Te condenaron a 13 años. Tu pecado: ser mediador. A petición de una empresa extorsionada actuaste de mediador con las pandillas. Quedó establecido en el juicio que lograste que bajara la extorsión de 15 a 6 mil dólares al mes. Lograste que ningún repartidor, motorista o vehículo de la empresa sufriera daños. Pero luego la empresa fue adquirida por el consorcio Alba del FMLN – y los nuevos dueños te denunciaron.
La jueza dio por válidas todas las pruebas presentadas por la Fiscalía, incluyendo lo dicho por varios testigos que solo contaron lo que otros les contaron. El nuevo apoderado de la empresa, que solo contó lo que los anteriores gerentes le contaron. Dos oficiales de la PNC que relataron lo que los antiguos gerentes supuestamente les contaron en 2014, aunque nunca firmaron ninguna declaración. Los mencionados gerentes, que te habían pedido que intercedieras con los pandilleros, no testificaron porque salieron del país y la Fiscalía nunca los contactó. Los dos oficiales policiales nunca hicieron ninguna investigación, solo hicieron sus informes. Estos informes tampoco fueron presentados por la Fiscalía, mucho menos las declaraciones no firmadas por los gerentes.
Pero la jueza admitió todos estos testimonios como válidas. Igual que el cuento del testigo criteriado, quien fue uno de los cabecillas que participó en la extorsión – y no fue acusado, ni en este caso, ni de los varios asesinatos por los cuales fue detenido.
La sentencia que la jueza especializada Tatiana María Morales Artiga dio este viernes obviamente no resistirá la revisión por parte de la cámara. Uno no tiene que ser abogado para darse cuenta que la Fiscalía no tuvo un caso sólido contra Mijango. Es un asunto de sentido común que alguien quien actúa a petición de la víctima; quien logra que el monto de la extorsión se reducía y se eliminara cualquier daño a los empleados de la empresa extorsionada; quien además no recibe ningún beneficio material, no es extorsionista, sino mediador.
El problema es que el Fiscal General se ha propuesto de criminalizar cualquier tipo de mediación que intervenga en el problema de la violencia y las pandillas. Por esto tienen que convertirte en delincuente, para que a nadie se le ocurra meterse donde según la fiscalía solo debe actuar ella y la policía.
A vos, Raúl, te persiguen, porque no aceptás que el problema de la violencia solo se puede combatir con balas y cárcel. Nuestra justicia, si es independiente, no debe criminalizar los intentos genuinos y desinteresados de personas como Mijango de usar el diálogo para reducir la violencia. Yo sigo teniendo confianza que nuestro sistema judicial funciona y al fin te va a absolver de esta acusación absurda.
Fuerza, amigo. Saludos,
(MAS! y EL DIARIO DE HOY)