(Versión actualizada)
El proyecto de concentración arbitraria de poder a largo plazo del presidente de Nicaragua Daniel Ortega, en lo que cada vez más asume el carácter de una dictadura familiar, ha llevado en los últimos meses a la clausura de partidos políticos y malversación de las reglas electorales, a la represión a garrotazos de manifestaciones opositoras por medio de fuerzas de choque, a la persecución de artistas y escritores como el poeta y sacerdote Ernesto Cardenal y los hermanos Carlos y Luis Enrique Mejía Godoy, a la presión contra canales de televisión independientes para cancelar programas de opinión críticos al régimen, como ocurrió con “El 2 en la Nación”, y a juicios amañados contra directores de medios de comunicación, como ha ocurrido con los director del diario La Prensa, todo en medio de una campaña intimidatorio de injurias, difamación y calumnias en contra de los periodistas independientes y de los dirigentes de organizaciones políticas y civiles.
El último en esta lista es el periodista Carlos Fernando Chamorro, hijo de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, el valiente director del diario La Prensa asesinado por la dictadura de la familia Somoza en 1978. Carlos Fernando dirige en Managua el programa de televisión Esta Semana, que se transmite por el canal 8 y goza de amplia credibilidad por su independencia y profesionalismo, y preside también la Fundación Cinco, dedicada a promover investigaciones sobre comunicación, cultura y democratización, y a promover el periodismo investigativo.
En junio del año pasado, Carlos Fernando presentó en Esta Semana una investigación periodística demostrando la existencia del primer gran caso de corrupción en el gobierno de Ortega: una millonaria extorsión extrajudicial fraguada desde la Secretaría del partido FSLN, donde también opera la Casa Presidencial. La Fiscalía enterró el caso en la impunidad; el empresario que denunció la extorsión fue condenado por injurias y calumnias, y el diputado Alejandro Bolaños, que respaldó la denuncia, fue despojado arbitrariamente de su escaño legislativo.
Desde entonces Carlos Fernando fue sometido a una campaña de difamación en la televisión y la radio oficial, que controla Rosario Murillo, la esposa de Ortega, atribuyéndole delitos tales como los de “narcotraficante, asociación para delinquir, agresor de campesinos y mafioso roba-tierras”, en un franco afán de intimidarlo y callarlo. Ahora, se le ha abierto causa por “lavado de dinero”.
El Ministerio de Gobernación ha acusado a Cinco, y por tanto a Carlos Fernando, de “triangulación y lavado de dinero” por haber suscrito un convenio con el Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), organismo que ha condenado la prohibición del aborto terapéutico establecido en las leyes por el régimen de Ortega, convenio financiado por ocho gobiernos europeos y administrado por OXFAM de Inglaterra, con el propósito de promover “la ciudadanía plena de las mujeres”. La esposa de Ortega se había adelantado a señalar este convenio como el “el fondo satánico” y “Los fondos del mal”. El caso ha pasado a la Fiscalía General, que decide las acciones penales en contra de los ciudadanos, y Carlos Fernando ha sido sometido ya a un extenso interrogatorio por los fiscales designados para llevar el caso.
Carlos Fernando ha declarado: “al no existir una base legal sobre esta investigación, tengo la convicción de que el gobierno está intentando armar un caso jurídico para justificar una acción de represalia política, que ya fue decidida en las más altas esferas del poder, contra Cinco y sus directivos, así como contra periodistas, medios de comunicación, y organizaciones de la sociedad civil, que en base a sus derechos constitucionales ejercen una labor crítica sobre la gestión del gobierno.”
Llamamos a la comunidad internacional a denunciar estos hechos que sólo demuestran el camino que Nicaragua lleva hacia la dictadura bajo el régimen de Ortega, y a solidarizarse plenamente con el periodista Carlos Fernando Chamorro, amenazado con la cárcel, quien igual que su padre defiende el derecho a la libre expresión frente a la brutalidad del autoritarismo.
El proyecto de concentración arbitraria de poder a largo plazo del presidente de Nicaragua Daniel Ortega, en lo que cada vez más asume el carácter de una dictadura familiar, ha llevado en los últimos meses a la clausura de partidos políticos y malversación de las reglas electorales, a la represión a garrotazos de manifestaciones opositoras por medio de fuerzas de choque, a la persecución de artistas y escritores como el poeta y sacerdote Ernesto Cardenal y los hermanos Carlos y Luis Enrique Mejía Godoy, a la presión contra canales de televisión independientes para cancelar programas de opinión críticos al régimen, como ocurrió con “El 2 en la Nación”, y a juicios amañados contra directores de medios de comunicación, como ha ocurrido con los director del diario La Prensa, todo en medio de una campaña intimidatorio de injurias, difamación y calumnias en contra de los periodistas independientes y de los dirigentes de organizaciones políticas y civiles.
El último en esta lista es el periodista Carlos Fernando Chamorro, hijo de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, el valiente director del diario La Prensa asesinado por la dictadura de la familia Somoza en 1978. Carlos Fernando dirige en Managua el programa de televisión Esta Semana, que se transmite por el canal 8 y goza de amplia credibilidad por su independencia y profesionalismo, y preside también la Fundación Cinco, dedicada a promover investigaciones sobre comunicación, cultura y democratización, y a promover el periodismo investigativo.
En junio del año pasado, Carlos Fernando presentó en Esta Semana una investigación periodística demostrando la existencia del primer gran caso de corrupción en el gobierno de Ortega: una millonaria extorsión extrajudicial fraguada desde la Secretaría del partido FSLN, donde también opera la Casa Presidencial. La Fiscalía enterró el caso en la impunidad; el empresario que denunció la extorsión fue condenado por injurias y calumnias, y el diputado Alejandro Bolaños, que respaldó la denuncia, fue despojado arbitrariamente de su escaño legislativo.
Desde entonces Carlos Fernando fue sometido a una campaña de difamación en la televisión y la radio oficial, que controla Rosario Murillo, la esposa de Ortega, atribuyéndole delitos tales como los de “narcotraficante, asociación para delinquir, agresor de campesinos y mafioso roba-tierras”, en un franco afán de intimidarlo y callarlo. Ahora, se le ha abierto causa por “lavado de dinero”.
El Ministerio de Gobernación ha acusado a Cinco, y por tanto a Carlos Fernando, de “triangulación y lavado de dinero” por haber suscrito un convenio con el Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), organismo que ha condenado la prohibición del aborto terapéutico establecido en las leyes por el régimen de Ortega, convenio financiado por ocho gobiernos europeos y administrado por OXFAM de Inglaterra, con el propósito de promover “la ciudadanía plena de las mujeres”. La esposa de Ortega se había adelantado a señalar este convenio como el “el fondo satánico” y “Los fondos del mal”. El caso ha pasado a la Fiscalía General, que decide las acciones penales en contra de los ciudadanos, y Carlos Fernando ha sido sometido ya a un extenso interrogatorio por los fiscales designados para llevar el caso.
Carlos Fernando ha declarado: “al no existir una base legal sobre esta investigación, tengo la convicción de que el gobierno está intentando armar un caso jurídico para justificar una acción de represalia política, que ya fue decidida en las más altas esferas del poder, contra Cinco y sus directivos, así como contra periodistas, medios de comunicación, y organizaciones de la sociedad civil, que en base a sus derechos constitucionales ejercen una labor crítica sobre la gestión del gobierno.”
Llamamos a la comunidad internacional a denunciar estos hechos que sólo demuestran el camino que Nicaragua lleva hacia la dictadura bajo el régimen de Ortega, y a solidarizarse plenamente con el periodista Carlos Fernando Chamorro, amenazado con la cárcel, quien igual que su padre defiende el derecho a la libre expresión frente a la brutalidad del autoritarismo.
Sergio Ramírez Mercado
Firman en El Salvador:
William Meléndez, director de noticias, Canal 12
Oscar Samayoa, miembro de la dirección del CD
Paolo Luers, columnista El Diario de Hoy
Benjamín Cuellar, director IDHUCA
Lafitte Fernández, periodista, El Mundo
Salvador Samayoa, analista político,
Miguel Huezo Mixco, escritor
Roberto Rubio, economista, director de FUNDE
Narciso Castillo, director de Canal 33
Rodrigo Samayoa Valiente, editor Siguiente Página
Cecilia Rodas, politóloga
Napoleón Campos, politólogo
Jacinta Escudos, escritora
Eduardo Galeano, escritor
Ernesto Rivas Gallont, ex-embajador, blogger
Carlos Domínguez, Jefe Prensa, Canal 12
Eduardo Vásquez Becker, médico
Carlos Rivera, MAN
Héctor Lindo-Fuentes, historiador
Roberto Turcios, historiador
Geovanni Galeas, editor Centroamerica 21
Carlos León Ramos, comunicador IDHUCA
Guillermo Galván, politólogo, Presidente de FUNDAMUNI
Porfirio Salvador Figueroa, Miembro de la Directiva Nacional de ASALDIG
Juan Baltasar Mejia Delgado, Economista
Carlos Imendia, Economista
Carlos Imendia, Economista
Martín Ramos Samayoa, Docente del Sector Público, Santa Ana
Carlos Dada, director El Faro
Mercedes Letona, directora BANCOFIT
Eduardo Torres, director editorial El Diario de Hoy
Fabricio Altamirano, director ejecutivo El Diario de Hoy
Ricardo Chacón, Editor Jefe El Diario de Hoy
Carlos Dada, director El Faro
Mercedes Letona, directora BANCOFIT
Eduardo Torres, director editorial El Diario de Hoy
Fabricio Altamirano, director ejecutivo El Diario de Hoy
Ricardo Chacón, Editor Jefe El Diario de Hoy
Jose Luis Sanz, subjefe información, La Prensa Gráfica
Carolina Quinteros, Socióloga
Rubén Zamora, politólogo
Horacio Castellanos Moya, escritor
Rubén Zamora, politólogo
Horacio Castellanos Moya, escritor
José Francisco Marroquín, Administrador
Giovanni Berti, Columnista de El Faro
Paulita Pike, Psicóloga y Activista Derechos Humanos
En otros países, han firmado esta carta:
José Zamora, programa de periodismo Fundación Knight, USA
Susan Meiselas, fotoperiodista, Estados Unidos
Alma Guillermoprieto, periodista, México
Tomás Eloy Martínez, escritor y periodista, Argentina
Carlos Monsivais, escritor y periodista, México
Horacio Verbitsky, periodista, Argentina
Germán Rey, periodista, Colombia
Geraldo Vieira Filho, periodista, Brasil
Joaquín Estefanía, periodista, España
Rosental Calmon Alves, periodista, Brasil
Jean-François Fogel, periodista, Francia
Francis Pisani, periodista, Francia
Héctor Feliciano, periodista, Puerto Rico
Daniel Santoro, periodista, Argentina
Mario Benedetti, escritor, Uruguay
Eduardo Galeano, escritor, Uruguay
Ariel Dorfman, escritor, Chile
Ángeles Mastretta, escritora, México
Laura Restrepo, escritora, Colombia
Juan Villoro, escritor, México
José Miguel Oviedo, escritor, Perú.
José María Pérez Gay, escritor, México
Danilo Arbilla, periodista, Uruguay
Alexis Márquez, periodista, Venezuela
Héctor Aguilar Camín, escritor, México
José Emilio Pacheco, escritor, México
Gonzalo Celorio, escritor, México
Rosa Regás, escritora, España
Carmen Boullosa, escritora, México
Héctor Abad Faciolince, escritor, Colombia
Bianca Jagger, activista de derechos humanos, Inglaterra/Nicaragua
Gabriela Esquivada, periodista, Argentina
Cristiana Chamorro, periodista, Nicaragua
Lydia Chávez, profesora de periodismo, Universidad de Berkeley, California
Sergio Aguayo, periodista, México
David Unger, escritor y académico, Estados Unidos
Eric Nepomuceno, periodista, Brasil
José María Pérez Gay, México
Cristina Pacheco, periodista, México
Ana Coen Bickford, periodista, Estados Unidos
Iris Fiori, escritora, Argentina
Roberto Díaz Castillo, escritor, Guatemala
Dinah Livingstone, escritora, Gran Bretaña
Carlos Figueredo Planchart, periodista, Venezuela
José Luis Balcárcel, filósofo, México/Guatemala.
Karen Flakoll Fauché, periodista, Francia
Gloria Guardia, escritora, Panamá
Ricardo Alfaro, jurista, Panamá
Beatriz González, pintora, Colombia
Urbano Ripoll, arquitecto, Colombia
Ana Teresa Torres, escritora, Venezuela
Martha Cerda, presidenta PEN Club, Guadalajara, México
Sarah González de Mojica, académica, Colombia
Luise y Henning Sherf, periodistas, Alemania
Hortensia Campanella, escritora, Uruguay
Esperanza Ortega, poeta, España.
Jose Barrera, Pen Club, Guatemala
Ricardo Ríos Torres, escritor, Panamá
Marta Cerda, Presidenta Pen Club, Guadalajara
Luis Fayad, escritor, Colombia.
Ricardo Arturo Ríos Torres
Leticia Santín, periodista, México
Ana María Rodas, escritora, Guatemala
Sealtiel Alatriste, escritor, México
José Barrera, PEN Club, Guatemala
Ricaurte Arrocha Adames, periodista, Panamá
Alberto Cortés Ramos, sociólogo, Costa Rica
Carlos Cortés, escritor y periodista, Costa Rica
Silvia Garza, escritora, México
Adolfo Castañón, escritor, México
María Lourdes Cortés, escritora, Costa Rica
Ramon Piña Valls, periodista, España
Julio Ortega, escritor y crítico literario, Perú
Victoria de Stefano, escritora, Venezuela.
Caridad Plaza, periodista, España
Ricardo Stein, sociólogo, Guatemala
Constantino Urcuyo, politólogo, Costa Rica
Miguel Antonio Bernal, periodista, Panamá
Manuel Guedán, académico, España
Basilio Baltasar, escritor, España
Ricardo Bada, escritor, España.
Mimí Prado, socióloga, Costa Rica
Anabell Aguilar, poeta, Costa Rica
Noe Jitrik, escritor, Argentina.
Julio Mendivil, músico, Perú.
Benjamín Prado, escritor, España.
Ana Istarú, poeta, Costa Rica
Carolina Godoy Castañeda, periodista, Guatemala
Heinz G. Schmidt, periodista, Alemania
Stacey Alba Skar, profesora, Western Connecticut State University, EEUU
Judit Lentijo, escritora, Argentina
Luis Nicastro , escritor, filósofo, Argentina
Ernesto Mallo, periodista, Argentina
Julio Selser, abogado, escritor, Argentina
Cesar Matta Alsina, periodista, Argentina
Camilo José Cela Conde, escritor, España
Juan Comparan Arias, escritor, México
Arturo Accio, escritor, músico, México
Enrique Guillermo Suárez, escritor, Argentina
José Carlos Rosales, escritor, España
Para suscribir esta declaración, p.f. mandar una nota a siguientepagina@gmail.com