jueves, 3 de diciembre de 2009

Columna transversal: Buenos vecinos

"Una intervención decidida y compartida por los vecinos, los empresarios locales, la alcaldía y el gobierno puede parar el cáncer que está comiendo nuestra ciudad. Tal vez la muerte del centro histórico sea irreversible, quién sabe, pero colonias como la Layco, la Rábida, la Flor Blanca, la Centroamérica y sus alrededores (el barrio de nuestro sueño), y mañana tal vez la Escalón, no tienen por qué estar condenadas a la muerte lenta, al abandono, al reino del caos, de la prostitución, de la delincuencia..."

Estas líneas las escribí hace cuatro años en esta columna transversal. Título: "Adiós al barrio". Una columna triste, porque el bello sueño de "El barrio" --de poder rescatar y llevar a un desarrollo armonioso a la zona alrededor de La vieja Ventana en la San Luis-- había fracasado. La alcaldía no entendió el sueño, los empresarios no logramos comunicarnos con los residentes, el proyecto se estancó. Nos comió el cáncer.

"Yo me fui del barrio donde mi familia vivió y trabajó y estuvo feliz por más de diez años. Tuvimos que salir para poder seguir adelante. Pero sigo con el sueño de aportar a la recuperación de los espacios urbanos pervertidos, destruidos, deshumanizados por el tráfico, el narcotráfico, el comercio informal, el raterismo, la suciedad y sobre todo por la indiferencia".

Ahora, en la colonia Escalón, renace el sueño. La Torre Futura, inaugurada el martes pasado, tendrá un profundo impacto sobre toda la zona, sobre la manera cómo vamos a vivir, trabajar, hacer comercio, recibir turismo, ofrecer y recibir esparcimiento en esta parte de la Escalón.

Y nace la idea de juntar a los negocios (grandes y pequeños), residentes y comunidades marginales de la zona, para conjuntamente asegurar que este impacto sea positivo y productivo para toda la zona; para diseñar acciones concretas mancomunadas para mejorar la calidad de vida en la zona, pero igualmente la competitividad de los negocios antiguos y nuevos, sobre todo para crear un ambiente de seguridad para todos, basado en el principio de buenos vecinos.

El grupo empresarial que administra el complejo Hotel El Salvador-World Trade Center-Torre y Plaza Futura, liderado por don Bobby Murray Meza, ha manifestado su interés de ser partícipe y protagonista de un desarrollo compartido con todo el entorno de su megaproyecto. En vez de crear una isla, una fortaleza fuertemente vigilada, un mundo moderno virtual, quieren ser parte y centro de una zona armoniosa, segura, atractiva para los residentes, las comunidades y los negocios del vecindario.

Nace en la Escalón, en el sector que tiene como nuevo centro y símbolo la Torre Futura, la idea de que todos los involucrados se pongan de acuerdo para diseñar y vigilar un desarrollo equilibrado para toda la zona, una convivencia productiva de comunidades, zonas residenciales, oficinas, comercio, hoteles y restaurantes.

La idea urbanística básica es un vecindario que ya tiene muchos hoteles, y donde se pueden desarrollar otros negocios relacionados a turismo y diversión, pero sin convertir la zona en un gran centro comercial, ni mucho menos en una Zona Rosa. Se trata de mantener un equilibrio sano entre uso residencial, comercial, oficinas, hoteles y restaurantes.

En la Escalón se pueden crear corredores caracterizados por seguridad y oferta diurna y nocturna, que pueden ser recorridos a pie sin ningún temor. Por esto la importancia de vigilancia, iluminación y embellecimiento de las calles.

Es parte central del sueño que los huéspedes de los hoteles, los miles de ejecutivos y empleados que trabajarán en la Torre Futura, los visitantes de la zona así como sus residentes, caminen tranquilamente para visitar cafés, restaurantes, boutiques de la zona, tanto adentro como afuera del complejo World Center, de día y de noche. ¿Parece utópico? Sí, pero sólo si dejamos de soñar y trabajar...

Para poder hacer realidad este sueño, hay que convertir las comunidades y zonas marginales de la Escalón en socios y vecinos. Hay que convertir las comunidades de fuentes de inseguridad en participantes del desarrollo de la zona.

Además hay que elaborar, junto con la Alcaldía, un diseño de llenar las calles del vecindario con árboles, macetas, parquecitos, rincones con flores, esculturas, faroles. ¿Parece utópico? Sí, pero sólo si nos rendimos ante el caos y la indiferencia.

En la Escalón se podría desarrollar, durante todo el año, una oferta cultural atractiva para residentes y visitantes, concentrada en la Plaza Futura, pero integrando a todo el vecindario, sus plazas y calles, sus hoteles, sus colegios, sus cafés.

En el corazón de la Escalón (en aquel recinto precioso entre el Paseo, la Masferrer y la 75) están dados todos los elementos para poder desafiar el deterioro urbano y parar el cáncer que come nuestra ciudad. Depende del concurso de todos nosotros. Tomemos como impulso la inauguración de Torre Futura.

(El Diario de Hoy)