no sé si se ha dado cuenta, pero aquí todo el mundo está pegando gritos al cielo, porque usted quiere que Panamá se retire del PARLACEN.
Pero usted tiene razón: El Parlamento Centroamericano no sirve para nada, sólo para proveer de inmunidad, salarios y prestaciones a los políticos que ya nadie quiere tener en los parlamentos y gobiernos de cada país.
Los parlamentos sólo tienen sentido si tienen poder y pueden legislar. Al Parlacen nadie le hace caso.
Gracias, presidente, por la iniciativa de abolir el Parlacen. Que vean los partidos qué diablos hacen con los ex-dirigentes que les sobran...
Dicen que sin el Parlacen no habrá integración centroamericana. Bueno, de todas formas no hay, con o sin Parlacen. Sólo nos da la ilusión de unidad.
Que bueno que usted le dio un pinchazo a esta fantasía mentirosa de un parlamento donde ni siquiera hay voluntad de integración.
No se deje impresionar de las lágrimas de cocodrilo que todos están derramando sobre el cadáver del Parlacen. Ayúdenos de darle cristiana sepultura.
¡Y cuando haya integración, hagamos un parlamento de verdad!
Hasta pronto, Paolo Lüers
(Mas!)