Estimado don Nico:
Usted realmente es buena gente. Está ayudando al pobre Mauricio Funes. No tengo muy claro si realmente le prestó de su propio pisto, o si más bien le prestó a Funes su buen nombre para justificar este montón de plata en su cuenta personal. Sea como sea, ha sido muy generoso por parte suya echarle el hombro al pobre candidato de los pobres.
Además le dio una casona en La Mascota. Definitivamente, no podía permitir que el pobre siga aguantando en aquella casa de clase media en Santa Elena. No era apropiado para el futuro presidente del cambio. Como hoy el candidato reveló en la entrevista con Neto López: En aquella casita de Santa Elena ni siquiera le cabían todos los carros - ¿y cómo le iban a garantizar entonces la debida seguridad?
Lástima, don Nico, que no se le ocurrió esto de la mansión apropiada en las campañas anteriores. El pobre Rubén Zamora, cuando era candidato presidencial del FMLN en 1994, tuvo que quedarse toda la campaña en su casita en la Vista Hermosa. Facundo, cuando era candidato del FMLN en 1999, aguantó toda la campaña presidencial en su casita en la Motocross. Ni siquiera a Schafick le dieron una casona adecuada, se quedó aguantando peligros en su modesta casa por el parque de la Miramonte.
¡A lo mejor por esto perdieron! No tenían los amigotes adecuados para darles carros y casas de presidente...
¡Que bueno que esta vez es diferente! Esta vez, si pierde el FMLN, por lo menos no será porque no le dieron a su candidato un estilo de vida adecuado.
Gracias, Don Nico, por este servicio a la revolución.
Le saluda Paolo Lüers
(El Diario de Hoy, Observador Electoral)