Es un hecho, las elecciones del 2009 van a llevarse a cabo en fechas separadas. Para algunos la decisión del Tribunal Supremo Electoral (TSE) es errónea, porque puede provocar niveles altos de absentismo y aumentar la polarización del país, para otros la decisión es prudente, ya que dará un elemento de juicio importante a los ciudadanos para la elección presidencial, sabrán como quedará la correlación de fuerzas en La Asamblea Legislativa y en los gobiernos municipales, con esto en mente podrán optar por dar poderes absolutos a un solo partido o balancear los poderes.
Éste último efecto es el que parece tener una buena base de razón, pero quiero ir más allá y analizar la decisión del TSE, no por sus efectos, sino por sus causas. Creo que la causa que ha motivado tal decisión (comicios separados) es política con implicaciones económicas.
Hay que retroceder en el tiempo y remitirnos a las presidenciales del 2004, donde quedaron muertos (pero no de manera definitiva) el PCN y el PDC. De estos, fue el partido de las manitas quien alcanzó el mayor porcentaje de votos, el 2.71%, porcentaje por debajo del 3% necesario para lograr el mínimo que exige la ley para existir como instituto político.
Pero, así como el mago saca un conejo del sombrero, así surgió un argumento que permitió que los tres partidos resucitaran y fueran parte del proceso electoral del 2006 para elegir alcaldes y diputados, en donde, aparte de las dos partidos mayoritarios (ARENA y FMLN), el PCN y el PDC se quedaron con una tajada del codiciado pastel electoral.
Del total de votos obtenidos en las elecciones del 2006, al PCN le correspondieron $1,017,083 y al PDC la cantidad de $596,364. Gran cambio, verdad. Dos años antes estaban siendo sepultados y ahora eran una empresa rentable. Piense, no les gustaría tener una empresa que reporte una ganancia de cerca de un millón de dólares para los próximos tres años u otra que de un poco más de medio millón de dólares, nada despreciables para tres años. Pues a los políticos tampoco les disgusta.
De esta manera, al PCN y al PDC las elecciones presidenciales les recuerdan su casi desaparición como partidos políticos; elecciones de alcaldes y diputados les suenan, literalmente, a dinero. En las últimas cuatro elecciones de presidente la participación de los partidos pequeños no ha sido relevante, y es evidente que la del 2009 no será la excepción. Como dice el refrán, es mejor prevenir que lamentar; es mejor evitar que sean elecciones conjuntas, donde la votación por el presidente dominará a la de alcaldes y diputados. Más claro, ante la posibilidad que se repitan los resultados del 2004, mejor separar los comicios.
Ahora bien, para que el TSE tomara la resolución de separar las elecciones se necesitan tres de cinco votos, en este caso el tercero viene de ARENA. En principio, al partido de gobierno no le representa una ventaja competitiva la forma en que se lleve a cabo el proceso electoral del 2009. Entonces surge la pregunta ¿porqué ARENA apoya la decisión de separar los comicios? La respuesta más plausible: por una decisión de estrategia política. Al partido de gobierno le resulta conveniente tener aliados en La Asamblea Legislativa, con los cuales puede alcanzar la mayoría simple y así evitar negociar con la oposición. De esta manera apoyar al PCN y al PDC en la separación de elecciones se convierte en una decisión provechosa a futuro para ARENA.
Por tanto, a unos les es estratégicamente favorable apoyar la separación de elecciones y a otros, además de ayudarles políticamente, les beneficia económicamente. De ahí que la decisión del TSE es política “partidocrática” con implicaciones económicas.
Éste último efecto es el que parece tener una buena base de razón, pero quiero ir más allá y analizar la decisión del TSE, no por sus efectos, sino por sus causas. Creo que la causa que ha motivado tal decisión (comicios separados) es política con implicaciones económicas.
Hay que retroceder en el tiempo y remitirnos a las presidenciales del 2004, donde quedaron muertos (pero no de manera definitiva) el PCN y el PDC. De estos, fue el partido de las manitas quien alcanzó el mayor porcentaje de votos, el 2.71%, porcentaje por debajo del 3% necesario para lograr el mínimo que exige la ley para existir como instituto político.
Pero, así como el mago saca un conejo del sombrero, así surgió un argumento que permitió que los tres partidos resucitaran y fueran parte del proceso electoral del 2006 para elegir alcaldes y diputados, en donde, aparte de las dos partidos mayoritarios (ARENA y FMLN), el PCN y el PDC se quedaron con una tajada del codiciado pastel electoral.
Del total de votos obtenidos en las elecciones del 2006, al PCN le correspondieron $1,017,083 y al PDC la cantidad de $596,364. Gran cambio, verdad. Dos años antes estaban siendo sepultados y ahora eran una empresa rentable. Piense, no les gustaría tener una empresa que reporte una ganancia de cerca de un millón de dólares para los próximos tres años u otra que de un poco más de medio millón de dólares, nada despreciables para tres años. Pues a los políticos tampoco les disgusta.
De esta manera, al PCN y al PDC las elecciones presidenciales les recuerdan su casi desaparición como partidos políticos; elecciones de alcaldes y diputados les suenan, literalmente, a dinero. En las últimas cuatro elecciones de presidente la participación de los partidos pequeños no ha sido relevante, y es evidente que la del 2009 no será la excepción. Como dice el refrán, es mejor prevenir que lamentar; es mejor evitar que sean elecciones conjuntas, donde la votación por el presidente dominará a la de alcaldes y diputados. Más claro, ante la posibilidad que se repitan los resultados del 2004, mejor separar los comicios.
Ahora bien, para que el TSE tomara la resolución de separar las elecciones se necesitan tres de cinco votos, en este caso el tercero viene de ARENA. En principio, al partido de gobierno no le representa una ventaja competitiva la forma en que se lleve a cabo el proceso electoral del 2009. Entonces surge la pregunta ¿porqué ARENA apoya la decisión de separar los comicios? La respuesta más plausible: por una decisión de estrategia política. Al partido de gobierno le resulta conveniente tener aliados en La Asamblea Legislativa, con los cuales puede alcanzar la mayoría simple y así evitar negociar con la oposición. De esta manera apoyar al PCN y al PDC en la separación de elecciones se convierte en una decisión provechosa a futuro para ARENA.
Por tanto, a unos les es estratégicamente favorable apoyar la separación de elecciones y a otros, además de ayudarles políticamente, les beneficia económicamente. De ahí que la decisión del TSE es política “partidocrática” con implicaciones económicas.