Estimado
Douglas Meléndez:
Hay políticos que cada vez que sienten el clamar popular a raíz de otro repugnante crimen, salen a la calle, rodeado de Rambos armados hasta los dientes, para a gritos pedir sangre, represión, que saquen al ejército, que pasen de las palabras a la acción…
Hay políticos que cada vez que sienten el clamar popular a raíz de otro repugnante crimen, salen a la calle, rodeado de Rambos armados hasta los dientes, para a gritos pedir sangre, represión, que saquen al ejército, que pasen de las palabras a la acción…
Ya sabemos que estos son poses de macho
que se asumen pensando en las próximas elecciones.
Pero un fiscal general no puede caer en
estas actitudes populistas. A su antecesor Luis Martínez le encantaban estas
poses, las palabras fuertes, las cámaras, los chalecos antibala… Mucha bulla,
pocas nueces – y al fin la ciudadanía, que antes le aplaudía, se dio cuenta que
de nada nos sirve tener a la cabeza de la fiscalía a alguien que habla fuerte y
produce poco. Por esto no fue reelecto…
Y por esto los ciudadanos dijimos a los
partidos y diputados: Necesitamos a un fiscal general de cabeza fría. Alguien
que piensa en resultados, no en fotos; alguien que no piense en su reelección,
sino en la protección de los ciudadanos y del Estado de Derecho.
Y por esto fue electo usted, licenciado
Meléndez. Un fiscal de oficio, no de show publicitario. Alguien que ponga orden
en la fiscalía. Y todos estamos contentos ver que usted está cumpliendo..
No borre esta buena impresión que tenemos
los ciudadanos de usted, por favor. No la borre cediendo a la gente que quieren
escuchar palabras fuertes.
¿Por qué salió usted un día de estos a
posar antes las cámaras en Mejicanos, vistiendo un ridículo chaleco diciendo
F1, rodeado de guardaespaldas apuntando sus fusiles a los cuatro vientos?
Alguien había atacado un microbús, hubo un muerto y dos heridos. Y en la escena
del crimen hizo aparición, rodeado de cámaras, el fiscal general de la República
en persona, pidiendo a gritos ‘medidas extraordinarias’ del Estado y de la
Fuerza Armada, para que “la ciudadanía sienta que el Estado está imperando”…
Que
casualidad: Pocos días antes, fuentes cercanos a Casa Presidencial afirmaron
que no fue el presidente Salvador Sánchez Cerén sino
usted, el fiscal general de la República, que en la reunión de emergencia en
Casa Presidencial había pedido que se decrete “estado de excepción.”
Disculpe al atrevimiento, señor fiscal:
La tarea del fiscal general es defender los derechos constitucionales de la
ciudadanía – y esto implica no permitir que el gobierno los restringe, sin
tener un fundamento jurídico sólido, decretando estados ‘de excepción’ o ‘de
emergencia’.
Usted no es electo jefe de policía, ni
ministro de Seguridad, no mucho menos vocero de Casa Presidencial. Usted es el
fiscal general, y como tal el garante del Estado de Derecho. Como no es
policía, ni fiscal específico, no tiene que salir a la calle disfrazado de
Rambo. Deje eso en el triste pasado de Luis Martínez. Tampoco tiene que salir
pidiendo estos de excepción ni operativos de la Fuerza Armada: deje esto al
presidente y la Asamblea, a quienes corresponde – y dedíquese a revisar si estas
medidas corresponden a la ley y la Constitución.
Usted ha mostrado independencia,
valentía, y profesionalismo. Siga así, por favor, no caiga en las tentaciones
del populismo.
Saludos,
(Mas!/El Diario de Hoy)