Los periódicos Granma y Juventud Rebelde de Cuba publicaron facsímiles de las cartas de renuncia del vicepresidente Carlos Lage Dávila y del canciller Felipe Pérez Roque, quienes que a principios de marzo fueron destituidos de todos sus cargos en gobierno y partido.
Con ellos, el general Raúl Castro purgó a dos funcionarios civiles pertenecientes a la siguiente generación de líderes, para sustituirlos con militares de la generación de los hermanos Castro.
Los dos ex-dirigentes, considerados durante años como muy cercanos a Fidel Castro -incluso sus herederos- no recibieron apoyo de su mentor. Más bien una última patada: "La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno", escribió Fidel Castro en Granma.
Traduciendo esto del lenguaje estalinista, Fidel dijo: "Trataron a promover un relevo generacional y una apertura política. No respetaron el poder dinástico que yo delegué a mi hermano...”
Las dos cartas de 'renuncia' son casi idénticas, porque corresponden al clásico padrón de las ‘autocríticas’ de la era de Stalin.
La Habana, 3 de marzo de 2009
Cro. General del Ejército Raúl Castro Ruz
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
Compañero General del Ejército
Querido Raúl:
A Partir de la discusión sostenida por el Buró Político de nuestro Partido, en la que participé como invitado, le informo mi decisión de renunciar a mi condición de miembro del Consejo de Estado, de Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, y a la de integrante del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Reconozco plenamente que cometí errores, que fueron analizados ampliamente en dicha reunión. Asumo me total esonsabilidad por ellos.
Continuaré defendiendo, con lealtad y modestia, a la Revolución cuyos principios estoy esteré siempre plenamente compartiendo.
Le reitero mi fidelidad a Fidel, a Usted y a nuestro Partido.
Saludos, Felipe Pérez Roque
La Habana, 3 de marzo 2009
“Año del 50 Aniversario del Triunfo de la Revolución”
Co. Raúl Castro Ruz
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
Segundo Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de Cuba
Compañero Raúl:
Me dirijo a Usted para renunciar a mis cargos como miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y de su Buró Político y a mi condición de Diputado, Miembro del Consejo del Estado y Vicepresidente del Consejo de Estado.
Reconozco los errores cometidos y asumo la responsabilidad. Considero que fue justo y profundo el análisis realizado en la pasada del Buró Político.
Puede Usted estar seguro que mi nuevo puesto de trabajo será una oportunidad para continuar sirviendo a la Revolución y siempre, como hasta hoy, seré fiel al Partido, a Fidel y a Usted.
Fraternalmente, Carlos Lage Dávila
Con ellos, el general Raúl Castro purgó a dos funcionarios civiles pertenecientes a la siguiente generación de líderes, para sustituirlos con militares de la generación de los hermanos Castro.
Los dos ex-dirigentes, considerados durante años como muy cercanos a Fidel Castro -incluso sus herederos- no recibieron apoyo de su mentor. Más bien una última patada: "La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno", escribió Fidel Castro en Granma.
Traduciendo esto del lenguaje estalinista, Fidel dijo: "Trataron a promover un relevo generacional y una apertura política. No respetaron el poder dinástico que yo delegué a mi hermano...”
Las dos cartas de 'renuncia' son casi idénticas, porque corresponden al clásico padrón de las ‘autocríticas’ de la era de Stalin.
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La Habana, 3 de marzo de 2009
Cro. General del Ejército Raúl Castro Ruz
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
Compañero General del Ejército
Querido Raúl:
A Partir de la discusión sostenida por el Buró Político de nuestro Partido, en la que participé como invitado, le informo mi decisión de renunciar a mi condición de miembro del Consejo de Estado, de Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, y a la de integrante del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Reconozco plenamente que cometí errores, que fueron analizados ampliamente en dicha reunión. Asumo me total esonsabilidad por ellos.
Continuaré defendiendo, con lealtad y modestia, a la Revolución cuyos principios estoy esteré siempre plenamente compartiendo.
Le reitero mi fidelidad a Fidel, a Usted y a nuestro Partido.
Saludos, Felipe Pérez Roque
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La Habana, 3 de marzo 2009
“Año del 50 Aniversario del Triunfo de la Revolución”
Co. Raúl Castro Ruz
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
Segundo Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de Cuba
Compañero Raúl:
Me dirijo a Usted para renunciar a mis cargos como miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y de su Buró Político y a mi condición de Diputado, Miembro del Consejo del Estado y Vicepresidente del Consejo de Estado.
Reconozco los errores cometidos y asumo la responsabilidad. Considero que fue justo y profundo el análisis realizado en la pasada del Buró Político.
Puede Usted estar seguro que mi nuevo puesto de trabajo será una oportunidad para continuar sirviendo a la Revolución y siempre, como hasta hoy, seré fiel al Partido, a Fidel y a Usted.
Fraternalmente, Carlos Lage Dávila
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El partido jamás se equivoca. Esta ‘verdad’ lo afirman hasta sus víctimas. El ritual vergonzante de sumisión.
Ante la posible apertura de Obama hacia Cuba, el Partido Comunista se encierra más y elimina a los posibles protagonistas de la reforma. Ante una posible ruptura del bloqueo económico y político contra la isla, el Partido Comunista Cubano prefiere enconcharse en su régimen confiando sólo en ancianos y militares. El miedo a la apertura.
Ante la posible apertura de Obama hacia Cuba, el Partido Comunista se encierra más y elimina a los posibles protagonistas de la reforma. Ante una posible ruptura del bloqueo económico y político contra la isla, el Partido Comunista Cubano prefiere enconcharse en su régimen confiando sólo en ancianos y militares. El miedo a la apertura.