Los asesores se han convertido en un tema controversial,
por la falta de transparencia. Cómo asesor legislativo y candidato a diputado,
¿cuál es su opinión sobre este tema?
Todo debe hacerse transparente: quiénes
son los asesores, cuántos trabajan para cada fracción, para la Junta Directiva
o para las comisiones; el proceso de selección, sus calificaciones, sus
salarios, sus tareas. Hay mucho vacío de transparencia en la Asamblea.
Aparte
de la transparencia, es cuestionada la calidad de las asesorías. ¿Cuál es la
opinión de un asesor?
Los asesores a veces no tienen la
calificación académica necesaria, y son seleccionados con criterios partidarios
y no técnicos. Lo que se necesita es personal altamente calificado, capacitado
profesionalmente en las áreas donde se necesita análisis, y de preferencia que lleguen
por medio de concursos y que realmente se ganen la posición basado en méritos.
¿Qué
necesita la Asamblea de sus asesores?
Apoyo en la preparación de proyectos de
ley, mejorarlos, contribuir a generar un debate de más calidad en la Asamblea.
Los diputados necesitan apoyo en cuanto a investigación, datos estadísticos,
análisis, para su labor en las comisiones. El trabajo legislativo necesita
fundamentos sólidos. Los debates deben ser fundamentados en análisis y datos.
Este vacío hay que llenarlo con urgencia. Yo he podido dar aportes a la
construcción del Acuerdo de Sostenibilidad Fiscal, que fue el único acuerdo
suscrito por todos los partidos. Apoyé a ARENA desde la parte técnica, y fue la
base para negociar un buen acuerdo. Que al final nunca se cumplió, ya es otra
cosa meramente política. No hubo voluntad del FMLN y del gobierno.
¿Esta
frustración es el punto que le lleva a la decisión de buscar una diputación?
¿Quiere salir de lo técnico e intervenir en lo político?
Los profesionales tenemos que asumir una
mayor responsabilidad. No podemos seguir permitiendo que la labor legislativa
sea conducida por políticos que no tienen ni la preparación académica necesaria,
ni tampoco representan los intereses de la población. Necesitamos que los
profesionales preparados asuman liderazgo en defensa de la gente y para buscar
soluciones viables para el país. En la política -y en la Asamblea- hay gente
muy buena y otra no tan buena, o mala. En todos los partidos. La gente ya
demanda soluciones a los problemas que tienen en crisis al país. Tosos los
conocemos: inseguridad y falta de empleo.
Al ciudadano le molesta ver que los políticos no tienen la voluntad ni
la capacidad para construir estas soluciones. Sigue existiendo el despilfarro, la
acciones deshonestas, la corrupción, ;a falta de transparencia, los viáticos,
los viajes - pero al mismo tiempo no hay medicinas en el hospital, las
patrullas no tienen gasolina, no pagan a los docentes sus remuneraciones. Todo
esto la población lo rechaza y demanda una renovación en la Asamblea. 2015 es
el año de renovarla.
Usted
es experto en presupuesto. Según su criterio, ¿nuestra Asamblea tiene la
capacidad de calcular bien los costos que implica una determinada ley nueva?
Este es uno de los problemas: los
proyectos de ley no se debaten con sustento técnico, no hay estudios de los
costos que genera la implementación de una ley. En ocasiones, se aprueben sin
siquiera conocer la fuente de financiamiento. Esto termina en que se hacen
nuevas leyes, pero no hay capacidad de ejecutarlas.
En
este contexto, ¿cómo ve su rol en la futura Asamblea y en la fracción de ARENA?
Yo podré hacer contribuciones importantes
en materia de sistemas tributarios, presupuesto, equilibrio fiscal. Pero mi
meta principal es luchar contra esta locura de poner más impuestos, solo para recaudar
más fondos para el gobierno, pero sin resolver los problemas a la gente. El
FMLN ha hecho tres reformas tributarias, ha aumentado más de 15 tasas y puesto
nuevos impuestos. Son más de 1,200 millones de dólares adicionales en
recaudación – y ninguno de los problemas graves del país se ha resuelto. No se
mejoró la calidad de la educación; no se ampliaron las oportunidades de los
jóvenes; no tenemos menos inseguridad.
¿Adónde
se fue todos este dinero, según su análisis?
Se fue a programas que tal vez no sean
malos en si, pero son mal enfocados y mas implementados. Por ejemplo, metieron
a los ECOS y sus programas de salud más de 300 millones dólares, pero ahora
somos los peores en el manejo de la prevención. El proceso se está haciendo al
revés: Vamos a aumentar los ingresos del estado, aunque no hemos definido las
prioridades y aunque no sabemos cómo resolver los problemas. Primero hay que
definir bien los problemas, establecer prioridades, construir las soluciones,
conocer los costos – y luego ver cómo se pueden financiar.
¿Y
no es esto lo que se hace?
No. Aquí se aprueba nuevos impuestos, sin
definición clara para qué en específico, sin estrategia, sin saber cuánto va a
costar un plan. Simplemente aprueban impuestos contra cero compromiso.
¿Me
está diciendo, entonces, que necesitamos más expertos en la Asamblea?
Es urgente que los partidos lleven a la
Asamblea esta masa crítica y profesional que entiende los temas económicos. El
gobierno nos ha ido empujando a una crisis económica, mientras no resuelve el
déficit fiscal. ¿El Fondo Monetario, qué ha dicho? Que el país necesita un
ajuste de 3.5% - o bajar gastos de más o menos 800 millones de dólares, o subir
impuestos por el mismo monto. O una combinación de ambos. O sea, reducir el
déficit. En los últimos 5 años hemos hecho 3 reformas tributarias, que
aumentaron los impuestos en 1,200 millones de dólares, pero no hemos mejorado
el déficit fiscal, y tampoco hemos resuelto problemas a la gente. Y no hemos
creado tampoco un clima favorable para más crecimiento. Esto nos lleva al borde
de una crisis, y la gravedad es tal que ya no se resuelve con solamente crecer.
Para evitar la crisis, tendríamos que crecer por tasas arriba de 6 por ciento.
No
parece muy realista.
No es nada realista. No es viable una solución
única, basada solamente en crecimiento. Es crecimiento más ajuste. El gobierno
en 5 años no quiso hacer el ajuste. Puso más impuestos para gastar más. Uno
podría decir: Tienen razón, hay que gastar más en lo social – pero el problema
es que tampoco resolvieron los problemas sociales de la gente, ni sentaron las
bases para más crecimiento. Todo lo contrario: Han envenado el clima de
inversión y crecimiento.
¿A
qué te refieres con “envenenar”?
El clima de incertidumbre e inseguridad
jurídica. Cuando optan por más impuestos, suben los costos de las empresas y de
los hogares. Cuando no resuelven el problema del alto costo de energía y más
bien lo suben, elevan los costos por operar en el país. Cuando ponen el pago
extra en aduanas, inflan la burocracia y aplican más regulaciones, estrangulan
la inversión. Esto es envenenar el clima.
¿Cuáles
son las alternativas? ¿Por ejemplo en el caso del alto costo de energía?
El gobierno gasta en subsidios a la
energía eléctrica cerca de 200 millones de dólares cada año. Esta es la
solución de corto plazo, la salida populista. Si hubiéramos invertido los 1,000
millones en renovación de las fuentes energéticas, ya tuviéramos una mega
oferta de energía; tuviéramos energía barata y sólo tuviéramos que subsidiar a
los hogares en extrema pobreza. Esta es una solución permanente y un incentivo
para la inversión, pero al mismo tiempo una ayuda a los hogares.
¿Estás
planteando erradicar del todo los subsidios? Hay muchos hogares que no podrían
sobrevivir…
Hay que mantener subsidios para los que
realmente los necesitan. En el caso de electricidad sería menos de la mitad de
los subsidios actuales. Pero repito: pagar subsidios sin construir la solución
permanente al problema es negligencia. Además, la situación fiscal no permitirá
pagar por siempre los subsidios actuales. De repente tendremos la crisis: no
está resuelto el problema a largo plazo, y tampoco podemos seguir pagando los
subsidios. El populismo se vuelve insostenible.
¿Esto
aplica igual a otras áreas de políticas públicas?
Otro ejemplo es la educación. Tenemos,
por razones electorales, los programas de uniformes y zapatos, que cuestan como
80 millones de dólares al año. Pero le
damos mala calidad de educación a los niños y jóvenes. A corto plazo se le hace
un ahorro a los hogares - pero a todos, sin focalizar. Damos el subsidio a 1.4
millones de hogares. No compro la idea que en El Salvador haya 1.4 millones de
familias que no pueden costear uniformes y zapatos. Pero lo más grave es que le
damos un ahorro a los padres, pero les negamos a los hijos el derecho a una
educación que les permita oportunidades de superación. Lo que la gente debería
exigir no son zapatos, sino una educación de buena calidad, que es el único
capital que podemos dar a los jóvenes. Es preferible andar con uniformes
remendados, pero saber que al final va a tener acceso a oportunidades y empleo.
Examinemos
otro rubro que subvencionamos año por año: el transporte.
En este subsidio gastamos 60 millones de
dólares. Mejor hubiéramos usado 60 millones de dólares por año para transformar
las carreteras y el sistema de transporte público. Esto hubiera cambiado el
rostro de la ciudad y del país. Es una verdadera deuda construir una solución
integral y permanente al problema del transporte, y dar transporte ágil, seguro
y cómodo a la gente. El gobierno del FMLN usó los impuestos y los créditos para
los subsidios y para una solución equivocada: el SITRAMMS - y fracasaron.
Le
dirán que quiere dejar a la gente, a los pobres, sin los beneficios de los
subsidios.
Ahí hay un trueque: Te doy zapatos,
subsidio tu pasaje, pero vas a carecer de buena educación y de un buen sistema
de buses toda la vida. Es un mal trueque. Yo fui estudiante de escuela pública,
de instituto público, y luego de estudios universitarios con becas. Yo y mis
cinco hermanos. No me da pena decir que anduve con uniforme desteñido y zapatos
rotos. Pero lo que me gané en calidad de educación vale más que haber andado
con uniforme nuevo. El conocimiento no te lo quita nadie.
Hregresemos
al tema de responsabilidad fiscal. ¿Qué pasó con el acuerdo del 2012 entre
todos los partidos y el gobierno?
Este acuerdo implicaba llegar a una
definición consensuada de las prioridades del país, para luego sacar las
consecuencias en cuanto a reducción de gastos y impuestos. No se ha cumplido.
Tampoco el gobierno cumplió al Fondo Monetario. No hay vocación de cumplir los
compromisos y de ordenar las cuentas públicas. Pero hay algo que el FMLN y el
gobierno no va a poder evadir, y es la realidad. Este gobierno, a pesar de las
reformas tributarias, no tiene dinero. La realidad lo va a empujar a hacer
ajustes.
¿El
presupuesto 2015 marca algún rumbo nuevo?
No cambia nada. Siempre habrá escases de
medicinas; no lleva el ajuste de salarios de los docentes; no lleva la
devolución del IVA, solo ahí son como 200 millones de dólares que ya sabemos
que faltarán; no lleva el total del subsidio del gas y del transporte. O sea,
ya está pre-programado que el gasto real será mayor que el presupuestado. El
presupuesto no tiene los gastos completos y tiene proyecciones irreales de
ingresos. O sea, los ingresos van a ser menores y los egresos mayores de lo
presupuestado.
Si
llega a la Asamblea, ya como diputado, ¿cuales serán sus metas?
Voy a luchar por cambiar el presupuesto,
para que los gastos del estado se hagan en función de resolver los problemas de
la gente. No podemos pasar un año más con hospitales sin medicinas. Hay que
asignar más fondos a educación, para por lo menos poder iniciar un proceso que
mejore la calidad educativa. El presupuesto que aprobaron no refleja ninguna
apuesta al futuro. De nada nos sirve que tengamos en Carlos Canjura un ministro
de educación de lujo, si no le damos los fondos para realizar sus proyectos.
Otro
tema espinoso: el rol de Estado y las regulaciones. ¿Necesitamos más
regulaciones o menos regulaciones del Estado?
Este no es un tema de dogmas, sino un
tema práctico: Necesitamos mejores regulaciones. Tienen que ser más fuertes en
el tema de competencia y protección al consumidor. También en energía,
telecomunicaciones y transporte. Por otra lado, se necesita desmontar las
regulaciones engorrosos que existen en el tema de las inversiones. Tenemos
leyes y reglas que bloquean la inversión. Solo en construcción tenemos bloqueados
mas de 1,000 millones de dólares de inversión. Las regulaciones tienen que
tener una razón técnica. Donde la tienen, tiene que ser eficiente. Donde no la
tienen, hay que desmontarlas. Yo soy una persona pro inversión, pero también he
sido parte del Consejo Directivo de la Superintendencia de Competencia, donde
hemos tomado decisiones contra las prácticas empresariales que lesionan la
competencia libre.
Definitivamente soy parte y expresión de
la apertura y renovación que se da en ARENA. Pero también tengo un perfil
diferente. Hay muchos profesionales valiosos que en el proceso de la apertura
del partido llegan a ser candidatos, pero soy el único economista con
experiencia en temas de legislación y de finanzas públicas. Y además tengo una
identificación, por mi origen, con los profesionales y con la clase obrera. Mis
padres son obreros y soy fruto de haber aprovechado la educación, las becas,
para hacerme profesional. Hay amplios sectores que están en esta situación o
con esta aspiración. Soy un ejemplo que se puede progresar por medio de la
educación.
Hoy
con el voto por cara y además cruzado, las opciones para el votante son muy amplias.
Dígame porqué el votante, entre toda la oferta que hay en todas las diferentes
listas, debe votar por Rafael Lemus.
Porque soy un profesional que tengo la
capacidad para defender los intereses de la gente contra más impuestos que la
golpea y que además reducen las oportunidades de empleo y superación. Tengo una
identifación muy fuerte con todos los jóvenes que están preocupados si el día
de mañana, cuando sean profesionales o técnicos, puedan encontrar una
oportunidad de empleo. Por tanto, yo seré en la Asamblea el abogado de estos
sectores. Necesitamos en la Asamblea gente que defienda la esperanza de
progresar.
Si
alguien le tilda de tecnócrata, en comparación con los diputados tradicionales,
¿qué responde? Aquí es casi un insulto…
No me ofende, pero gusta más el término
de politécnico. Soy un técnico profesional que quiere mejorar y cambiar la
política y el servicio público. Políticos tradicionales tenemos hasta de sobra.
(El Diario de Hoy)