positivo que agregar............ el silencio es más prudente y aceptable.


Atentamente,


Eric López

Tecnología en Manejo de Recursos Naturales, Séneca College

Licenciatura en Estudios Ambientales, York University,

Maestría En Planeamiento Urbano y Regional, York University


[1] Garrett Hardin, "The Tragedy of the Commons", Science, Vol. 162, No. 3859 (December 13, 1968), pp. 1243-1248.

[2]http://www.un-documents.net/wced-ocf.htm.

[3] http://www.theozonehole.com/montreal.htm.

[4] Climate Wars, Gwyne Dyer

[5] http://hurricane.ncdc.noaa.gov/pls/paleo/fm_createpages.icecore