miércoles, 5 de marzo de 2008

Siguiendo los caminos de la basura: Cutumay Camones

Difícil y áspero ha sido el proceso del relleno sanitario de Santa Ana, hay muchos actores involucrados, muchos intereses políticos y económicos. Por Cutumay han desfilado diputados, el alcalde, el procurador, el ministro, técnicos, ONG nacionales y extranjeras, la empresa y la competencia y la gente del lugar. Algunos con legitimas preocupaciones, otros con ganas de sacar tajada, unos con ganas de que todo salga mal, otros ganas de que todo salga bien, unos con afán de portadas, otros con abnegación y preocupación por Santa Ana y Cutumay. Yo no quiero hacer un análisis del trasfondo político, las manipulaciones y la podredumbre que se respira estos días por esos lugares, porque desde revanchismo político hasta oportunidades de negocio han pasado por ahí.

Que difícil es cuando le toca a un cantón pagar por la basura de todos, nadie quiere un relleno sanitario en el patio de su casa por más eficiente que sea y está claro que la gente de Cutumay jamás lo querrá. Pero hay que tomar decisiones y hay que saberlas ejecutar. El Alcalde de Santa Ana decidió que la opción de su municipio era construir un relleno sanitario y ese sitio fue el seleccionado por sugerencia del MARN, de la empresa o por convicción propia. Se realizó un estudio de impacto ambiental y se estaba a punto de comenzar a realizar la obra cuando se abrió la caja de pandora. Los legítimos de la preocupación, o sea los pobladores se sumaron y protestaron con justa razón. Cuantas obras hemos visto donde las consideraciones ambientales y la protección a los recursos son lo último. En este caso más porque el agua que toman va a estar cerca del relleno sanitario, había que gritar. Los ejemplos son muchos de atropellos: ríos sin agua, nacimientos secos, contaminación, por mal manejo y mala planificación del territorio. Y este era un relleno, más preocupación.

En medio de las protestas y la mediación de la Procuraduría para los Derechos Humanos, acuerdan algunos diputados de la comisión sobre desechos sólidos, el ministro de medio ambiente, el director del IDHUCA y dos representantes de la comunidad tener un árbitro imparcial, un especialista internacional. Además la comunidad se compromete a permitir la realización del estudio, el MARN dictará medidas preventivas orientadas a la suspensión de actividades y que el resultado, sea el que sea, lo aceptarán.

Pues bien el resultado es claro, SI… pero… Y es ahí donde viene lo interesante, la Ing. Kathy Garnor fue la encargada de realizar el estudio, presento su informe donde dice que está de acuerdo con la selección del lugar, pero hay 25 recomendaciones que se deberían de cumplir para que efectivamente no sea un riesgo ambiental. Es cierto, un ingeniero estructurista le puede responder eso mismo a un arquitecto, todo se puede construir, pero…

De las recomendaciones hay dos aspectos que comentar, el primero es que se había aprobado la construcción de este relleno sanitario con un sistema de evaporación y recirculación de los lixiviados que incluía unas lagunas temporales. Estas lagunas tienen por función recoger las aguas que salen de los basureros (lixiviados) y son sumamente importantes para evitar la contaminación de las aguas de la zona. La propuesta aprobada, no garantizaba el correcto funcionamiento debido a tres cosas: lo primero es que el fondo se podía agrietar y no sería detectable, la experta propone cuatro posibles soluciones, aunque la ideal que ella mismo lo dice sería una planta de tratamiento, parece inclinarse por un revestimiento de doble geomembrana y una geomalla, a mi parecer esto es suficiente para garantizar que no se fracture por el peso del agua. Segundo es que no hay los estudios necesarios sobre el patrón de lluvias de la zona, así que no se sabe si en una buena tormenta las lagunas se pueden rebalsar, este “detalle” tiene que ser corregido, sobre todo si consideramos las lluvias por influencia de huracanes que con más frecuencia estamos teniendo en El Salvador. Así como no hay un estudio sobre el riesgo sísmico, este “detalle” que solemos dejar pasar en El Salvador debería de ser una prioridad, ya que si hay maneras técnicas de disminuir el riesgo, deberíamos de considerarlas. Tercero es la cantidad y frecuencia de los muestreos de las aguas, hay que garantizar que las lagunas efectivamente están cumpliendo su papel, para esto hay que tener un sistema de monitoreo, supervisado por el MARN que garantice que los propietarios del relleno están utilizándolo correctamente.

El otro aspecto que hay que tomar en cuenta además de las lagunas de lixiviados es el espesor de la geomembrana, ya que la propuesta y aprobada era muy delgada. Y así de graves son los “detalles”, como se han referido a estos aspectos, se habían aprobado. Las recomendaciones van a más todavía, recalcando la lista de parámetros químicos que aconsejan evaluar es mínima, proponen que se evalúe una lista larga: herbicidas, pesticidas, químicos industriales, metales, nutrientes, DQO, DBO, cloruros, sodio, amoníacos totales, además de pH, oxigeno disuelto, turbiedad, temperatura, colores y nivel freático y sobre todo un bio-evaluación de los rio Veruente. ¡FELIZ AÑO NUEVO!, así debería de ser monitoreados los botaderos de todo el país y es que no es poco lo que pueden contaminar estos lugares, lo que hay allí no son rosas, es basura.

Esto además de plantear que tiene que existir un plan de reciclaje municipal, que tiene que haber un sistema nacional de deposición final de largo plazo, plantea que el tamaño del relleno no garantiza que este funcionado mucho tiempo, porque es muy pequeño, tampoco puede tener la zona de amortiguamiento de bosque que se propone en las recomendaciones. Así en unos años volveremos a tener problemas y habrá que buscar a que cantón se va a ir a molestar. También plantea el problema del dinero para poder hacer todo lo que se pide, pues bueno, yo me acuerdo de un proyecto del MARN que se llamaba Descontaminación de Áreas Críticas, creo que el dinero era para esto. Dicen que el dinero se acabo con los terremotos del 2001 y ahora ¿qué?

Queda claro que los caminos de la basura son complicados, el MARN, la alcaldía de Santa Ana y la empresa tienen una obligación grande, porque puede funcionar, si cumplen y lo hacen TODOS bien, sino la confianza de la gente como quedará. Bueno y a todo esto, ¿los otros rellenos sanitarios como estarán? ¿Será que MIDES cumple con el estándar propuesto en esta recomendación? ¡Supone ser la joya de la corona!