El presidente Mauricio Funes les ha comunicado, mediante los medios de comunicación, que están convocados a formar parte de un Consejo Consultivo, juntos con los secretarios generales de los partidarios.
Me imagino que todos ustedes no hallan cómo decirle que no, aunque más que algunos deben estar preguntándose: ¿Por qué esta invitación no la hizo el presidente en junio del 2009, cuando hubiera resultado lógico para un presidente nuevo a buscar el consejo de sus predecesores? ¿Por qué el presidente lo hace ahora, cuando sus políticas ya están en crisis? ¿O tiene que ver con presiones de los organismos internacionales de financiamiento o con la visita de Obama?
Yo me hago estas preguntas. Y si yo estuviera en su lugar, le mandaría a decir tres cosas al presidente Funes.
Primero, que no tiene seriedad una iniciativa de este tipo sin haberla sondeado y preparado con los convocados. Simplemente no se hace así cuando uno tiene intenciones serias. No es un asunto que se lanza mediante los medios, sin una sola llamada telefónica previa a los ex-presidentes.
Segundo: Antes de que todos nos comprometamos a trabajar juntos en un Consejo Consultivo, usted tiene que suspender la subvención que desde Casa Presidencial brinda a GANA. Sólo para limpiar la mesa antes de sentarse.
Tercero: Si conformamos este Consejo Consultivo, tiene que ser de manera transparente. Por ejemplo, si en el Consejo la mayoría sostiene que antes de lograr encender los motores de la economía no conviene aumentar impuestos, usted como presidente siempre puede al final tomar su decisión, pero será la regla que todas las opiniones del Consejo se trasladan al público y a los organismos internacionales. El Consejo discutirá, pero no sirve para repartir la responsabilidad (y el costo político) de decisiones no compartidas.
Bueno, esto diría yo, pero por suerte no soy ex-presidente ni secretario general de ningún partido. Tengo el privilegio, como escribano, de poder hablar claro y pelado, sin diplomacia ni protocolo.
Antes de dejarse enlistar en un Consejo de Sabios, sean sabios y piensen bien porqué los buscan ahora.
Saludos, Paolo Lüers
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