Lo más importante de esta sentencia es
que sienta jurisprudencia. El Tribunal Supremo Electoral argumentó que no se
puede abrir las urnas y recontar los votos, porque el Código Electoral no lo
ordena. La Sala de lo Constitucional sentenció que en estos casos no hay que remitirse
al Código Electoral (y sus vacíos), sino a la Constitución: la Carta Magna
ordena que todos los votos de todos los ciudadanos tienen la misma validez y
tienen que tomarse en cuenta.
Aunque los magistrados del TSE todavía se
resistan, van a tener que cumplir esta sentencia. El hecho que los magistrados,
en vez de inmediatamente organizar el reconteo de los votos, pierdan tiempo
discutiendo si van a cumplir o incumplir la sentencia de la Sala, es otra
prueba más que estos señores, al salir de este caos que ellos mismos crearon,
tienen que ser sustituidos inmediatamente, si no tienen la decencia de
renunciar.
Al fin, los magistrados van a cumplir la
sentencia, aunque a regañadientes, porque de otra manera, terminarán en la
cárcel. Entonces, las urnas se van a abrir, los votos se van a contar, esta vez
bien. Lastimosamente, por el momento, sólo en el departamento de San Salvador. Esto
no puede ser, porque las mismas irregularidades en las actas que se observan en
San Salvador, se cometieron en todo el país. En todos los departamentos hubo
actas donde sobran o faltan votos, donde los números no cuadran, donde se
contaron mal las marcas de preferencia para los candidatos, donde faltan firmas
de integrantes de las Juntas Receptoras de Votos.
Los derechos de los votantes y de los
candidatos son iguales en San Salvador y en los 13 departamentos al interior
del país – y de igual manera han sido violados. La Sala sentenció para el
departamento de San Salvador, porque a esta circunscripción electoral se
refirió la demanda que recibieron.
Si los ciudadanos que votaron en los
otros departamentos y cuyos votos no se ven reflejados en los escrutinios
finales, presentan demandas para reclamar sus derechos ante la Sala, los guardianes
de la Constitución tendrán que ordenar lo mismo que ordenaron para el
departamento de San Salvador. En varios departamentos hay diputaciones
asignados a diferentes partidos y escaños asignados a candidatos específicos
que podrían sufrir cambios si se revisan bien las urnas y se toman en cuenta
correctamente todos los votos y todas las marcas para candidatos específicos.
Espero que en todos los departamentos
existan candidatos y votantes que demanden sus derechos violados en estas
elecciones. Espero que la Sala aplique el derecho constitucional parejo para
todos. Sólo de esta manera lograríamos reparar el daño a la credibilidad del
sistema electoral que la actuación incompetente e irespetuoso a la ley del
Tribunal Suprema Electoral ha causado. No se trata de que un partido consiga un
diputado más o menos. Se trata de la credibilidad y transparencia de nuestro
sistema electoral. No importa que el reconteo de los votos, en todo el país,
cause otros retrasos. No importa que ya estamos cerca de la instalación de la
nueva Asamblea. No importa que este nuevo escrutinio cueste dinero adicional.
Hay que proteger el voto de cada ciudadano y con esto la legitimidad del
proceso electoral.
Todos estamos cansados del desmadre que
han sido estas elecciones. Todos quisiéramos que el país se concentre en los
problemas de desempleo e inseguridad que hay que resolver. Pero más aun estamos
cansados que se juegue con la democracia y con la institucionalidad. Si dejamos
pasar los chanchullos en esta elección, las siguientes nos van a salir peores.
En este sentido, hago un llamado a los candidatos y los votantes en cada
departamento del país que sienten violados su derechos: presenten demandas ante
la Sala. Si no saben cómo hacerlo, busquen asesoría de las instituciones de la
sociedad civil que se dedican a la protección de los derechos ciudadanos y
constitucionales.
O hablen ahora, o los callarán para
siempre.
(El Diario de Hoy)