La energía y el dilema sobre la energía es un tema crucial en el mundo. Todos sabemos que el mundo necesita energía para funcionar, cada vez más, es una vorágine sin control. El Salvador necesita más energía para poder afrontar los nuevos retos que se le plantean: la generación de fuentes de empleo, el desarrollo de nuevas tecnologías, el desarrollo descentralizado, etc. Ahora bien, es necesario plantearse que la necesidad de más energía tiene que ir de la mano con la necesidad de utilizar mejor la misma. No es posible simplemente exigir más energía y no hacer nada por utilizarla adecuadamente o desarrollar nuevas formas de utilizar la energía actual.
En El Salvador utilizamos mal la energía, un 55.1% de la energía que utilizamos proviene de biomasa (bagazo, leña y carbón vegetal) (CCAD-SICA, 2004). Esto indiscutiblemente pone una gran presión sobre los recursos naturales del país. Hay que revertir esta tendencia, esfuerzos considerables se han hecho por desarrollar tecnologías más eficientes para la utilización de la energía proveniente de la biomasa, como la turbococina, aunque esta no ha tenido el impacto que debería de haber tenido. Entonces necesitamos generar energía más eficiente y otro origen.
Dentro de esta búsqueda sale las alternativas de generación de energías limpias. Esta son las que en teoría no tienen o tienen muy poco impacto ambiental, ya sea por la generación de residuos (al aire, agua o suelo) o la presión sobre el recurso natural que utilizan. Normalmente se consideran energías limpias las que provienen de la energía solar, eólica, mareas, geotérmica o hidroeléctrica. Aunque cada de una de estas tiene sus problemas. La energía solar normalmente es de alto costo y la relación costo energía obtenida normalmente no es muy favorable, aunque a largo plazo y a escala pequeña puede ser una interesante propuesta. Más o menos es la misma situación con la energía eólica, los molinos de viento generan poca energía y se necesitan condiciones más o menos controladas para que el rendimiento sea bueno; también existen muchas objeciones a estos molinos de parte de las organizaciones protectoras y observadoras de aves, debido al alto número de aves que mueren al estrellarse en las hélices, los estudios publicados sobre este tema son alarmantes. Las represas hidroeléctricas son cuestionadas desde un punto de vista social y ambiental, en el tema social normalmente se debe a que desplazan poblaciones e inundar tierras de cultivos. Y desde el punto de vista ambiental interrumpen la conectividad ecológica. Así podría seguir buscando piedras en el zapato. El hecho es que necesitamos energía y tenemos que encontrar las mejores maneras de obtenerla.
Ante estas necesitadas recientemente una compañía a estado “vendiendo” un proyecto para generar energía eléctrica a partir de carbón mineral. Ellos han planteado poner una planta en los alrededores del nuevo puerto de Cutuco. Han distribuido información acerca de los puntos más favorables a su propuesta. Entre ellos uno de los más destacados es que los procesos del carbón se han mantenido estables a comparación con los precios del gas natural o el petróleo (World Coal Institute, 2007). También han distribuido información acerca de las distintas tecnologías para reducir la contaminación que genera este tipo de producción. Analizando las más recientes publicaciones sobre el tema, concuerdo en que existen muchas alternativas mediante las cuales se puede reducir la contaminación que generaría la producción de energía mediante el carbón.
Los principales contaminantes son los sólidos en suspensión (polvo) y óxidos de azufre y nitrógeno. Los primeros pueden ser reducidos utilizando filtros, los últimos dos que pueden generar lluvia ácida, son controlados mediante una variedad de procesos. Otras maneras de reducir estos contaminantes atmosféricos dependen del proceso mismo de quema del carbón y de la calidad del carbón que se utiliza para realizar esta actividad. La pregunta está entonces en ¿cual es exacto el proceso que esta empresa está pensando utilizar en El Salvador? y ¿cual es el origen de este carbón?, ¿van a utilizar carbón de la calidad necesaria para que no se produzca esta contaminación? ¿Quién controlará la contaminación, las emisiones que esté produciendo esta planta? ¡¿Tiene el ministerio de medio ambiente la capacidad técnica y humana para llevar acabo este control?! Estas interrogantes son el principal problema al que nos enfrentamos y las que nos deberían de responder antes de decir que es una buena idea la producción a base de carbón mineral.
El otro gran tema se llama dióxido de carbono. Hay maneras de reducir las emisiones de CO2, otra vez el tema es cuanto las reducen. La más efectiva es un buen proceso de combustión y la captura de estas emisiones licuarlas y enterrarlas bajo tierra, pero ¿es esto lo que van ha hacer? Ante este panorama también tenemos que tomar en cuanta el gran desafío mundial que estamos enfrentando, el cambio climático. No pude pasarnos desapercibido que uno de los principales responsables del cambio climático es el CO2 así que al avalar que una planta de carbono funcione en El Salvador estaremos contribuyendo a este problema global. Habría que también tomar en cuenta en que nivel nos encontramos de producción de gases de invernadero, ya que El Salvador es firmante del Acuerdo de Kyoto y aunque para los países en vías de desarrollo no tenemos responsabilidades tan grandes en cuanto al control de emisiones, una subida en nuestro nivel de contaminación podría significar un descenso en la cooperación ambiental en el país. Y esto si puede traer consecuencias desastrosas, porque el país depende de la cooperación internacional para mantener los pequeños esfuerzos que se hacen. Habrá quienes me digan que solo una fábrica no puede hacer tanto daño. Yo les diría que si tuviéramos los estudios y una medición exacta de la contaminación que se produce en el país entonces me pudieran decir esto.
Como ultimo tema entonces la pregunta es ¿y que hacemos?, la único claro es que no nos podemos quedar sin hacer nada, necesitamos encontrar más fuentes de energía y necesitamos utilizar mejor la energía que tenemos. Por tanto lo que deberíamos tener y en esto no quiero caer en la dinámica de hacer más documentos, pero si necesitamos tener un plan energético sustentable y real, que analice cuales son los necesidades reales y que tenga en cuenta medidas de utilización eficiente de la energía. En fin necesitamos pensar mejor las cosas y no tomar decisiones apresuradas porque no las presentan muy bonito. Hay que tener en cuenta las necesidades de país y las necesidades mundiales, sobre todo en este tema. Así que mi conclusión es que el carbón no debería de tener cabida en El Salvador, a menos que no tengamos mejores alternativas (en estos momentos las tenemos) y en ese caso deberíamos exigir que la tecnología sea la menos contaminante posible y que la empresa sea la encargada de encontrar soluciones buenas y de primer nivel a los residuos sólidos que produzca. Así entonces de momento el carbón no.
lunes, 25 de junio de 2007
ENERGIA, CARBÓN Y AMBIENTE
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