Usted es el vocero de la oposición en temas de salud. Tengo entendido que usted quiere una legislación que no permita al Estado importar medicinas no registradas en El Salvador.
Ahora el Estado puede importar, con ‘permisos especiales’, aquellas medicinas que no existen en el mercado comercial salvadoreño (y por esto no disponen de registro). Estamos hablando de los tratamientos que el Estado proporciona a los enfermos de SIDA, afectados de rabia, tuberculosis... El Estado recibe estos medicamentos de organismos internacionales. A veces son donaciones, a veces son compras a precios bastante bajos en el mercado internacional.
En vez de restringir estas compras (lo que tendría efectos graves para el sistema público de salud y tal vez fatales para muchos pacientes), habría que liberalizarlas. El Estado debe tener derecho de comprar todas las medicinas para el sistema público de salud al mejor precio disponible en el mercado internacional, con tal que sean debidamente autorizadas en países que disponen de sistema de control de calidad confiables.
Es más, a la larga habría que liberalizar el mercado de medicinas al punto que cualquier empresa pueda importar estas medicinas libremente, con tal que su calidad sea certificada, no necesariamente por instancias nacionales. Y lo ideal sería que cualquier ciudadano pueda comprar por internet las medicinas que necesite en el marcado internacional, con la única condición que sean debidamente autorizadas en países que controlan estrictamente la calidad de sus medicamentos. Pagando impuestos de importación, por supuesto.
Señor diputado, si usted quiere representar a la oposición, tiene que repensar muchas cosas: o estamos por más regulación estatal o por la liberalización. No es el Estado que va a garantizar precios accesibles de medicamentos, sino el libre mercado y la competencia. Si sigue con estas posiciones que obstaculizan que el Estado adquiera sus medicinas libremente en el mercado internacional, su cosecha será una ley de medicamentos estatizante, donde el gobierno va a regular los precios.
Piénsenlo bien.
Saludos de Paolo Lüers
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