No sé cómo ustedes celebrarán este cumpleaños de sus hijas, la paz y la democracia. Me imagino que con los mismos sentimientos que todos tenemos cuando nuestras hijas se vuelvan adultas: orgullo y temor...
Porque ustedes no sólo firmaron la paz. La hicieron. La negociaron. La chinearon. La defendieron contra los escépticos en ambos lados y contra ataques e intentos de secuestros.
Como buenos padres, ustedes creyeron en sus hijas -la paz y la democracia-, cuando para muchos parecían condenados a muerte natal. Nos hicieron creer en ellas y defenderlas.
Hoy la paz y la democracia cumplen 18 años. Teóricamente son adultas. Pero siguen necesitando de sus padres. Necesitan, para desarrollarse y poder defenderse solas, de la sabiduría de David Escobar Galindo y Freddy Cristiani, del espírito crítico de Joaquín Villaobos y Salvador Samayoa, de la calidad humana de Ana Guadalupe Martínez y Fermán Cienfuegos, de la influencia que Salvador Sánchez Cerén ejerce en el Frente...
Estar juntos no hace buenos padres. La responsabilidad lo hace. Si no pueden actuar y celebrar juntos, no importa. Pero deben seguir asumiendo responsabilidad para defender y guiar a sus hijas, cada uno por su lado, con lo que mejor puede aportar. Y no se preocupen, todos somos compadres, listos para asistir. Listos también, como buenos compadres, para decirles cuando la están regando con sus hijas...
¡Felicidades!
Paolo Lüers
(Mas!)