jueves, 12 de febrero de 2009

Columna transversal: Una tragedia reducida a thriller


Juré que no iba a ver la película ‘Valkyria.’ No tenía ganas de ver la versión de Hollywood de la resistencia alemana contra Hitler. Me dio pánico la idea de ver a Tom Cruise tratando de retratar a Klaus Graf von Stauffenberg, un héroe demasiado complicado y contradictorio para el macho de Top Gun y Misión Imposible.

Pero me doy cuenta que todo el mundo que me rodea se está formando su imagen de este capítulo traumático de la historia de mi país viendo esta película, decidí verla para poderla criticar.

Cierto, Tom Cruise nuevamente confirma que es un actor muy limitado. Su retrato de Stauffenberg es lineal, sin matices, no refleja las contradicciones de este héroe alemán. Pero esto ni siquiera es culpa del actor. El guión es así. Su pecado principal: Retrata a un héroe sin historia, sin contradicciones, sin alma.

Queda oculto lo que realmente convierte en héroe a este oficial alemán que trata de matar a Adolf Hitler y salvar su país con un golpe de estado: el proceso muy complejo y contradictorio, que llevó al hijo de una familia aristocrática, militarista y reaccionaria al intento de parar la guerra matando al dictador.

En la película queda oculto cómo Stauffenberg llegó al círculo interno y muy exclusivo de la cúpula militar. No llegó mediante una conspiración para poder atentar contra Hitler. Llegó porque durante años apoyaba fervientemente la guerra mientras su querido ejército la estaba ganando. Llegó porque era parte integral de la casta militar que apoyaba a Hitler en sus planes de convertirse en el dueño de Europa y del mundo.

La historia de Stauffenberg y su Movimiento 20 de Julio (fecha del atentado contra Hitler) es la historia trágica de la derecha militarista y monarquista alemana, que desprecia al nacionalsocialismo por populista, vulgar y inculto, pero no mueve un dedo (mucho menos un fusil) para impedirle el acceso al poder. Tampoco para evitar la política de guerra de Hitler. Por lo contrario, con entrega y entusiasmo le construyen a Hitler la maquinaria militar y le ejecutan sus planes de invasión de los países vecinos. Sin ellos, la casta militar que cinco años más tarde trató de rebelarse, Hitler no hubiera podido iniciar la segunda Guerra Mundial. Sin la indiferencia de los militares como Stauffenberg, Hitler ni siquiera hubiera podido iniciar en 1933 su campaña de eliminación de la oposición de izquierda ni en 1938 la exterminación de la población de origen judío.

Cuando años después, en 1944, se dan cuenta que Hitler está llevando a Alemania y su glorioso ejército al abismo, se llevan el susto de su vida: Ya no tienen el poder para parar el desastre. Quieren eliminar al dictador, hacer un golpe militar y negociar un cese al fuego con los ingleses y americanos, pero resulta que ‘su’ ejército ya no es suyo, es de Hitler. Sus camaradas de armas terminan ejecutándolos a ellos, no al tirano. En vez de terminar como aliados de Occidente en la guerra contra la Unión Soviética –el verdadero sueño del conde Stauffenberg-, Alemana termina derrotada, destruida y dividida.

De todo esto nada se ve en la película. O muy poco. No suficiente para entender la verdadera tragedia detrás de la historia. O para sacar lecciones históricas.

Se podría criticar que la película no menciona la otra resistencia que hubo en Alemania, la resistencia que sí actuó desde el primer momento contra el nazismo; que armó redes para salvar a sus conciudadanos judías del exterminio; que cometió sabotaje contra la industria militar...

Pero no tiene sentido criticar una película porque no cubre toda la historia. Es legítimo escoger una parte, como el grupo del 20 de Julio, o una persona, como el conde Klaus von Stauffenberg quien tuvo el valor de intentar eliminar al tirano. Es legítimo y tiene un incomparable potencial dramático para hacer una película tremenda sobre la tragedia de estos oficiales aristócratas que se pactaron con el diablo, y cuando quieren deshacerse de él, los devora antes de irse al infierno.

Lástima que la United Artists de Tom Cruise redujo esta tragedia a un action thriller más: la preparación, la ejecución y el fracaso de una conspiración que les cuesta la vida a los protagonistas.

(El Diario de Hoy)