lunes, 17 de marzo de 2008

UNA SOCIEDAD JUSTA FUNDADA EN EL RESPETO A LA LIBERTAD Y EL COMPROMISO CON LA DEMOCRACIA

La campaña política en nuestra extrañada patria de El Salvador, ha iniciado con mucha anticipación, debido a la importancia histórica que las elecciones del 2009 significan para las aspiraciones de poder político y económico para los miembros de la clase política y sus aliados en el país.

El discurso político de los dos partidos mayoritarios, inició con la posición individual sobre sus perspectivas de libertad y democracia; mientras los partidos menos populares, muestran sus disponibilidades a incorporarse a la alianza política que mejor satisfaga sus propias necesidades, y así, no perder la oportunidad de participar en el repartimiento del inmenso pastel de poder que las próximas elecciones generales ofrecen.

Para los casi tres millones de salvadoreños que vivimos en Estados Unidos, el resultado de ese futuro histórico, tiene repercusiones mínimas, porque tenemos la oportunidad de continuar trabajando, de educarnos y progresar; aunque, el gobierno de El Salvador a través de sus representantes, impulsen una campaña de miedo aquí y en El Salvador. Los salvadoreños que vivimos en Estados Unidos, tenemos la oportunidad de experimentar una sociedad sólida en libertades y democracia.

Una sociedad a la vanguardia del siglo XXI, que dirige el destino del mundo. Adonde su poder e influencia es casi supremo sobre las naciones de la Tierra, y es aquí adonde vivimos. Aquí, adonde, la cónsul general de Washington DC, puede decir por radio que si ARENA pierde, los salvadoreños amparados al TPS, perderemos el beneficio. Aquí, adonde, militantes del FMLN, críticos y enemigos del imperialismo yanqui, trabajan bien remunerados, utilizan servicios de salud y educación gratuita, manejan autos y compran casas como oligarcas y sobretodo, pagan impuestos que financian el poder y la extensión del imperio que odian, aunque se identifiquen como anarquistas.

Aquí adonde por siglos se ha dicho que puedes ser lo que quieras ser. Esta es una sociedad justa, no perfecta; que ha evolucionado constantemente desde los días de la esclavitud, de la segregación racial y que debe continuar evolucionando con respecto a la inmigración.

Aun así, es una sociedad formidable en la implementación de las libertades y respeto de la integridad humana. Todo el mundo sabe que acá es posible todavía realizar tus sueños, si te lo propones y tienes el coraje de trabajar duro hasta lograrlo. Muchos lo hemos hecho y otros lo continuarán haciendo. Obtenerlo es posible, porque existe un sistema de gobierno, que trabaja con el propósito de proporcionar oportunidad de superación para la nación y comprende que la nación somos todos, y basado en ello, trabaja ofreciendo una de las mejores transparencias administrativas en el mundo; la honorabilidad de los representantes del pueblo; la estricta aplicación de las leyes y el orden; la imparcial ejecución de la justicia; la promoción, regularización y financiamiento de la pequeña empresa, quienes son los promotores de nuevas fuentes de riqueza; la educación pública que da la oportunidad de preparar generaciones de ciudadanos que conquistan las barreras del descubrimiento científico, la superación artística, la integración social y el desarrollo económico.

La realidad expresada por la mayoría del pueblo en el territorio patrio, es que el sistema político en El Salvador, aun, no es, una vía para la libertad del pueblo. La democracia salvadoreña es muy frágil, es comparable a la de los fundadores de este país, quienes como Thomas Jefferson, proclamaron libertad, mientras continuó teniendo esclavos; democracia, mientras, no facilitó que todo el pueblo ejerciera el voto.

Nuestra patria, necesita la madurez política del pueblo, la cual es sustancial, y esa madurez considero que será demostrada en la elección de nuestros próximos gobernantes, basada en la oferta de gobierno con planes específicos de solución a los problemas de mayor interés que afectan al pueblo, mas que en la popularidad del ciudadano o la institución política que le respalda. Y eso será un avance inmenso hacia obtener la libertad y la democracia que queremos.

El partido ARENA, es honesto en su concepto ideológico, el himno del inmortal Mayor d’Aubuisson, expresa el propósito de la fundación del partido, y hoy más que nunca su lucha contra el comunismo en las próximas elecciones, será más fuerte. Mas, para quienes conocieron el espíritu del Mayor, al fundar el partido político, y ahora han sido aislados de la evolución del partido, conocen que la lucha y el sacrificio del Mayor, ha sido traicionado, porque, la miseria económica del campesino que le dio de comer y le dio de dormir en la hamacas de esos ranchos mientras fundaba el partido, no ha cambiado. Y si lo ha hecho, es por los exiliados que envían remesas, no por el gobierno que el visionó.

El partido FMLN, merece el beneficio de la duda, son puristas en el concepto revolucionario de Don Agustín Farabundo Martí, aún, durante su ascensión al poder de la nación como segunda fuerza política, su deficiencia administrativa en San Salvador, ha demostrado que el liderazgo, ignora las necesidades del pueblo. Pero con su último super candidato, aunado a la convocatoria de diálogo nacional, es oportuno esperar, antes de ofrecer una posición determinante sobre sus intereses reales.

Para los salvadoreños que vivimos en Estados Unidos, es importante que la política exterior de su plan de gobierno, no sea de insulto y menosprecio a este país, porque somos casi tres millones de ciudadanos, quienes nos hemos superado integralmente y en su mayoría deseamos que se respete a la nación que nos da esa oportunidad. Un poeta dijo: “Lo que me ha enajenado del proceso revolucionario chino, no ha sido Mao Tse-tung sino maotsetungnismo”, Igual en mi patria, el efemelenismo y el nacionalismo, han enajenado mi admiración por la revolución de Farabundo Martí y la defensa de la patria, con la visión de Paz, Progreso y Libertad, de Roberto D’Aubuisson.

El Salvador necesita armonizar ambos conceptos y despolarizar nuestra sociedad. Ese es el reto del centro político, el cual es un gigante dormido, que puede hacer realidad la consolidación de una sociedad justa fundada en el respeto a la libertad y el compromiso con la democracia, sin extremismos que fomentan el odio entre hermanos.

Walter G. Monge-Cruz
Secretario General

Comision Civica Democratica
703-943-8259