martes, 26 de agosto de 2008

ALTO A LAS REDADAS Y DEPORTACIONES

Los candidatos presidenciales en Estados Unidos se preparan para sus respectivas convenciones, en las cuales de manera oficial serán ratificados por los delegados nacionales de sus partidos políticos y así, competir sin tregua por los próximos dos meses para conquistar la Presidencia de USA. Dentro de este marco político, los latinos que pueden ejercer el voto en este país y están aun indecisos por quien votar, son asediados con el objetivo de definir estas elecciones.

Los ciudadanos estadounidenses de origen Latinoamericano son ahora la voz y voto del pueblo Latinoamericano que es la minoría más grande en este país, y en su decisión política, recae el futuro histórico de millones de inmigrantes, sobretodo el destino de quienes se encuentran de manera indocumentada en el país.

Se estima que el numero de personas indocumentadas es de trece millones y su mayoría consiste de Latinoamericanos, por lo tanto, es oportuno hacerse la pregunta: ¿Por quien los latinos deberían votar?

Los tópicos más importantes en la agenda de intereses de la comunidad hispana son: el empleo, acceso a la salud, la crisis hipotecaria y naturalmente la reforma migratoria.

Actualmente, dentro de las imperfecciones de esta democracia, el tópico que muestra la intolerancia retrograda de algunos de sus lideres, son las redadas y deportaciones masivas de seres humanos que esta economía necesita para crecer, pero que, por el radicalismo de algunos déspotas y la hipocresía de otros, estos seres humanos son sometidos a un proceso inhumano de cárcel y separación de sus familias.

Hace cuatro años estreché la mano del Presidente George W. Bush, y le agradecí por su iniciativa, después de escuchar su anuncio de reforma migratoria, como invitado a la Casa Blanca, sin embargo, desde entonces, la mayoría de políticos del partido republicano han sido los precursores de estas políticas de expulsión y separación de familias, además, ellos son responsables de paralizar el proceso de reforma propuesto entonces.

Por su parte el partido demócrata, después de las históricas marchas en toda la nación del verano de hace dos años, pidió el voto hispano para conquistar la mayoría en la cámara de representantes, adonde se estancó la reforma y garantizaron el ejecutar dicha reforma si ganaban mayoría, sin embargo, tan pronto como el voto hispano les otorgó la victoria, así, pospusieron el tema por un año, hasta llegar a la determinación de retomarlo hasta después de las elecciones presidenciales de este Noviembre.

Ahora ambos candidatos se proclaman a favor de ejecutar esa reforma si ganan la presidencia; al honorable Sen. John McCain, le antecede su lucha a favor de esta reforma, la cual ha realizado de manera excelente.

El honorable senador Barrack Obama, aun sin haber brillado como McCain en el tema, le precede la lucha en pro de los inmigrantes que han realizado personas de su partido como los honorables Senadores Edward Kennedy, Luis Gutiérrez y Hillary Clinton.

Las perspectivas con relación al tema migratorio en ambos candidatos son positivas, mas el poder del voto latino para otorgar el gane en las próximas elecciones, no debería partir en considerar quien de los dos es más confiable para cumplir su promesa de reforma migratoria, si no quien de los dos puede poner paro inmediatamente a las redadas y las deportaciones masivas, hasta que el tema sea discutido y solucionado.

Sin duda, los mayores interesados en impulsar que los candidatos ejecuten el paro a estas políticas nefastas e inhumanas, son los ciudadanos mayores de edad, quienes son hijos de inmigrantes indocumentados, ellos cuentan con la voz de sus padres en sus votos y ésta es su oportunidad histórica de rescatar a sus padres de ser apresados, expulsados y separados.

Medios latinos de prensa impresa o en línea, visuales y audibles, pero sobretodo, los gigantes, Univision y Telemundo, deberían utilizar su poder informativo para solicitar formalmente a los candidatos que se expresen sobre esta posición política de suspender temporalmente las redadas y deportaciones masivas de seres humanos honestos, hasta que la reforma migratoria sea aprobada e implementada.

El pueblo latinoamericano lo necesita, lo clama.