jueves, 14 de noviembre de 2013

Carta al ministro de Justicia y Seguridad

Estimado Ricardo Perdomo:
Es un país libre. Sin embargo, usted como funcionario público que tiene bajo su responsabilidad la seguridad de la ciudadanía, no tiene la libertad irrestricta de decir lo que le da la gana o lo que le conviene para encubrir sus propios errores.
Ya por segunda vez le escucho decir en público que “diciembre será un mes aun más violento”, y que así seguiremos hasta las elecciones. Imagínese, el ministro de Seguridad vaticinando más homicidios – en vez de anunciar soluciones, o explicar cómo va a corregir los errores suyos, por los cuales la violencia se incrementó desde el día que asumió el ministerio...

Aunque usted lo sabe, nunca va reconocer que el incremento de la tasa de homicidios de 5 a 10 diarios tiene que ver con sus decisiones políticas: el regreso a prácticas policiales de mano dura, y la suspensión de la exitosa facilitación que el ministerio y Centros Penales brindaron al proceso de mediación, con el cual se había logrado reducir la violencia - y en algunos municipios también las extorsiones. Bueno, hasta que llegó usted y puso cualquier tipo de trabas al proceso de mediación. Los mediadores tuvieron que construir mecanismos nuevos que no dependen de la facilitación del gobierno. En esto, se perdió mucho tiempo y algo de eficiencia y agilidad...

Obviamente el trabajo de los mediadores no funciona con la misma eficiencia, si no pueden tener una comunicación ágil con los pandilleros, sobre todo sus líderes, que casi todos se encuentran presos en diferentes centros penales. Antes de su llegada, Centros Penales facilitó las reuniones que eran necesarios para resolver problemas y para llegar a acuerdos adicionales en la búsqueda de la solución de conflictos entre pandillas, entre pandillas y autoridades, y entre pandillas y comunidades. Visitas en los penales; traslados ágiles de reos para facilitar reuniones con pandilleros de diferentes penales...

Usted suspendió todo esto, y los resultados no se dejaron esperar: más homicidios. A menos mediación, menos solución de conflictos y más violencia.

Como usted no quiere reconocer nada de esto, tiene que inventar otras razones para explicar el fracaso de sus políticas. Por esto de repente anunció que la tregua había colapsado; luego que la pandilla 18 estaba en campaña de expansión territorial; luego que los narcos estaban interviniendo...

Y de último usted llegó al colmo de recoger la trillada tesis de Douglas Farah, el “investigador” gringo relacionado con el sector de inteligencia: que las pandillas actúan y matan en función de sus jugadas políticas-electorales: “Tanto los grupos de pandilla como los grupos políticos quieren jugar con las condiciones de seguridad elevando homicidios, ya sea para tener algún tipo de ventajas electorales y de parte de las pandillas para buscar algún tipo de acuerdo”, dijo usted. Y como no tiene pruebas, cita “fuentes de inteligencia policial”.

Parece que usted está matando su chucho a tiempo. Como no sabe cómo frenar el incremento de la violencia, a menos que recapacite y deje de boicotear el trabajo de los mediadores, prefiere anunciar que habrá un auge de homicidios, y que se debe a una estrategia política de las pandillas. Con complicidad de ARENA, por supuesto...

Yo puedo afirmar con propiedad que lo contrario es cierto. Los cabecillas de ambas pandillas, tanto los presos y como los libres, están decididos a mantener vivo el proceso de reducción de la violencia, a pesar de las campañas electorales que los atacan todos los días, y a pesar de sus políticas, señor ministro. Lo puedo afirmar porque no ha roto el diálogo y las discusiones con los pandilleros, sobre todo con sus líderes en los municipios.

Me consta que ellos están haciendo grandes y serios esfuerzos para evitar que los homicidios se disparen más; para evitar que se rompan los acuerdos locales alcanzados; y para evitar que el proceso electoral se contamine con violencia.

Si usted, ministro, dejara de jugar nuevamente con políticas de mano dura para provocar de hecho el colapso de la tregua (cosa que de todas formas no va a lograr), podríamos entre todos lograr que en los meses de navidad y elecciones volvamos a bajar, poco a poco, la violencia y los homicidios al nivel que usted encontró cuando asumió en junio. ¿Cómo? Intensificando los mecanismos de comunicación, mediación y solución de conflictos.

Déjenos trabajar, ministro, a quienes desde la sociedad civil podemos potenciar el trabajo de los mediadores.

Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)