jueves, 31 de octubre de 2013

Columna transversal: ¿Cuál “autoridad salvadoreña” intercepta y tergiversa conversaciones telefónicas?

El Diario de Hoy dedicó 6 paginas enteras (2 el lunes pasado, 3 el martes, y 1 el miércoles), más dos titulares de portada a unas llamadas telefónicas “interceptadas por autoridades salvadoreñas”, de las cuales el Diario “obtuvo una copia de audio”. Se trata de llamadas conferencia, en las cuales supuestamente intervinieron pandilleros de la pandilla MS 13, tanto desde Estados Unidos como desde El Salvador, uno de ellos, según desde el penal de Ciudad Barrios.
Sólo hay una sólo autoridad salvadoreña que tiene facultad legal, bajo ciertas condiciones, de interceptar llamadas telefónicas: el Centro de Escucha de la Fiscalía General de la República. Primera pregunta: ¿Proviene la copia de audio que se filtró al Diario de Hoy de la FGR? Pregunto esto al señor fiscal general y no al Diario, porque sé que los periodistas no pueden revelar sus fuentes. Sobre todo cuando esta fuente está cometiendo un delito. Me dormiría mucho más tranquilo si el fiscal general me contesta que no. Porque la FGR, que sí tiene potestad de interceptar llamadas telefónicas, ciertamente tiene prohibida filtrar copias de las llamadas interceptadas a los medios de comunicación. Y mucho menos tiene derecho la FGR de manipular los contenidos de las llamadas interceptadas, sólo para lograr cierto impacto en la opinión pública.

Bueno, la verdad es que no me consta quién en esta cadena no custodio de documentos confidenciales tergiversó los contenidos, si es que las teleconferencias han tenido lugar. Lo que sí me consta es alguien los tergiversó, y que así como fueron citadas y resumidas en los dos reportes del Diario, estas conversaciones no han tenido lugar.

En el corto tiempo (las supuestas teleconferencias interceptadas se publicaron apenas esta misma semana) no he tenido tiempo para investigar todos los detalles de estas llamadas, sus participantes y de los hechos referidos en sus contenidos. Es más: Tengo dudas que incluso con el tiempo adecuado voy a tener acceso a toda la información necesaria para confirmar o desmentir todos los detalles del contenido de los reportajes. A menos que la tal “autoridad salvadoreña” que interceptó, más la fuente que editó y filtró las grabaciones colaboren con mi investigación, cosa que no es muy probable.

Pero puedo adelantar dos hechos claves que ya he podido comprobar que son falsos en el material filtrado al Diario. Y estos dos hechos son suficiente importantes para permitirle afirmar, sin haber hecho la investigación completa, que estamos en frente de una grave manipulación de la verdad.

Primero: el persona clave de la novela un pandillero que se identifica con el nombre “Cobra”, y se presenta como palabrero de la MS responsable de la Clica “Coronados Little Saycos Salvatruchos CLSS”, que opera en San Miguel. Bueno, la clica se abrevia CLCS, porque su nombre no es Little Saycos, sino Coronados Little Cyco Salvatruchos y nació en Coronado Street en Los Angeles. Pero este error, que se puede corregir usando Google, no es importante. Muy importante y grave es, sin embargo, que el pandillero llamada “Cobra” de la Coronado no está preso en Ciudad Barrios, como insiste el que editó estas supuestas llamadas telefónicas. ¿Por qué es importante este detalle? Porque es parte elemental del relato que se quiere construir: Que la llamada se origina “en el penal Ciudad Barrios, donde  también están purgando condenas Borremeo Hernríquez Solórzano (a) El Diablito;  Saul Antonio Turcios Ángel (a) El Siete, y Dionisio Arístides Umanzor (a) El Sirra, entre otros cabecillas que conforman la ‘ranfla’ nacional de la MS.” (EDH, 29 oct 2013). O sea, se trata de una llamada desde el centro de mando de la MS, y en la supuesta llamada el “Cobra” varias veces afirma que lo que dice tiene aval de los máximos líderes en Ciudad Barrios. Por otra parte se trata de dibujar una imagen de pleito por el poder dentro de la pandilla. En la nota del 29 de octubre citan al ‘Cobra’ diciendo por teléfono: “La onda está así: aquí en Barrios (el penal) siempre el puto pleito por el poder...”

Me siento mucho, señores de la “autoridad salvadoreña” donde se cocinó esta novela: Esta parte se les cayó, porque el tal “Cobra” no cumple su condena en Ciudad Barrios, donde están recluidos los citados cabecillas de la MS, sino en el penal de San Francisco Gotera. Lo pueden confirmar en los registros de la Dirección General de Centros Penales. Que busquen su expediente bajo el nombre José Denis Guandique Martínez.

Y la otra mentira es la más grave: la primera entrega, publicada el lunes, giraba alrededor de un muerto: un tal “El Pequeño”. Cito: “El Cobra ordenó a sus compinches que localizaran a como diera lugar a los responsables de matar a El Pequeño. El cabecilla les dice que antes de morir, El Pequeño le confesó quienes lo habían golpeado y disparado...”

Espero que en pocos días podré publicar dos entrevistas: una al muerto, porque resulta que “El Pequeño” está vivo y reside en los Estados Unidos. Y la otra entrevista al ‘Cobra’, si la autoridad me da acceso al penal de Gotera; o sea al personaje principal de las supuestas teleconferencias, y que en la nota como 10 veces lo ponen a Ciudad Barrios, cuando de verdad es interno en Gotera.

Reitero que la única autoridad con facultad legal de interceptar llamadas es la fiscalía. No creo que el Lic. Luis Martínez se dedique editar, tergiversar y luego  filtrar grabaciones que por ley son confidenciales; ni a autorizar que lo hagan otros en la fiscalía. Así que tal vez estamos hablando de otra “autoridad salvadoreña”. El problema es que esta, sea cual sea, ni siquiera puede hacer grabaciones, mucho menos publicarlas, sin romper la ley.

No sé quién habló a quién y qué se habló. Pero sí me consta que dos afirmaciones claves en el relato son mentira. ¿Qué credibilidad tiene el resto?
(El Diario de Hoy) 
@paololuers