Estimado
amigo:
Cuando el otro día me buscaste para contarme que estás pensando lanzarte de diputado, me contaste de tu, según vos, “ideas locas” de cómo hacer una campaña novedosa que obligue a un debate sobre los privilegios y las responsabilidades de un diputado. Me pediste mi opinión al respecto, y me quedé debiéndote mis respuestas y opiniones. Te las voy a dar de una sola vez en público, porque es un asunto público.
Cuando el otro día me buscaste para contarme que estás pensando lanzarte de diputado, me contaste de tu, según vos, “ideas locas” de cómo hacer una campaña novedosa que obligue a un debate sobre los privilegios y las responsabilidades de un diputado. Me pediste mi opinión al respecto, y me quedé debiéndote mis respuestas y opiniones. Te las voy a dar de una sola vez en público, porque es un asunto público.
Primero lo más importante: ¡Lanzate, man!
– quién quita que con esto del voto por cara (que debería convertirse en voto
por argumentos y propuestas) salgás electo. Y si además hay voto cruzado (o sea
si la Sala de lo Constitucional sentencia que podemos votar a la vez por
candidatos de diferentes partidos y además por independientes), locos como vos
de repente tendrán todas las posibilidades de ganar.
Digo: Podrás ganar si tenés la capacidad
y la sinceridad de convertir tus “ideas locas” en propuestas serias, creíbles y
factibles. Porque lo que no necesitamos son otros candidatos farsantes
(disculpen, mejor digo “expertos de marketing”) que quieren ganar votos con
“ideas nuevas”, pero no hacen más que crear modas nuevas.
Las propuestas tuyas, pensándolas bien,
no son tan locas. Por ejemplo: No al fuero para diputados. Tenés razón: Los
diputados tienen que someterse a la ley como cualquier otro ciudadano. Pero si
vos decís a tus votantes: “Voy a renunciar al fuero”, les estarías mintiendo.
Los diputados no pueden renunciar a su fuero, es legalmente imposible. Lo que sí
podés decir es: “En el momento que la fiscalía me acusan de un delito, yo mismo
voy a solicitar a la Asamblea que me quite el fuero para que pueda limpiar mi
nombre ante un tribunal…”
La otra “idea loca” me parece una
propuesta válida: Como diputado no voy a buscar viajes oficiales, a menos que
tengan un beneficio directo para el país. En este caso, voy a publicar cuánto
ha costado mi viaje y cuáles son los resultados obtenidos. Que los votantes
juzguen que ha sido buena inversión o despilfarro.
Me explicaste una tercera idea, y esta realmente
es loca. Más bien, es pura demagogia: No cobrar tu salario como diputado. Y que
este dinero se use para que unos alumnos pobres puedan estudiar. Esta paja es
parte de la nueva moda política. Pero los diputados son para generar políticas
públicas y leyes que garantizan buena educación para todos, no para adoptar a
unos bichos, darles becas y convertir esto en campañas electoral. Lo que vos
hacés con tu salario, es cosa tuya - te lo podés comer, invertirlo en carros o
en mujeres… o incluso en becas. Pero no es asunto público, ni político, ni
mucho menos es una “nueva idea” para hacer campaña.
Los salarios para diputados o alcaldes o
ministros son para que estas funciones las pueden ejercer gente que no viene
con pisto de su empresa o de su tata. Gente que vive de su trabajo como todos
nosotros.
No te clavés con ideas nuevas publicitarias.
Es un asunto de honestidad, transparencia y de la capacidad de proponer
soluciones…
Te
repito: lanzate, hombre. Saludos, Paolo
(Mas!/El Diario de Hoy)