miércoles, 11 de febrero de 2009

Sobre las des-inscripciones

Quiero escribir algunas ideas sobre las "des-inscripciones".

En verdad ese hecho político es violatorio de todo el órden jurídico político salvadoreño.

Yo soy de los responsables de la Ley electoral con que fuimos a las elecciones de 1982 para elegir a la Constituyente que hizo la Constitución de 1983. Varios artículos de la Constitución los escribí de mi puño y letra. Si querés soy uno de los responsable de porque el TSE (antes CCE) está constituido por representantes de partidos políticos. Como sacamos a los militares de la política. La deuda política. Etc.

Pero vamos con la "des inscripción". Ni los Partidos Políticos ni el TSE tienen facultades para hacerlo.

Es que el hecho de ser miembro de un Partido Político ( ya sea porque formemos uno o nos incorporemos a uno ya constituido Art. 72 N° 2 Cn) es un derecho de la persona humana que al alcanzar los 18 años se convierte en ciudadano; y siendo este titular de la soberanía (recordemos que la nuestra es popular Art. 83 Cn) la forma de ejercerla es eligiendo u optando al ejercicio de un cargo público.

Optar a una candidatura (Art. 72 N° 3 Cn) es otro derecho de la persona convertida en ciudadano.

Pero esto solo puede hacerlo a través de un Partido Político (Art. 85 Cn). Esto lo dejamos así para que ningún ejercito (de hecho o de derecho) no pudieran nunca poner presidentes, diputados, alcaldes, etc.

Cuando en 1980 nos mataban (los dos bandos) a los que nos metíamos en política y presumíamos de democráticos dejamos como las únicas dos posibilidades de "sustituir" (nunca "des inscribir" peor retirarse de unas elecciones) la muerte y las incapacidades posteriores a la inscripción.

Es que esto hay que verlo en función de la población electoral que es la que sufre el agravio del engaño cuando después que ha trabajado por un candidato resultan que eran mentiras. Esto es una estafa electoral que para quienes respetamos los derechos cívicos es grave. Es un irresponsable el que procede de esa manera y respecto de él se puede pensar cualquier cosa.

Más grave es el hecho respecto del que ni cuenta se dio como lo desinscribieron. Tiene todo el derecho de deducirles responsabilidad civil, constitucional y hasta penal a quienes le causaron tal agravio.

(Carta a Siguiente Página)