sábado, 21 de febrero de 2009

Peces fuera del agua


Hoy Romeo Lemus, en su ‘Primera Entrevista’ del Canal 33, presentó a tres hombres que se apuntaron a la campaña presidencial del FMLN: José Napoleón Duarte, hijo del ex-presidente; el doctor Morales Erlich, ex-alcalde democratacristiano de San Salvador; y Roberto Edmundo Viera, secretario de comunicación en el último gobierno de Duarte.

Lemus los presentó como testigos contra la credibilidad del actual PDC, conducido por Rodolfo Parker y Ana Guadalupe Martínez, y contra la decisión de este partido de apoyar la candidatura de Rodrigo Ávila.

Para contrarrestar el impacto del apoyo que el PDC da a Ávila, evocan el nombre del presidente Napoleón Duarte, otro hombre que ha predicado ‘el cambio’. Llegan a la desfachatez de decir que Duarte, si estuviera vivo, hoy apoyaría a ‘el cambio’ que promete del FMLN y Funes. Se olvidan que Duarte, quien habló mucho de democracia y paz, terminó gobernando para los militares y para el Washington de Ronald Reagan.

Sería mejor que dejaran descansar en paz a Duarte.

¿Cómo piensan las momias de la Democracia Cristiana histórica favorecer al FMLN y su candidato vinculándolos con Napoleón Duarte? ¿Que tienen en común Duarte y el FMLN? ¿Será la corrupción? ¿Será lo de besar banderas extranjeras?

¿Cuál es el Duarte que tratan de evocar? El gran retórico que habló y habló y habló de la paz, pero no la pudo hacer, porque nunca mandaba en su propio gobierno?

No se olviden, para que el diálogo y la paz se hiciera realidad, Duarte tuvo que perder las elecciones. Fue Duarte quien habló de la paz, pero Cristiani quien la hizo.

Ellos se presentan como los verdaderos herederos de Duarte, deslegitimando al actual PDC. Es cierto, el PDC de hoy ya no es el de Duarte. El de Duarte lo mataron los mismos señores que hoy se esfuerzan en reivindicarlo. Primero con la desenfrenada corrupción alrededor de un presidente ya políticamente débil y además enfermo. Al final fueron ellos los que firmaron el acta para entregar el partido a Ronal Umaña. Quien, de paso sea dicho, hoy en día está con los Amigos de Mauricio Funes, donde ahora piden posada Morales Erlich, Duarte hijo y Viera.

El PDC de hoy no trata de esconderse detrás de Duarte para tomar la decisión de alinear su partido en un bloque de todos contra el FMLN y su ambición de transformar al país. Puede ser equivocada la decisión, pero se basa en su lectura de la situación actual del país.

Algunos de los demócratas cristianos históricos –históricos no sólo porque fueron parte de la historia de Duarte, sino también porque definitivamente son historia y ya no juegan ningún papel protagónico- quieren capitalizar la memoria del presidente Duarte para asegurarse su lugar en el Frente Amplio por el Cambio conducido por el FMLN. Es el único capital político que les queda, después de haber perdido todo debido a corrupción, incapacidad y oportunismo. No aportan votos, no aportan organización territorial, sólo aportan al Frente Amplio de Mauricio Funes el nombre de Napoleón Duarte.

Dudo que el FMLN y su candidato puedan hacer campaña con el nombre de Duarte y sus compadres.

Por más que algunos digan “Duarte Vive”, Duarte murió, y con él la ilusión trágica de un cambio que se convirtió en pesadilla.


(El Diario de Hoy, Observatorio Electoral)