Un día platicando con un amigo economista me llamo la atención como podíamos tener una visión tan diferente de los mismos problemas. A fin de cuentas la Economía y la Ecología ocupan instrumentos muy parecidos, las estadísticas financieras se parece mucho a los análisis de crecimiento de poblaciones, los ciclos de oferta y demanda se parecen al balance presa-depredador, deberían de ser dos ciencias que se entiende mucho entre sí. Pero al parecer no.
Economista:
Mirá estamos hablando de lo mismo. El futuro de El Salvador está en el crecimiento económico y la liberalización del mercado. Cada vez que tratan de regular un producto ahí comienza el caos, cuando le ponen impuestos a las cosas o cuando no dejan que el mercado fluya libremente. Bueno pero lo que te estaba diciendo es que no importa si los precios siguen altos, lo que necesita El Salvador es que el sector privado tenga menos trabas, así se generará más inversión y se crearán fuentes de empleo. Si hay empleos la gente estará mejor, gastará más y tendremos una economía robusta que pueda soportar las crisis del mundo. Si ya se, lo que me vas a decir, la empresa privada salvadoreña es un poco miope y siempre ha tratado muy mal a sus empleados. Ahí si tenés razón deberíamos de presionar para que paguen mejores sueldos, porque solo así estos tendrán la posibilidad de comprar y así se fortalecen sus propias empresas. Esto es difícil que lo vean, porque me acuerdo en mis clases como me insistían los profesores, la mejor manera de aumentar la rentabilidad de una empresa es disminuir los costos, por tanto son necesarios procesos eficientes, jornadas laborales largas y el menor y más barato personal posible.
Ecólogo:
Bueno antes que te pases a otro tema te interrumpo. Pero si estoy de acuerdo, la burguesía salvadoreña es miope. Es la que genera el mayor descontento entre el pueblo y es la que tiene ahora al borde de la derrota electoral a ARENA. Pero donde si no tenés razón es en tu modelo general de las cosas. No podes decir que la solución es crecer. Porque no es cierto, no existe un modelo abierto, donde siempre se puede seguir creciendo. Todo tiene un límite, todo depende de la disponibilidad de recursos y de la capacidad de recuperación (resilencia) de los sistemas. Si alguien “crece” es porque alguien no lo hace. Las riquezas europeas son acosta de los recursos naturales americanos, africanos y asiáticos. Simplemente no todos podemos tener el mismo nivel de riqueza, los países no pueden todos aspirar a crecer, eso simplemente lo que conlleva es a lucha desesperada por tratar de sobrevivir unos y morir los otros. Mira cuando el petróleo se acabe…
Economista:
Momento, ahí me has dado un ejemplo bárbaro, el petróleo. Cuantos años tiene de estar diciendo todos ustedes ecologista y ambientalista, que el petróleo se acaba y que ahí será el final de los tiempos, ahora resulta que el petróleo que solo duraría por los próximos 100 años, ahora se calcula que durará por los próximos 200 años ¿por qué? Porque no toman en cuenta la variable más importante en esto: La ciencia. El desarrollo tecnológico nos ha permitido, que podamos existir más humanos sobre la tierra de los que se pensaba posible. Esa misma tecnología es la que hace que esto sea un sistema abierto, porque nos permite seguir creciendo, nos permite seguir utilizando los recursos de la tierra cada vez más y de mejores maneras. Nos permite ser más eficientes en la utilización de recursos. Si ya se que me dirás que esas tecnologías no las ocupan todos, que el mundo avanza muy desigualmente. Pero avanza, la vendita revolución de la sostenibilidad de la que tanto hablas nos está invadiendo.
Ecólogo:
No te equivoques, tenés razón, cada vez más tenemos más conciencia ecológica, cada vez más nos preocupamos por la eficiencia de los sistemas. Pero la evolución de la ciencia es finita y está delimitada por la cantidad de recursos disponibles en el planeta. Para el 2050 seremos cerca de 9 billones de humanos en el planeta, ¿cuanto alimento necesitaremos?, donde están las tierras de cultivo necesarias para que se alimenten esos 9 billones. Según el cálculo de Wilson en un artículo de Scientific American del 2003, con una cantidad un poco mayor de personas se necesitaría todas las tierras disponibles cultivables produciendo granos con las mejores técnicas para alimentarnos todos. Si nos alimentamos de carne simplemente, no alcanza para todos. Si vivimos como viven en Europa se necesitarían 3.9 tierras, si vivimos como viven en Estados Unidos, se necesitarían 4.5 tierras. Si vivimos como viven los más ricos en El Salvador, seguro que necesitamos muchas veces El Salvador. El crecimiento no puede ser la aspiración, porque simplemente no alcanza para todos.
Después de esa plática reflexioné sobre esto, no podemos seguir igual, no podemos centrarnos en promover solo el crecimiento económico. No podemos esperar a que la ciencia resuelva los problemas. Tenemos de verdad que actuar y promover que nuestro gobierno enfrente la crisis energética, la crisis de los alimentos y cualquier otra con conciencia del mundo donde vivimos, de que el tiempo de las grandes soluciones se acaba, de que las pequeñas mejoras para el vivir día a día cuentan. La eficiencia energética, la mejor en los sistemas de producción, el generar menos basura y otras medidas tiene que ser el pan nuestro de cada día. Pero para que esto sea así hay que tratar de entender cuales son las necesidades y preocupaciones de los empresarios y brindarles opciones, así como durante años hubo que hacer el trabajo de que los políticos entendieran la importancia de este asunto. Ahora hay que trabajar con los empresarios para encontrar las soluciones más eficientes.
Hay que hablar el mismo idioma entre dos ciencias que tienen fundamentos muy parecidos. Hay que romper barreras. Hay que comenzar a caminar en el sentido de las soluciones. Por ejemplo que en el análisis económico se incluyan los factores ambientales, las famosas externalidades; y que en los análisis ambientales se tome en cuenta el crecimiento económico y el impacto que esto puede ocasionar.