felicidades por la manera cómo encaraste al presidente de la Corte de Cuentas, zampándose a su propia conferencia de prensa, en la cual te iba a difamar denunicando irregularidades en tu gestión al frente del Seguro Social. Pero cuando de repente te tuvo en frente en persona (y para más joder, los dos frente a las cámaras), el señor se acobardó y prefirió disculparse y afirmar que no tiene nada contra vos. Una gran lección que diste. Lo pusiste en su lugar.
Sin embargo, al
sólo retirarte vos de la Corte de Cuentas, el señor se armó nuevamente de
valor. Cambió de lenguaje - y hasta de mímica. De actor de caballero se
transformó en el patán que es - y de funcionario público en activista.
“Gatillera con silenciador” te dijo, lo que quiere decir: “sicaria”. Y te acusó
de haberte metido a punta de pistola a su sala de reuniones, cuando todos en la
tele te vimos entrar tranquila – y a él saludándote, un poco sorprendido, pero
todavía con maneras...
Lo que vino luego
ya no me gustó. Decidiste declararte mujer víctima del machismo, cuando en
realidad, igual que Don Billy Sol y los otros acusados en el caso CEL, sos una
ciudadana atropellada por funcionarios públicos abusando del poder del Estado.
Este señor Tóchez
no te atacó en tu calidad de mujer, Ana Vilma. Te atacó en tu calidad de
ciudadana. La ley que hay que invocar para defenderse de este tipo de ataques
del Estado es la Constitución, y no la “Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia
para las Mujeres.”
Está
fuera de lugar la declaración que diste cuando te enteraste de la última ofensa
del presidente de la Corte de Cuentas: “Me siento indignada. Soy la presidente de la Comisión
de la Mujer e Igualdad de Género en la Asamblea Legislativa”. Este señor, por
muy patán y machista que obviamente es, no estaba actuando contra la igualdad
de las mujeres, sino contra tu derecho ciudadano a ejercer la oposición sin
represalias de ninguna autoridad estatal. Su pecado no es machismo sino el
autoritarismo antdemocrático. Lo hubiera hecho igual con cualquier hombre
opositor. Meter en esta cuestión el aspecto de género es como si Billy Sol
protestara que le están coaccionando los derechos de un anciano...
Este gobierno y
sus aliados están tratando de usar las instituciones para intimidar a
opositores. De esto tenemos que defendernos, hombres y mujeres, no de un ataque
de funcionarios misógenos.
Saludos, Paolo
Lüers
(Más!)