Estimados dirigentes y bases del partido
opositor:
Ustedes pueden tomar la carta del diputado Gustavo Escalante como muestra que
las fuerzas del mal les siguen haciendo daño – y seguir llorando. O la pueden
tomar como muestra que algo va mal en el partido y su fracción legislativa – y
cambiar lo que haya que cambiar para que los problemas se resuelvan y ustedes,
en vez de perder gente, puedan volver a crecer.
Lo hicieron en el 2009. En vez de seguir
llorando sobre la leche derramada, entendieron que la salida de los primos Saca
y su gente, lejos de debilitar al
partido, era la oportunidad de renovarla. Empezaron a trabajar y a renovar, de
manera muy lenta, cautelosa y no muy clara - pero hubo cambios. El resultado:
volvieron a ganar las elecciones legislativas y municipales del 2012.
Obviamente, los cambios internos no eran
suficientes. Quedaron a medias. Arrastraron problemas y vicios viejos. Pero no
piensen que los únicos problemas que arrastraron fueron los 5 diputados que
luego se fueron. Igual arrastraron viejos métodos de conducir un partido y una
fracción legislativa – o de no conducir, dirían algunos.
Por esto les digo: Si sólo buscan
culpables afuera del partido, hombres de maletas negras que compran y corrompen
voluntades políticas, andan mal.
Hay quienes están observando todo esto
gustosamente, esperando que se cumpla su propia profecía de que ARENA va a una
derrota anunciada. Algunos harán todo a su alcance que así sea, para luego
poder decir: Yo les dije...
Pero también hay muchos, mucho más,
dentro y fuera del partido, quienes esperan que ustedes den un salto de calidad
y aceleren el proceso de renovación. Lo decisivo no son los 5 diputados que se
fueron y que ahora buscan huesitos por otros lados. Lo decisivo tampoco es si
Gustavo Escalante al fin se queda apoyando ARENA o termina con Saca. Los
decisivos son los cientos de miles de ciudadanos que están observando cómo
ustedes reaccionan a esta crisis. Tomando la crisis como oportunidad de ponerse
las pilas y abrirse a al sociedad y la crítica, o enconchándose y limitando la
crítica...
A mi me vale qué van a hacer y cómo van a
votar Patty Figueroa o Gustavo Escalante. Pero me importa que estarán haciendo
ustedes con la responsabilidad que asumieron de construir un nuevo liderazgo y
un proyecto político para el país. Les tengo que decir: Por ahora, no veo
ninguno de los dos.
Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)