Todo el mundo habla de cambiar la manera de hacer política. ¡Hagámoslo! Recomiendo a los partidos de oposición la presentación pública de un ‘gabinete de sombra’. No se trata del intento de deslegitimar al gabinete del gobierno. No tiene nada que ver con lo que Manuel López Obrador trató de hacer en México. Por lo contrario, es una manera de ejercer la oposición de manera transparente, propositiva y fiscalizadora.
Los integrantes del ‘gabinete de sombra’ de la oposición elaboran permanentemente propuestas para las políticas públicas y mantienen un monitoreo crítico de la políticas públicas planteadas por el gobierno y de su ejecución. Plantean alternativas a las políticas gubernamentales. Identifican entre los planteamientos del gobierno y de la oposición los campos de convergencia y de contradicción, creando de esta manera más transparencia y más debate público.
La oposición no o tiene que formar un gabinete de sombra completo y simétrico al gabinete de gobierno, pero sí tiene que abarcar las áreas más importantes. En estas áreas, los ‘ministros de sombra’ se convierten en los voceros de la oposición y pueden también asumir un rol decisivo en la concertación con el gobierno y su partido.
El gabinete de sombra funcionaría durante todo el quinquenio. En algunos países europeos, sobre todo en Gran Bretaña, existe la tradición que los partidos presentan su ‘gabinete de sombra’ al inicio de la campaña electoral. Pero no tiene que ser así. Aquí lo que se necesita no es un mecanismo temporal de campaña política, sino un mecanismo permanente de monitoreo, transparencia y construcción de políticas.
Sin embargo, el ‘gabinete de sombra’ puede jugar un papel muy positivo en la coyuntura electoral. Después de funcionar durante este gabinete, la oposición dispondrá, mucho antes de entrar en campaña, de un programa de gobierno elaborado y discutido. Y además, dispondrá de cuadros fogueados y ya posicionados en la opinión pública como los futuros gobernantes, ministros, líderes.
Para no quedar en abstracto, aquí una lista de potenciales integrantes del gabinete de sombra:
Hacienda: Manuel Enrique Hinds, Rafael Barraza, Rafael Lemus
Economía: Miguel Lacayo, Mirna Llevano, María Eugenia Brizuela
Seguridad Pública: Salvador Samayoa, Rodrigo Ávila, Oscar Bonilla
Relaciones Exteriores: Pancho Laínez, Fidel Chávez Mena, Héctor Dada hjo.
Reforma política e fortalecimiento institucional: Luis Mario Rodríguez, Chico Bertrand Galindo
Desarrollo: Sandra de Barraza
Salud: Rodrigo Siman
Educación: Joaquín Samayoa
Sociales: Cecilia Gallardo
Trabajo: Elena de Alfaro
Cultura: Robby Salomón
Juventud y familia: Celina de Ávila
Obviamente hay otros igualmente o más calificados. No soy a quien toca proponer nombres, sólo se trata de mostrar de qué tipo de personalidades estamos hablando. Además no tengo ninguna intención de desmontar el equipo de observadores del Diario de Hoy, con el cual tengo el privilegio de trabajar.
Lo importante es que ARENA no se quede con la formación de un COENA. Es imposible que un COENA pueda incluir a los mejores cuadros para cada problemática de la política pública. Además, a diferencia de una dirección partidaria, un ‘gabinete de sombra’ tiene que trascender al ámbito partidario e incluir personajes independientes.
Lo que habría que hacer, aparte de ponerse de acuerdo, es crear las condiciones materiales: establecer un staff técnico y académico calificado que apoya al gabinete de sombra, y dotarlo de recursos personales y materiales. Y sobre todo, abrir el espacio para que este equipo tome protagonismo y adquiera liderazgo, credibilidad y perfil público.
Sería una manera novedosa, poderosa y constructiva de ejercer la oposición. Si trabaja bien, no sólo tendremos una mejor oposición sino también, sin duda, un mejor gobierno.
(El Diario de Hoy, Observador)