jueves, 28 de febrero de 2013

Carta al máximo experto de la lucha anti-pandillas

Estimado Carlos Ponce:
Te reto a un debate público. Tenemos casi un año (el tiempo que dura 'la tregua') de llevar una guerra de columnas, y para más joder en el mismo Diario. Yo en favor de este proceso, que para mí abre al país la oportunidad histórica (y tal vez única) de resolver uno de sus problemas principales: la inseguridad, con todas sus nefastas consecuencias sobre nuestra economía, nuestra cultura y nuestra forma de vida. Tú en contra de este proceso, que para ti no es otra cosa que una estrategia del crimen organizado de legitimarse y escalar a mayores niveles de influencia.

Podríamos seguir con esta guerra de columnas, con directas e indirectas, acusaciones y descalificaciones - hasta donde el Diario lo permita. Con el peligro de aburrir a nuestros lectores.
Te propongo algo más audaz y también más efectivo y divertido: enfrentémonos en un debate público, cada uno con su análisis, sus argumentos, sus visiones, y (sobre todo) sus propuestas de solución. Pidamos a una universidad que convoque y coordine el debate. Si no quieres ir a la Universidad Nacional (donde yo tampoco soy el personaje más popular, me imagino) o en la UCA (donde hay algunos que coinciden más con las críticas tuyas, como Jeannette Aguilar), escoja otro escenario que más te conviene. A mí me da igual, puede ser la Academia de Seguridad Pública, la Escuela Militar, o incluso el patio central del penal de Ciudad Barrios, donde viven 2,500 pandilleros seguramente interesados en el tema...


También lo podemos hacer en equipos más amplios, para despersonalizar. A mí perfectamente me podría acompañar Raúl Mijango, monseñor Fabio Colindres o Toni Cabrales. Tú puedes pedir a mi gran amigo Chico Bertrand Galindo que te acompañe con argumentos y experticia. O a Rodrigo Ávila, Jeannette Aguilar, al padre Antonio Rodríguez o cualquier enemigo declarado de 'la tregua'.
Hagámoslo incluso más dramático, no como un show, sino para realmente llegar al fondo del tema: Yo invito a uno de los voceros de las pandillas, y tú al jefe de uno de los comandos de exterminio que siguen tratando el problema ejecutando a pandilleros. Pongamos todo sobre la mesa, todo lo que hay que decir, todo lo que hay que saber, todo lo que hay que preguntar, todo lo que hay que contestar.

Incluso, si no quieres discutir conmigo, no importa. Mi lugar lo puede perfectamente tomar William Pleitez o Roberto Rubio, don Toni Cabrales o Francisco de Sola. No lo he consultado con ellos, pero estoy seguro que todos estarían dispuestos a enfrentar este debate, porque es necesario para el país. No importan las personas, importan las visiones y los argumentos. Importan los principios que nos mueven estar trabajando, unos para hacer sostenible el proceso que comenzó con la tregua, otros para hacerlo fracasar.

Así que espero que me dejés saber qué modalidad de debate te conviene. Y hagámoslo. Y de carambola, algo aprendemos. Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)