¿Están ustedes, cada uno de los 28, convencidos que han cumplido a cabalidad su deber de representar a sus votantes? ¿Han cumplido también con el compromiso político de actuar fiel a los principios de su partido? ¿Han sido diputados competentes, honestos, trabajadores y transparentes? ¿No han defraudado ni a sus votantes ni a su partido?
Me imagino que su respuesta, honesta o no, a todas estas
preguntas será: Sí. De otra manera, no se estuvieron presentando nuevamente
para defender su curul, ¿verdad?
Entonces, una pregunta más: Si han sido diputados tan buenos,
¿cuál sería el problema que se presenten a un proceso de evaluación dentro de
su partido, sin privilegios, como cualquier otro precandidato nuevo?
Si han hecho bien su trabajo, no tendrían ningún problema en
que sus bases vuelvan a postularlos. En cambio, si no han hecho bien su trabajo,
entonces sí necesitan de este extraño mecanismo de candidatura automática, que
favorece a los actuales diputados. Si no han sido buenos voceros de la
oposición, si no han generado propuestas ni alternativas para resolver los
problemas del país, entonces entiendo porqué temen la competencia con nuevos liderazgos
que están emergiendo dentro de su partido y de la sociedad civil.
Yo sé que a esta altura las reglas ya están definidas y que
ya no se van a cambiar para estas elecciones de marzo del 2015. Sin embargo,
cada uno de ustedes puede y debería hacerse una reflexión seria: ¿Soy yo el
candidato que puede mostrar a la sociedad que ARENA se está abriendo a la
crítica, a la participación de otros sectores, al relevo generacional y, sobre
todo, a nuevas ideas?
Si todos ustedes llegan a la conclusión que ARENA y no
necesita nuevas caras ni nuevas ideas, y si nadie de ustedes se aparta para
abrir espacio a liderazgos nuevos, a lo mejor la oposición no va a perder las
elecciones de marzo 2015, pero tampoco las va a ganar. ¿Realmente quieren
seguir siendo miembros impotentes en una Asamblea Legislativa que no puede
asumir su rol de controlar al Ejecutivo y corregirle la plana? ¿Es tan fuerte
su interés de defender su curul, sus viáticos, sus privilegios como diputados?
¿Acaso no se dan cuenta que la gente está cansada de
políticos y diputados mediocres? A lo mejor me quedo corto cuando digo que más
de la mitad de ustedes no tiene mérito para seguir en la Asamblea, sino más
bien debería retirarse y abrir espacio a candidatos más competentes, más
honestos, menos cómodos.
No he escuchado a ningún diputado de ARENA declarar que no
quiere hacer usos del privilegio absurdo de la candidatura automática, y que se
quiere someter al mismo proceso de evaluación como cualquier joven que se
apuntó por primera vez. ¿Cuál es el miedo que ustedes tienen a la competencia
interna? Es más: el hecho que alguien tiene miedo a enfrentarse a una
evaluación y a competir con liderazgos nuevos es razón para descalificarlo. El
país no necesita gente que rehúye la evaluación y evade la competencia. Han
mostrado más carácter los nuevos candidatos que se inscribieron dispuestos a
enfrentarse en situación de desventaja al proceso interno de selección, y a
buscar, en libre competencia, el apoyo de la sociedad en las elecciones.
Nunca es tarde para recapacitar y hacer espacio a la
renovación.
Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/EDH)